[Rosa González Cancino, líder del equipo Estructura Mecánica del nanosatélite.]

“El trabajo en equipo se vuelve súper importante, todos dependen de todos, no hay área que no tenga impacto en otra. Aprendes a valorar el trabajo de los demás, no importa que sea la más mínima tarea”, expresó Rosa González Cancino, estudiante de séptimo semestre en Ingeniería Aeroespacial, de su experiencia como líder del equipo Estructura Mecánica de la construcción del AztechSat-1.

¿Cómo te sumas al proyecto del nanosatélite?
Al ser estudiante de Ingeniería Aeroespacial la convocatoria fue abierta para todos. Cuando nos hicieron la invitación inmediatamente sentí curiosidad, al principio ingresé al equipo de software, pero no me satisfacía, por eso decidí cambiarme a Estructura Mecánica.

¿Por qué eliges estudiar Ingeniería Aeroespacial?
Desde pequeña tuve la curiosidad por el espacio, obviamente es difícil porque es una carrera nueva y siempre están los comentarios de que te vas a morir de hambre. Esa duda empezó desde mi familia, y fue difícil romper el esquema de ser mujer para demostrar que la ingeniería no es solo para hombres. Es una carrera novedosa que está teniendo un despegue brutal en México.

En primer semestre me convocaron para ir a la United Space Schoool de la NASA, entonces creo fue el primer logro porque mi familia se dio cuenta que tengo el potencial y además de que la Universidad tiene los medios para que yo me desarrolle en el sector aeroespacial.

¿Cómo llega a ser líder del área y qué responsabilidades tienes en esa posición?
Había otra persona encargada del área, pero se graduó y me propusieron como líder, supongo porque se dieron cuenta que me gusta trabajar y cuando pasa eso, es fácil escalar.

En cuanto a las responsabilidades, primero que nada tienes que coordinar el trabajo de los demás, ver que todo se entregue en tiempo y forma, obviamente todos trabajan pero en este caso, yo tenía que dar la cara.

¿Qué fue exactamente lo que a tu equipo le correspondió resolver para el funcionamiento del Satélite?
Como sabemos nuestro satélite va a ir al espacio entonces se va a enfrentar a condiciones de vibraciones por ruido, movimiento o incluso del mismo despegue, entonces lo que el equipo hizo fue asegurarse que cuando el cohete inicie el despegue, pese a que no se pueden evitar dichas vibraciones el Satélite salga ileso.

Entonces, lo que hicimos fue básicamente probar, con ayuda de un software, que la estructura soporte las condiciones que se dan en el despegue y en el lanzamiento desde la tierra al espacio.

¿Qué tan difícil te ha resultado liderar a un grupo de jóvenes de tu misma edad?
Mi equipo en general se portó súper bien, afortunadamente todos son mis amigos entonces fue fácil trabajar con ellos, obviamente siempre hay diferencias, pero si no se trabajara en equipo este tipo de misión no serían posibles. Quizá ser mujer o tener la misma edad que ellos era como una desventaja, pero cuando demuestras con trabajo y hablas por tus acciones en vez de solo mandar, es cuando todos te prestan atención.

¿Qué aprendes al participar en este proyecto?
Primero que nada aprendo el uso del software, porque todo lo que tiene que ver con el diseño del AztechSat-1 o bueno, los conocimientos que debía aplicar, correspondían a materias que aún no cursaba, eso se convirtió en una ventaja porque hoy se me facilitan mucho debido a que ya tengo como referencia el haberlo usado para el satélite. Es decir, aprendí en la práctica lo que pude haber llevado de manera teórica en clase.

Otro aprendizaje fue trabajar en equipo, valorar los talentos que los demás tienen y explotarlos para que puedan dar resultados.

¿Algún mensaje para tus compañeros?
Les recomendaría que participen en este tipo de proyectos, que no tengan miedo, quizá no tengan todos los conocimientos necesarios, pero de lo que se trata es de aprender, porque si tienen miedo de aprender, entonces todo está perdido. Así que dense la oportunidad y tengan la curiosidad de aprender porque sí, van a tener que trabajar, pero cuando menos se den cuenta y vean los resultados ese esfuerzo valdrá la pena. Siempre tenemos algo que aportar a un equipo.