^{A continuación, se presenta un análisis basado en la conferencia dictada en Sesiones Online por el Dr. Alberto Camarena, Profesor en la Escuela de Relaciones Internacionales UPAEP titulada “La actual relación China-Estados Unidos cambios clave en el panorama internacional”.}

Un tema que ha cobrado gran relevancia en los últimos años ha sido el panorama de constante incertidumbre e incluso en ciertos momentos de alta tensión entre estas dos naciones que actualmente se disputan el rol de ser la hegemonía reinante en turno.

Si analizamos a ambas partes a nivel comercial, militar, económico, de desarrollo y tecnología nos daremos cuenta que cada uno de estos segmentos al día de hoy entre ambas naciones están muy proporcionales o en su defecto Estados Unidos todavía sigue ganando, pero por un margen muy corto que incluso es percibido como amenazante.

Y es que, empezando por el tema económico y según los expertos, China actualmente tiene un pronóstico de crecimiento en 2021 de entre el 6% y 8%, y fue uno de los pocos países que en 2020 a pesar de la complicada situación por la pandemia logró crecer un 2.3%.

Por otra parte, y de acuerdo con la “Lista anual de millonarios de Forbes: Hechos y figuras 2021”, Estados Unidos sigue siendo el país de mayor número de millonarios con 724, sin embargo, China le sigue los pasos de cerca y se ubica en 2da posición con 698, lo que nos indica que la brecha está muy cerca de cerrarse.

Si se toma en cuenta que la relación China-EEUU ha sido marcada por períodos de acercamiento desde la independencia del país americano, pasando por el alejamiento y tensión absoluta durante el período del líder comunista Mao Zedong a partir de los años 50’s y que se prolongó durante la Guerra Fría no es cosa del otro mundo ver que sus interacciones estén llenas de muchos altibajos, pero sobre todo en los últimos años y a raíz del mandato de Donald Trump este quiebre fue más que notorio.

Trump de una manera obsesiva y desde su punto de vista como empresario no podía creer el déficit comercial negativo que se tenía con el país presidido por Xi Jinping, así que de inmediato comenzó una guerra comercial aplicando sanciones a las empresas chinas, entre otras medidas, a lo que China respondió de igual manera generando la interrogante de ¿hasta dónde puede llegar este conflicto?, ¿acabará en un escenario de guerra? Pues es muy conocido el temperamento y la brusquedad con la que Trump manejó su administración.

Ahora con Joe Biden a la cabeza de la casa blanca, el viento de cambio podía esperarse, sin embargo él tampoco ha dado indicios de querer “quitar el dedo del renglón” en lo que se refiere a obstaculizar y alentar lo más posible el crecimiento de China, pues ningún país a lo largo de la historia ha cedido por buenos términos su trono como hegemonía mundial, lo que nos refuerza aún más la idea de que tal vez en un futuro cercano o lejano ocurra un enfrentamiento armado, en cuyo caso Estados Unidos se las vería extremadamente difícil, pues China no es más un ejército de campesinos, sino una armada bien estructurada, disciplinada de enormes dimensiones, sin olvidar que también cuenta con armamento nuclear y por el momento 3 portaaviones.

Es así que es muy difícil de predecir qué tan álgidos pueden llegar a ser los enfrentamientos entre ambas poderosas naciones, mucho más difícil pronosticar si habrá una guerra armada o no, tal vez si el día de hoy vemos muchos momentos de tensión, el día de mañana serán momentos de mayor pacifismo o por el contrario tal vez mucha mayor violencia, pero es muy difícil saberlo, pero lo que sí tenemos hoy por seguro es que esta relación denominada por muchos expertos como: “coopetition” que significa competencia-cooperación seguirá así por lo menos dentro del rango de tiempo de un futuro cercano.