A días que termine el mes patrio, la UPAEP comparte con estudiantes, colaboradores y egresados los hechos más emblemáticos que han dado certeza y legitimidad a su propuesta de valor y le han permitido situarse como una alternativa de calidad por cerca de 50 años en el centro y sur del país.
Atravesaba el año de 1973 y la Universidad pública en Puebla vivía una de las épocas más inestables de la historia. La causa, los conflictos políticos y sociales que escalaron al interior del país luego de los hechos ocurridos en 1968 en Tlatelolco.
Este hecho, permitió a un grupo de estudiantes diseñar una nueva propuesta educativa: la UPAEP, que en medio del conflicto proponía respetar la libertad y los derechos fundamentales de los universitarios que habían sido amenazados a causa del ambiente hostil de aquella época.
Para tal efecto, organizaciones civiles y miembros de la sociedad en general, respaldaron a los universitarios y en un acto de solidaridad, les prestaron unas instalaciones provisionales en el ex rancho de La Noria para evitar que a causa de los conflictos sociales, éstos perdieran la oportunidad de continuar con su desarrollo profesional y académico.
Así pues, la Institución fue legitimada después de su primera ceremonia cívica, celebrada el día 7 de mayo de 1973, fecha de su fundación y donde estuvo invitado Gonzalo Bautista O’fattil, entonces gobernador de Puebla y un representante de la Zona Militar, aunque el primero no asistió debido a su dimisión al cargo a causa de los conflictos político-sociales.
“La primera ceremonia y la más conocida fue la de la misma fundación el 7 de mayo de 1973 en el jardín externo del Rancho La Noria, donde se colocó una asta bandera con aportaciones de la Comisión Federal de Electricidad; participó la escolta conformada por estudiantes de la licenciatura en Arquitectura y Administración de Empresas”; compartió el Mtro. Carlos Álvaro Castro, responsable de proyectos del Memorial UPAEP.
Agregó que en ese acto protocolario, la persona encargada de realizar el izamiento de la Bandera, fue Gerardo Pellico Agüeros, dado que aún no había nombramiento oficial del Ing. Vicente Pacheco como Primera Autoridad Universitaria y como representante simbólico de la sociedad.
“¿Por qué él?, bueno pues en los momentos últimos de su fundación, la Universidad fue apoyada por la sociedad en general que conformó un Comité Permanente de la Ciudadanía Poblana y él era el Presidente; es decir, él representó el apoyo social que se le dio a la Universidad”, relató.
Recordó que en esa Ceremonia participaron como miembros de la escolta estudiantes de la licenciatura en Arquitectura y Administración de Empresas -programas fundadores de la Institución-, y que estas mismas estudiantes asistieron en el 35 aniversario de la Universidad para hacer el cambio de Bandera donde estuvieron presentes autoridades federales, estatales y municipales.
Otro hecho, que cabe destacar, es que esta bandera que se cambió en la Ceremonia del 35 Aniversario, fue el símbolo patrio donada por estudiantes de la primera generación de la licenciatura en Contaduría Pública, a la cual perteneció Leoncio Espinosa, actual miembro de la Junta de Gobierno de la Institución.
“Los estudiantes hicieron colecta para su graduación y una parte de los fondos se destinaron para comprar la Bandera, misma que por muchos años fue el símbolo oficial de la Universidad y que en este 35 aniversario, la UPAEP pidió permiso para no incinerarla, como se hace en cada cambio de Bandera, y por el contrario, conservarla como un elemento histórico de la Institución”, compartió el Mtro. Carlos Castro.
Al respecto, José Luis Castro Camarillo, egresado de la licenciatura en Contaduría Pública generación 1973-1978, detalló que la donación de la Bandera se logró gracias a una tardeada-fogatada que sus compañeros de generación organizaron en las instalaciones ubicadas en la 9 sur esquina con 13 poniente.
Con los recursos recaudados, el Comité analizó las necesidades de la Institución, que eran muchas, surgió la idea de comprar una Bandera para donarla a la Universidad, sugerencia que fue elegida de manera democrática por votación.
“Mi compañero Jorge Arizmendi y yo comentamos que nos hacía falta una Bandera y el resto del Comité estuvo de acuerdo y ésta fue entregada en una ceremonia de abanderamiento oficial, para ello, gestionamos ante autoridades de la XXV Zona Militar el abanderamiento”, expresó.
Este acto, confesó, le dejó muchas satisfacciones ya que el Símbolo Patrio trascendió por generaciones pues fue el único que tuvo la Institución por mucho tiempo.
“Creo también que es importante el tema de la congruencia, ya que muchos documentos fundacionales de la Universidad, entre ellos el de Naturaleza y Destino de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, expresan la importancia que tienen el conjugar los valores cívicos con la vida universitaria y profesional de estudiantes y egresados. También me parece que es un ejemplo del agradecimiento que quisimos mostrar a nuestra Alma Mater donde fuimos formados, y que nos dio la oportunidad de estudiar cuando muchas otras puertas se cerraron”, expresó José Luis Castro Camarillo.
Finalmente, el Mtro. Carlos Castro, recordó que no fue sino hasta la entrada del Lic. Mario Iglesias Teruel, Primer Rector de la UPAEP, quien instituyó las Ceremonias Cívicas todos los lunes, en donde participaban los distintos grupos estudiantiles quienes le imprimían su toque especial a cada Ceremonia, como los estudiantes de Agronomía, que conformaron una escolta a caballo y vestidos de charros, no obstante, por el crecimiento de la Institución las autoridades académicas decidieron únicamente dejar las ceremonias cívicas para fechas importantes como: inicio de curso, las fechas patrias y la celebración del aniversario de la Universidad.
“Todo valor tiene que traducirse en acciones pedagógicas concretas, y una de esas son las propias ceremonias cívicas, que nos agrega el mismo valor patrio”, acotó.
