El conflicto en el Alto Karabaj
05/10/2023
Autor: Dr. Herminio S. de la Barquera y A.
Cargo: Profesor Investigador Escuela de Relaciones Internacionales

En estas semanas recientes, hemos leído en algunos diarios acerca de un conflicto armado en la región del Alto Karabaj, llamada también Nagorno Karabaj. Se trata de una zona muy problemática en Transcaucasia, que pertenece, por derecho, a la República de Azerbaiyán (capital: Bakú), pero que en los hechos está (o estaba) sujeta al control de la autoproclamada República de Artsaj, llamada hasta 2017 “República del Alto Karabaj o de Nagorno Karabaj (capital: Khankendi), un país reconocido internacionalmente sólo de manera muy limitada y que se encuentra en proceso de reincorporación a Azerbaiyán.

Tenemos que reconocer que esa zona del planeta no es precisamente muy conocida por todos. Se trata de una región colindante con las orillas occidentales del Mar Caspio, es decir, situada entre el Mar Negro y el Mar Caspio, y en la que confluyen países como Turquía, Siria, Irak, Irán, Georgia, Armenia, Rusia, Azerbaiyán y Artsaj. Es, por lo que se ve, un cóctel bastante explosivo, cuya compleja orografía tampoco ayuda mucho. Del otro lado del Mar Caspio están otros países, igualmente desconocidos para el público en general, como Kazajstán, Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán, colindantes con Afganistán y Pakistán; inexplicablemente, en el mapa de la región no encuentro a Apatzingán; asumo que ha de ser un error del editor.  

El conflicto por la región del Alto Karabaj, llamada también Nagorno-Karabaj (en ruso) o Artsaj (en armenio), es de naturaleza política y étnico-territorial entre Armenia (capital: Ereván) y Azerbaiyán. Si bien el origen del conflicto por esta región montañosa de apenas 4 400 km² se remonta al siglo XVIII, fue tras el colapso de la Unión Soviética cuando los enfrentamientos desembocaron en una guerra. Entre 1992 y 1994, esto se cobró decenas de miles de vidas en ambos lados y provocó movimientos migratorios y expulsiones masivas. Aunque el acuerdo de alto el fuego de mayo de 1994 puso fin a los combates, todavía no se ha traducido en un acuerdo de paz ni se ha utilizado para encontrar una solución sostenible y duradera del conflicto.

Con el statu quo más o menos estable que existe desde 1994, Nagorno-Karabaj fue uno de los llamados conflictos "congelados": la independencia de Nagorno-Karabaj, de población predominantemente armenia, de Azerbaiyán, declarada en 1991, nunca fue reconocida internacionalmente, pero fue asegurada militarmente por Armenia, entre otras cosas por medio de la ocupación de siete provincias azerbaiyanas, ocupación que, según el derecho internacional, es ilegal. 

En septiembre de 2020, Bakú inició una ofensiva militar a gran escala para retomar los territorios ocupados tras años de estancamiento diplomático. El acuerdo de alto el fuego firmado el 9 de noviembre de 2020 con la mediación de la Federación Rusa determinó, entre otras cosas, cambiar las fronteras y crear así nuevos hechos en la región del Cáucaso Meridional. Pero el alto el fuego era frágil y el conflicto estalló una y otra vez, como lo demostraron los recientes enfrentamientos tanto dentro como fuera de la región de Nagorno-Karabaj. Una misión de observación civil de la Unión Europea en enero de 2023 intentó contribuir a llevar la paz a la región y reducir el número de incidentes en la zona del conflicto.

No obstante lo anterior, la situación de la población armenia que vive en la región de Nagorno-Karabaj se volvió cada vez más precaria a medida que avanzaba el año, pues los habitantes sufren el bloqueo impuesto por el gobierno de Azerbaiyán, que impedía el suministro a través de la única ruta de suministro entre Nagorno-Karabaj y Armenia, el llamado corredor de Lachin. Los alimentos y los productos cotidianos se volvían cada vez más escasos y faltaba casi todo. Mientras tanto, parecía haber perspectivas de mejora. Con la mediación clave de la Cruz Roja Internacional, a principios de septiembre de 2023 se llegó a un acuerdo sobre la reanudación de las actividades para la entrega de ayuda a la población civil. 

