Los dimes y diretes de la política han llegado al límite esta semana que me han obligado a dirigir esta pequeña colaboración a la creatividad que nuestros queridos gobernantes han aplicado al emitir declaraciones o discursos en las últimas semanas.

Por un lado el gobernador de Puebla culpó a Dios de la muerte de quienes le robaron la elección en las pasadas elecciones, refiriéndose a Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, quienes tuvieron un accidente aéreo el 24 de diciembre donde perdieron la vida.

Aunque Miguel Barbosa, actual gobernador de Puebla no dijo nombres, fue una indirecta muy directa la que se atrevió a externar durante el informe de gobierno de la presidenta municipal de Huejotzingo, y posteriormente cuando ya habían causado revuelo sus palabras señaló “que se queden sentados (…) mis expresiones fueron de cultura popular”, pues personas del Partido Acción Nacional saltaron ante tales declaraciones y pidieron se disculpara.

Otro acto sin desperdicio es la de la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, que se sometió a una limpia, previo a su informe de actividades, debido a las malas vibras que ha tenido durante su primer año de gobierno, de personajes “que han querido desequilibrar” su administración.

¿Será que se refiere a la gente de su gabinete que no da una? Porque con las declaraciones poco acertadas, por no decir otra palabra porque si no se pueden ofender que su gente hace respecto a la resolución de conflictos, de verdad que es de pena ajena y termina uno por pensar, entonces para qué están las autoridades.

Un ejemplo es lo que el Secretario de Infraestructura y Servicios Públicos del ayuntamiento dijo respecto a que los ciudadanos tapan con piedras y tierra los baches: “qué bueno que el ciudadano vaya cubriendo con sus propios medios. Estaremos en algún momento visitando las colonias para poder arreglar esas imperfecciones”.

No bueno, con tanta eficiencia, yo creo que no necesita una limpia contra las malas vibras, sino más bien contra la ineptitud que al parecer ronda en los pasillos de las distintas dependencias porque ni en seguridad, ni en gobernación, ni en ningún rubro ha tenido qué presumir en este primer informe anual de actividades, tanto que los organismos empresariales brillaron por su ausencia en el acto protocolario debido a que el municipio ha sido permisivo con los ambulantes.

Muy creativos nuestros gobernantes pero carentes de resultados, y muy al estilo de la Cuarta Transformación que culpa a los gobiernos anteriores cuando lo que debería es ponerse a trabajar y demostrar por qué llegaron al gobierno, porque los muertos ya muertos están y ahora los que deben dar resultados son éstos que defienden sus butacas. Ganar una elección no se termina cuando el Instituto Electoral anuncia a los ganadores, sino cuando las estadísticas en materia de seguridad, economía y demás rubros se convierten en positivos, aun cuando las anteriores administraciones hayan dejado “un cochinero”.