En pasados días, el Banco de México anuncio un recorte a su tasa de interés, correspondiente a 25 puntos base para terminar con una tasa de 7.50. Lo cual parece que no tiene relación con nuestra vida diaria, pero.. ¿qué pensarías si te dijera que esto afectaría hasta en tu trabajo?

En principio, el Banco de México es el encargado de preservar el valor de nuestra moneda; que lo que ganamos nos alcance para vivir. Esto lo controlando a la inflación en el país con diferentes herramientas (complicadas).

La inflación, es el aumento prolongado y sostenido de los precios en México: significa, si los productos que compramos subieron de precio. El mecanismo que tiene Banco de México para reducir la inflación es un poco complicado, sin embargo, de manera general, cuando suben los precios, el banco aumenta la tasa de interés y cuando disminuyen, recortan la tasa.

Podríamos pensar que una inflación baja es buena porque las cosas cuestan menos, pero no es así. Y es que intervienen diversos factores que hacen que este fenómeno nos afecte de diferentes maneras.

Banco de México redujo la tasa por una razón principal; la inflación se encuentra en niveles objetivo de 3.02%. Hasta ahora, suena todo complicado, pero vamos a verlo desde otra perspectiva. En primer lugar, actualmente la generación de empleo es la mas baja en una década (por otro lado, el desempleo aumento), el consumo de las personas bajo, eso significa que ahora la compra de celulares, lavadoras, peines, cepillos y cualquier bien que se pueda negociar tuvo un impacto negativo, además, las empresas están disminuyendo su producción. Esto se confirma con el casi 0% de crecimiento nacional y los constantes despidos y cierres de empresas en territorio mexicano.

Por lo tanto, la reducción de la tasa es solo una señal de que las cosas no van en buena dirección, porque parece que las empresas ya no producen, porque las personas ya no compran. Resultado de la falta de confianza nacional e internacional con las decisiones de política económica y política que tiene la actual administración.

El recorte de la tasa responde en sentido estricto a que Banxico tiene controlada la inflación, pero si nos vamos a fondo podemos notar como las decisiones del poder ejecutivo afectan a la economía poniéndola en un panorama de riesgo. Debido a que en el presupuesto para 2020 se contemplan proyectos faraónicos como la refinería, tren maya y el aeropuerto, los mismos que han sido objeto de estudio y polémica por la inefectividad que tendrían.

Quizá aun no conocemos los resultados de esos proyectos, pero la falta de estudios económicos, técnicos o ecológicos solo indican que las cosas las están haciendo “con las patas”. Para prueba tenemos a Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual según el ultimo reporte tiene una efectividad de 1.5% de jóvenes en la vida laboral, eso quiere decir que de cada 1,000 becas otorgadas únicamente funcionaron 15, un total desperdicio.

Por esa razón, el año entrante es un reto para Banxico; saber como contra arrestar los efectos de políticas mal diseñadas. En pocas palabras, el poder ejecutivo tira los golpes, Banco de México los recibe y los que terminamos en la lona somos nosotros.