Pero unos días después, el 20 de septiembre de 2023, Azerbaiyán lanzó una ofensiva con el objetivo de poner fin a la autonomía de la región habitada por armenios y lograr el control total sobre la zona. Según informes locales, el ataque dejó más de 200 personas muertas en la región afectada de Nagorno-Karabaj. Un día después del inicio de la operación militar azerbaiyana, se acordó un alto el fuego en la región en conflicto gracias a la mediación de Rusia. Las autoridades de la región de Nagorno-Karabaj aceptaron la propuesta correspondiente de la parte rusa. Por lo tanto, aceptaron la exigencia de poner fin a los combates. Azerbaiyán declaró la victoria militar sobre Armenia en el conflicto de Nagorno-Karabaj. La situación de la población armenia de la región, que sufre el último bloqueo de Azerbaiyán, se ha deteriorado catastróficamente. Después de la ofensiva, comenzó un éxodo masivo de la población armenia de Nagorno-Karabaj hacia Armenia, cuyo presidente firmó un decreto según el cual aceptaba disolver la autoproclamada “República de Nagorno-Karabaj” el 1 de enero de 2024. "En la situación actual, las medidas tomadas por la comunidad internacional para poner fin a la guerra y resolver la situación son inadecuadas", dijo un comunicado oficial citado por los medios de comunicación. “Teniendo esto en cuenta, las autoridades de la República de Artsaj aceptan la propuesta del comandante del contingente ruso de mantenimiento de la paz sobre un alto el fuego”.

Según se informó, el acuerdo incluye la retirada de las unidades militares y el equipo militar armenios restantes de Nagorno-Karabaj, así como el desarme de las fuerzas de defensa locales. Los combatientes armenios tendrán la oportunidad de abandonar sus posiciones y rendirse. Además, habrían acordado negociar con el gobierno de Bakú la integración de la región a Azerbaiyán. Sin embargo, su país no participó en la elaboración del acuerdo de alto el fuego, pero se tuvo en cuenta la decisión de los responsables en Nagorno-Karabaj, afirmó el primer ministro armenio, Nikol Pashiny.

Poco después del alto el fuego acordado, Azerbaiyán declaró la victoria militar sobre Armenia en el conflicto de Nagorno-Karabaj el 21 de septiembre de 2023. La operación militar había terminado y el control sobre la zona del Cáucaso Meridional volvió a manos de Azerbaiyán en una operación militar de un día, afirmó el presidente Aliyev en un discurso televisado. Representantes del gobierno de Azerbaiyán y los armenios de Nagorno-Karabaj se reunirían ahora para conversar sobre la reintegración del enclave al Estado azerbaiyano. Las Naciones Unidas convocaron a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU en vista de la escalada de violencia en la zona. Mientras Armenia hablaba de una campaña de “limpieza étnica” por parte de las tropas de ocupación, Azerbaiyán justificó sus acciones como una “medida antiterrorista”, lo cual parece ser que ya se ha convertido en un buen pretexto para emprender campañas militares.

La superioridad numérica y técnica de las fuerzas militares azerbaiyanas rompió rápidamente la resistencia armenia. Las fuerzas de Nagorno-Karabaj no tuvieron forma de protegerse contra los ataques de artillería de precisión y de los drones de Azerbaiyán, cuyo ejército violó descaradamente el acuerdo de alto al fuego de noviembre de 2020. Aunque aún no se dispone de información completa, según las imágenes y comunicaciones disponibles del régimen separatista, las fuerzas de Nagorno-Karabaj sufrieron pérdidas muy cuantiosas ante el empuje del enemigo, que al parecer planeó la campaña militar desde hace ya un buen tiempo. Se dice que Rusia negoció las condiciones de la rendición, pero en realidad no hubo mucho en qué mediar, ya que Nagorno-Karabaj se rindió prácticamente de manera incondicional.

Lo que mostró este rápido avance militar de Azerbaiyán es que las tropas rusas que debían proteger las rutas de abastecimiento y evitar un conflicto armado fracasaron estrepitosamente en ambas tareas. La diplomacia rusa, que en el acuerdo de 2020 había jugado un papel determinante, hoy brilló por su ausencia. Supuestamente estaba Armenia bajo la protección rusa, pero el gobierno de Moscú no intervino en lo más mínimo para defender a su aliada, dejando el paso libre a las tropas de Azerbaiyán. Así que Rusia fracasó en sus dos objetivos: no logró garantizar el suministro de alimentos a la población armenia en la región y tampoco evitó la violación del alto al fuego que existía desde 2020. Todo indica que Rusia estuvo de acuerdo con el gobierno de Azerbaiyán, traicionando así a Armenia, país al que supuestamente se había comprometido a defender. 

Así que podemos concluir que sería muy conveniente analizar si Rusia es un socio confiable en esto de firmar acuerdos y respetarlos; aquellos que siguen abogando por motivar a Putin para que se siente a negociar con Ucrania y se logre la paz deberían estudiar el caso de Nagorno Karabaj. Yo no me sentaría a jugar al póker con un tahúr.