En la universidad aprendemos muchas cosas. Cada semestre las materias profundizan nuestro conocimiento en la carrera que escogimos. Pero también tenemos otras clases a las que casi siempre nos referimos como "de tronco común". En ellas convivimos con gente de otras áreas, aprendemos sobre temas que no están tan relacionadas con nuestras carreras pero que mínimo nos dejan algo, ya sea conocimiento o amigos.

También es importante que hagamos esto de manera cotidiana, conocer y participar en actividades fuera de nuestra zona de confort. Es algo de lo que podemos disfrutar en la universidad. Entrar a conferencias o talleres de humanidades, de ingeniería o hasta de medicina, aunque sea nada más por conocer, aunque no entendamos de qué están hablando al 100%. Así podemos descubrir cosas nuevas, agarrar el gusto por algo que hace un mes no considerábamos interesante.

De estas experiencias podemos aprender mucho, y sin duda alguna nos dará una anécdota de la que reírnos en el futuro. La universidad es la última etapa antes de la vida laboral y hay que disfrutarla y sacarle todo el provecho. Además, puede resultar benéfico intentar cosas nuevas. Te dan una perspectiva distinta, te pueden dar herramientas que quizá no veías, te pueden ayudar a relajarte y tomar un respiro de tus actividades cotidianas.

A estas alturas del semestre, cuando el final se siente cerca y al mismo tiempo lejos, cuando tenemos que dar un último esfuerzo para salir adelante, encuentra un tiempo para ti. Enciende tu curiosidad y ve qué eventos habrá en la universidad o fuera de ella, si alguno te interesa, no lo dejes pasar. Invertir el tiempo en ti mismo, tu paz mental y tu salud física no significa poner en riesgo tu desempeño académico, hay que ser organizados y saber cuándo decir "ya fue suficiente"