La crisis sanitaria que se vivió en todo el mundo derivada del Covid-19, llevó a grandes modificaciones políticas, sociales, culturales y económicas en la sociedad. Provocando que las organizaciones transformen sus actividades para dar prioridad a las formas de trabajo y también a las rutinas y los hábitos de consumo. Esto provocó que el especialista de la comunicación organizacional enfrentara nuevos retos en las empresas e instituciones con los clientes internos y externos, tratando de reinventar las estrategias y acciones tanto humanas como las económicas.
La crisis del COVID dañó todas las áreas que conforman la vida del ser humano, sin embargo, para la comunicación fue un área de oportunidad donde el foco central han sido los colaboradores y no solo pensando en enviar mensajes masivos sino en grandes estrategias y acciones donde lo central es el mensaje y las narrativas que generen cohesión e impacto.
El impacto antes mencionado no es posible sin los pensamientos de grandes líderes que tomen decisiones con visión y prospectiva para reforzar la credibilidad y el sentido de identidad y pertenencia. Esto puede posibilitar mejores escenarios donde se alcancen los objetivos planteados desde las organizaciones fortaleciendo el trabajo transversal de todos quienes integran.
Las estrategias y acciones de comunicación han sido creativas de tal manera que afectan positivamente a las emociones y pensamientos de las personas que integran las organizaciones públicas y privadas, esto no podría resultar sin un trabajo cohesionado de las áreas legal, personal, finanzas, vinculación, ventas, mercadotecnia, etc. Se necesita continuar con un diálogo profundo, con procesos de gestión viables, información veraz que toque a todas las personas involucradas, liderazgos asertivos y congruentes entre el decir y el hacer, productos y servicios competitivos, buscar un desarrollo sustentable en equilibrio con la sociedad, el medio ambiente y la rentabilidad financiera, uso y aplicación de tecnología de vanguardia, fortalecer el sentido de identidad y pertenencia, buscar cómo posicionar más las marcas y una comunicación omnicanal centrada en el usuario.
La COVID ha permitido un ejercicio de reflexión de los principales desafíos a los que se enfrentan los especialistas de la comunicación en la práctica de la comunicación organizacional desde los mensajes y las narrativas, hasta planes de crisis más proactivos y pertinentes, posibilidades de trabajo a distancia o remoto, espacios y plataformas de interacción, el dispositivo móvil como una herramienta de consulta permanente, temas de bienestar laboral, canales de comunicación alternativos, entre otros.
