UPRESS | Summarum

Muy queridas amigas y amigos,

Hemos recorrido ya ocho meses desde que irrumpió la COVID-19 en nuestras vidas. Este acontecimiento, como se ha expresado en múltiples foros públicos y privados, marcará sin duda a nuestra generación.

En la edición pasada de Summarum (abril 2020), comentábamos que “nadie elige el momento de la historia que le toca vivir”. Lo decíamos a colación de los acontecimientos que recién habían cimbrado a la comunidad universitaria y en general a la sociedad mexicana, tanto por el asesinato de los jóvenes universitarios de la BUAP y UPAEP, como del movimiento en pro de la mujer y la defensa de su integridad y dignidad. Sin que esos temas hubieran siquiera menguado, en cuestión de días comenzábamos a enfrentar un proceso histórico de proporciones inéditas.

Desde esta perspectiva, en UPAEP nos hemos propuesto desde el principio enfrentar esta situación en un dinamismo “reflexivo-responsivo”. La evolución de la COVID-19 en otros continentes y regiones nos alertó de la gravedad del fenómeno, y eso nos permitió prepararnos para responder con agilidad y audacia. En el lapso de un fin de semana, literalmente, toda la operación de la universidad se volcó a un formato virtual, de modo que la dinámica académico-formativa y de gestión no se detuvo un solo día. A partir de ese momento se detona un proceso de innovación y mejora permanente de los procesos de enseñanza-aprendizaje de cara a maximizar la experiencia universitaria en esta nueva circunstancia, y con nuevos referentes para la nueva realidad que se perfilará cuando termine la contingencia.

Si bien este despliegue ha supuesto todo un hito para la universidad, lo más significativo para nuestra comunidad en todo este acontecer ha sido la lección de humanidad que se nos brinda en esta inusitada circunstancia. De nuevo, en este proceso “reflexivo-responsivo” hemos descubierto el valor incalculable de sabernos vulnerables, de entender que solos no podemos, y de constatar que los acontecimientos no son fruto del azar; en otras palabras, de ser conscientes de que nuestra vida tiene un sentido en el aquí y ahora, a la luz de un horizonte de trascendencia. Es así como estudiantes, profesores y colaboradores, en una lógica expansiva hacia familias y comunidades, hemos procurado, en congruencia con la mística UPAEP, que la solidaridad sea la nota distintiva, de modo que nadie se quede atrás, que no exista barrera infranqueable, y que los lazos de colaboración, acompañamiento y ayuda trasciendan lo más alto y lejos posible.

Con este preámbulo, les compartimos con mucho gusto los principales logros y acontecimientos de este año 2020. Un año que tendremos siempre en la memoria, un año que acrisola a UPAEP como la universidad transformadora.

Reciban un saludo fraterno.

Emilio J. Baños Ardavín.

Rector UPAEP.

Muy queridas amigas y amigos,

Hemos recorrido como humanidad prácticamente un año y medio en permanente desafío para nuestra vida personal y social. A estas alturas, pareciera que la pandemia provocada por la COVID-19 tiene vistos de comenzar a ser superada, y como se ha dicho en múltiples foros y espacios de reflexión, de esta situación saldremos peores o mejores, pero no iguales. Esto depende de la capacidad que tengamos de procesar todo lo que ha supuesto esta contingencia para resignificar nuestra vida en sociedad, haciéndola más humana, más cercana y más solidaria.

Quizás una de las lecciones que más han calado en la sociedad ha sido la del espíritu solidario que de forma genuina y primordial se genera desde el seno familiar. Esta travesía habría sido impensable sin este soporte que ha sido transversal y universal: todas las culturas en todas las geografías lo han experimentado y revalorado; y lo que es más, los lazos del núcleo familiar se han expandido para generar un nuevo entramado de vínculos fraternales que han permitido sobrellevar los estragos y retos de esta contingencia con cercanía y hermandad.

La otra gran lección, de la que también se habla con frecuencia, es la capacidad mostrada por la humanidad para ser resiliente. Tanto en el plano personal, como familiar e incluso institucional, ha quedado demostrado que aquellos espacios y comunidades donde se han cultivado las tradiciones, los lazos fraternos de los que hablamos anteriormente, y el propio carácter forjado en ellas, es donde emerge, muchas veces de forma heroica, la capacidad del ser humano para sobreponerse a la adversidad.

Es así como la comunidad UPAEP arriba a este momento, recogiendo estas lecciones y celebrando en mayo su 48 aniversario, en el que abrimos también el año de la Identidad y Formación, rumbo al cincuentenario de la institución. En este marco, tuvimos el privilegio de contar con dos nuevos profesores eméritos, baluartes de los valores que abraza nuestra universidad: José Antonio Arrubarrena Aragón, y Juan Armando Louvier Calderón. Este último, nos hacía ver que “mucho se ha comentado de las grandes carencias que la UPAEP tuvo en su inicio, lo cual es cierto si lo vemos desde el punto de vista de los bienes materiales. Pero lo que nunca careció y fue lo que le dio la reciedumbre necesaria para vencer todas las adversidades fue la conciencia clara de cuál es la esencia de una verdadera universidad”. En efecto, hoy como ayer es lo que nos mantiene en camino, nos compromete más en nuestra misión educativa.

