^{La comunidad UPAEP participa en la 47ª Peregrinación a la Basílica de Guadalupe, recorriendo más de 35 kilómetros en una jornada de fe que culminó con una misa presidida por el Padre Gabriel Meneses Arce y la consagración de la institución a la Virgen de Guadalupe.}

Más de 2,200 integrantes de la comunidad UPAEP se unieron en una jornada de fe y esperanza rumbo a la Basílica de Guadalupe.

Con el primer resplandor del 9 de noviembre, estudiantes, académicos, colaboradores, directivos y familias de colegios, prepas y universidad se congregaron en San Rafael Ixtapalucan, punto de partida de la 47ª Peregrinación UPAEP a la Basílica de Guadalupe. El recorrido, de más de 35 kilómetros, se convirtió en una expresión viva de gratitud, compromiso y espiritualidad compartida.

Durante más de diez horas de camino, el grupo avanzó entre oraciones, cantos y gestos solidarios. A cada paso, se tejieron lazos de fraternidad que recordaron el sentido profundo de esta tradición iniciada en 1979: caminar juntos en comunidad, movidos por la fe.

El campamento en Llano Grande ofreció un espacio de descanso y reflexión. Entre anécdotas y momentos de convivencia, los peregrinos renovaron fuerzas para el tramo final. Durante toda la jornada, los equipos de Salud Universitaria y cerca de 200 colaboradores estuvieron atentos al bienestar de cada participante, brindando apoyo médico, logístico y espiritual. Su presencia constante garantizó que la peregrinación transcurriera con seguridad y que cada peregrino contara con la asistencia necesaria en cada etapa del camino. Al amanecer, retomaron el viaje en autobuses hasta la Glorieta de Peralvillo, donde más miembros de la comunidad se sumaron para completar el último trayecto de tres kilómetros y medio rumbo a la Basílica.

El ingreso al templo fue un momento de profunda emoción. Con los tradicionales Alerombos, banderas y cantos marianos, la comunidad universitaria llegó a los pies de la Virgen de Guadalupe. Allí, el Padre Gabriel Meneses Arce, Capellán de UPAEP, celebró la Santa Misa y dirigió una homilía centrada en el perdón, la esperanza y los gestos de amor que fortalecen el espíritu cristiano.

“El camino nos permite reflexionar, y en ese caminar Dios va marcando cosas en el corazón. Cada gesto de ayuda, de cariño, de solidaridad, es un bálsamo que nos enseña a amar como Cristo”, expresó el Padre Meneses.

Durante la ceremonia, el Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, consagró a la Institución a los brazos de la Morenita del Tepeyac, confiando en su intercesión y protección para guiar los proyectos, la comunidad educativa y el futuro de la universidad. Este acto simbolizó el compromiso renovado de la UPAEP con su misión de formar líderes transformadores con fe y sentido trascendente.

La 47ª peregrinación reafirmó el compromiso de la comunidad UPAEP con su identidad y valores, fortaleciendo el espíritu de unidad y trascendencia que caracteriza a la institución. Más que una caminata, fue un testimonio de fe que une generaciones y refleja el corazón mismo de la universidad: una comunidad que camina junta, con esperanza, hacia un propósito común.