Si han pasado por el zócalo en los últimos días, habrán notado que una enorme construcción invadió el atrio de la catedral, pero no solo eso, sino que llenó de tierra y polvo los espacios laterales; también se dice por ahí, que dañaron parte del patrimonio histórico, por lo que días después, apareció el sello de clausura del INAH en dicha obra.
Por si no lo sabían, una réplica de la Capilla Sixtina se iba a colocar en el zócalo, con la intención, supongo, porque la verdad es que no lo tengo claro, de que los ciudadanos pudieran acercarse a la Capilla, como si fuera la real, sin embargo todas las decisiones que rodean esta réplica son muy cuestionables, no solo por el propósito, también por el espacio que eligieron para hacerlo.
Entiendo que el Centro Histórico haya sido la primera opción para colocar la estructura, pero parece que no tomaron en cuenta el tipo de daños que esto causaría, los cuales incluso daban la imagen de que se estuvieran haciendo excavaciones, por el mal cuidado que tenían al hacer los trabajos de edificación. Otro aspecto, es el del poco espacio que hay en esa zona, cuando Puebla tiene mil áreas más que pudieron haber sido más ideales, como el Parque del Arte, la explanada del Museo Barroco, incluso los Fuertes, entre muchos otros.
El Centro Histórico está plagado de terrazas construidas sin cumplir con las regulaciones para el cuidado del patrimonio inmueble -como el que establece la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicas- de carpas y lonas que se ponen en las fachadas de los edificios, las cuales tampoco cumplen con las reglas antes mencionadas, pero cuando es el mismo Estado quien permite que se haga un uso inadecuado de los bienes, entonces se refleja la enorme crisis que hay en Puebla a nivel de cultura y urbanismo, entre los muchos otros temas que han venido aquejando a la ciudad.
Lo que más me sorprende de todo esto, es que quien está impulsado muy activamente la instalación de la capilla sea una persona que ni siquiera debería tener tal peso en las decisiones del Estado, pues aunque asegure que ya se entregó toda la documentación necesaria, esto no debería continuar por los obvios daños e infracciones en las que está incurriendo, los cuales se han tratado de minimizar.
La réplica de la Capilla Sixtina es un proyecto que ya ha estado presente en Ciudad de México, por ejemplo, y quien la visitó dice que es una experiencia muy positiva; sin embargo lo que preocupa no es eso, sino que los espacios no son los adecuados para esta actividad, que estará invadiendo el zócalo por dos meses, porque ya se anunció que su instalación continuará.