Que esta esencia, el encuentro de estudiantes y profesores en búsqueda de la verdad y la unidad, desde la diversidad, avivado por las lecciones de vida que enfrentamos, sea lo que nos mueva e inspire hacia la construcción de una nueva realidad, más humana, armónica y próspera.

Reciban un saludo fraterno.

Emilio J. Baños Ardavín.

Rector UPAEP.

Queridos Amigos de la UPAEP

A casi dos años de la pandemia por la COVID-19 en la que como sociedad hemos ideado e implementado diversas estrategias sanitarias para contrarrestarla y con la esperanza de su pronto control, como universidad contamos ya con un cúmulo de aprendizajes adquiridos a través de las diferentes modalidades por los que hemos transitado durante estos seis periodos académicos pasados. Hoy nos encontramos en los albores de un nuevo año con el reto de procesar las experiencias vividas en esta crisis sanitaria, y también con el compromiso de volver a una sociedad más humana y solidaria, más vivible desde lo que somos seres sociables y cooperativos que anhelan construir ambientes de un verdadero encuentro con los otros que nos son afectivamente valiosos.

Y es en este contexto, que la comunidad UPAEP comprometida con su misión institucional y desde su apuesta educativa enmarcada en una pedagogía volcada por y para el bien común, y caracterizada por los principios de experiencia integral, cultura del encuentro, liderazgo transformador y trascendencia en el bien común, queremos compartirles algunos de los logros que dan fe de la vivencia de estos principios en nuestras acciones dentro y fuera del recinto universitario, a través del testimonio de nuestros profesores, estudiantes y egresados mediante acciones de docencia, investigación y extensión y muchos de ellos con el apoyo de nuestros aliados estratégicos a quienes agradecemos lo que nos aportan en cumplimiento de nuestros objetivos estratégicos institucionales.

Las experiencias significativas generadas a lo largo de estos últimos meses, son innumerables y si bien es cierto que son parte fundamental del proceso formativo de nuestros estudiantes y profesores, que sin lugar a dudas han impactado a sus personas y transformado sus vidas. Estas experiencias son también la punta de lanza en la UPAEP para abonar en la transformación de su entorno inmediato y comunidades vulnerables, así como con su aporte a propuestas de solución a las principales problemáticas sociales. Y como prueba del impacto de estos aportes, compartimos de manera especial en este número los reconocimientos que ha recibido nuestra universidad por organismos externos de talla internacional, como Times Higher Education (THE) y Qs Rating System, quienes certifican nuestra calidad institucional y acciones en pro de la salud y bienestar de la comunidad interna y externa a la universidad.

Además de compartirles algunos rasgos del ser y quehacer de nuestra universidad, aprovecho para desearles lo mejor a cada uno de ustedes, sus familias y sus instituciones, que sea un año lleno de salud y bienestar, con la esperanza de reencontrarnos en nuestros espacios universitarios.

Reciban un saludo fraterno.

Dr. Mariano Sánchez Cuevas

Vicerrector Académico UPAEP.

Estimada comunidad UPAEP:

Hemos tenido el privilegio de ser testigos y actores en el crecimiento de una institución como la UPAEP que se acerca a su 50 aniversario. Hemos sido parte de la construcción de un proyecto destinado a transformar nuestra sociedad a través del actuar de nuestros estudiantes y egresados. Este año en UPAEP, nos enfocaremos en el crecimiento y, por tanto, es momento de hacer una reflexión individual y colectiva que nos permita reconocer lo que nos ha llevado a este crecimiento institucional desde nuestra fundación hasta la actualidad.

Reconocemos el trabajo de nuestros fundadores y aquellos actores de la sociedad que soñaron con una Universidad de gran calidad académica e identidad católica orientada a la formación de líderes que transformen las realidades de nuestra sociedad, con una perspectiva de bien común; hoy más necesaria que nunca.

Podemos atribuir el crecimiento de UPAEP a muchos factores, pero sin duda, han sido, nuestra identidad, el cimiento de la misma ,y la calidad académica, los propulsores de este crecimiento. Y tenemos la certeza de que ambos elementos nos llevarán a una consolidación institucional.

Ver la trayectoria de esta gran Universidad desde su nacimiento hasta sus logros más recientes, nos llena de orgullo y satisfacción, pero también, nos compromete a asumir la gran responsabilidad que tenemos. Responsabilidad con nuestros fundadores, con la sociedad que cobijó este proyecto y principalmente, con nuestros estudiantes que son nuestra razón de ser. Algo tienen en común estos tres actores: el sueño de un futuro mejor, un mundo distinto donde cabemos todos y la mirada al próximo es una realidad cotidiana. Pareciera una utopía, sí; sin duda aquellos estudiantes, profesores, empresarios y familias escucharon que el proyecto que traían entre manos era una utopía, pero tuvieron el arrojo necesario para creer que era posible, y fraguarlo pacientemente con fe y acciones.

Una reflexión de Fernando Birri, atribuida a Eduardo Galeano dice:

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

Y así, en UPAEP, llevamos casi 50 años caminando, soñando, creyendo, formando.

El camino se hace andando. Los invito a seguir caminando con esperanza, determinación y entusiasmo, comprometiéndonos con el futuro de una de las grandes apuestas a la formación de jóvenes y a la transformación de nuestro país a través de nuestro quehacer educativo.

Paola Ochoa Márquez

Directora General de Gestión y Finanzas