La situación actual de los frentes de batalla en Ucrania
12/02/2024
Autor: Dr. Herminio S. de la Barquera y A.
Cargo: Profesor Investigador Escuela de Relaciones Internacionales

En nuestra columna de hoy haremos un breve recorrido por los diferentes escenarios a lo largo del frente de guerra, incluyendo al Mar Negro. El año pasado estuvo caracterizado por la esperada contraofensiva ucrania, que no fue del todo exitosa. Sin embargo, los rusos tampoco avanzaron mucho en todo el 2023, pues se calcula que sólo pudieron ampliar su control sobre territorio ucraniano en no más del 0.15%.

La primera batalla importante en estas últimas semanas está desarrollándose en los territorios de la ciudad de Kupiansk, en donde los ucranios esperan que se lleve a cabo la ofensiva militar rusa de invierno y de primavera en este año. Al parecer, el objetivo que los invasores persiguen es la toma de Kupiansk-Vuzlovy (que es la parte de la ciudad en donde está la estación del tren) y de Kupiansk misma. Los enfrentamientos han sido muy sangrientos, pero la buena noticia es que los rusos prácticamente no han podido avanzar hacia la pequeña ciudad de Synkivka, antesala de Kupiansk, sufriendo una enorme cantidad de pérdidas tanto en hombres como en material, por lo que los expertos hablan de que Rusia ha sufrido, no sólo en este trecho del frente sino en todo el frente ucraniano, un fracaso táctico casi total. Hay que considerar que las tropas del Kremlin han tratado de tomar esta pequeña localidad desde hace ya prácticamente 12 meses; en un principio, los comandantes rusos pensaron que esta sería una tarea fácil, pero no sólo tienen que luchar contra las tropas ucranianas, bien formadas y con una elevada moral de combate, sino que también tienen que sobrepasar los obstáculos que los mismos rusos sembraron para impedir el avance ucranio. La mala noticia es que, al parecer, los ucranios se han concentrado demasiado en defender esta zona, descuidando otras.

La siguiente gran batalla tiene lugar en estos momentos en la región de Lyman, en donde ambas partes tratan de asumir la iniciativa en una situación sumamente inestable. Esta zona es un claro ejemplo de la destrucción que ha sufrido Ucrania no nada más en sus ciudades ni en las vidas de sus habitantes, sino también en sus recursos naturales: los bosques de Lyman están sumamente dañados y destruidos por la acción de la artillería de ambos bandos. En los días recientes, los rusos parecen haber recuperado la iniciativa, y están a unos 2.5 km de distancia del río Zherebets, al que pretenden llegar dentro de unas semanas, pero ese es precisamente el objetivo que tenían a principios de febrero del año pasado. El estancamiento en el avance nos indica que los combates son sumamente sangrientos, y las pérdidas, especialmente rusas, son enormes. Pensemos que, para toda esta región de Luhansk, los invasores han destinado 100 000 soldados, mientras que para región de Bakhmut han enviado 80 000 y para la actual batalla por Avdiivka han destinado a 40 000. En los tres casos, la extensión del frente es más o menos la misma: alrededor de 70 km. 

Una tercera gran batalla está escenificándose en torno a Backmut. Parece ser que los rusos confían en avanzar hasta Chasiv Yar hacia mediados de marzo, lo que significa que aún disponen de unas cuatro semanas. Los combates más encarnizados se están llevando a cabo cerca de Bohdanivka y de Ivanivske; según los soldados ucranios, su principal problema son las enormes oleadas de rusos, que no se detienen ante nada, ni siquiera ante las enormes pérdidas sufridas.

La batalla que más ha llamado la atención de los expertos en las últimas semanas es la de Avdiivka. Al igual que en Kupiansk, los rusos han fracasado en su ofensiva, al grado que los ucranios han retomado la iniciativa. La táctica rusa de reducir todo a cenizas se ha mostrado ahora como contraproducente, pues ahora, en su retirada, los invasores no tienen en dónde buscar refugio. Los rusos tuvieron un gran éxito táctico al descubrir unos tubos de aguas negras, por los que se introdujeron unos dos kilómetros. Sin embargo, no parece que puedan sacar mucho provecho de ello, pues los ucranios ya han localizado por dónde está la salida. Posiblemente, el fétido olor de los rusos saliendo del desagüe los delate. Los ucranianos han localizado ya las casas en donde se localizan los rusos, por lo que emprenden incursiones rápidas con explosivos de alto impacto y las destruyen rápidamente.

La última gran batalla se desarrolla en la región de Kurakhove. Aquí se ha estancado un poco la situación, y todo parece indicar que los ucranianos están en condiciones de seguir repeliendo la ofensiva rusa con éxito. Debido a que el marzo habrá elecciones presidenciales en Rusia, con Vladimir Putin como único candidato, es muy importante que las fuerzas armadas rusas puedan dar buenas noticias, por lo que tienen en mente avanzar a como dé lugar y a cualquier precio. Es por eso entendible que muchos soldados ucranios consideren que resistir las enormes oleadas desordenadas de rusos será la tarea más importante y difícil de este año, o por lo menos de los siguientes 8 o 9 meses.

Dediquemos ahora unos renglones a un acontecimiento de gran importancia en la guerra naval: el 1° de febrero, por primera vez en la historia, un buque de guerra plenamente preparado para el combate fue hundido por un enjambre de drones navales (embarcaciones no tripuladas) coordinados vía satélite: se trata de la corbeta misilera “Ivanovets”, de la armada rusa, que se hallaba en labores de patrullaje, cuando fue sorprendida por unos drones ucranios del tipo “Magura V”. Lo que debemos resaltar de este hecho de armas son las fases de la planeación y de la ejecución; durante este combate fue claro que la corbeta no tuvo ninguna oportunidad frente a los drones enemigos, al parecer 6. El “Ivanovets” era una corbeta de la clase “Tarantul”, un pequeño navío lanzador de misiles, una especialidad de la era soviética: de 50 metros de eslora, desplazaba alrededor de 500 toneladas, pudiendo alcanzar los 42 nudos de velocidad (es decir, unos 78 km/h). De hecho, esta velocidad pudo haberla salvado de los drones, que son casi igualmente veloces, pero no tuvo tiempo de alcanzar su velocidad máxima. El armamento consiste en un cañón de 76 mm, que puede usarse contra blancos de superficie y aéreos, pero que al parecer no entró en acción el 1° de febrero; además, la corbeta contaba con dos cañones rápidos tipo Gatling de 30 mm, para la defensa antiaérea, y numerosos sistemas para la guerra electrónica, pero que no fueron capaces de detener, destruir o desviar a los drones ucranios. El arma más poderosa del navío era un conjunto de misiles antibuque del tipo P-270 “Mosquito”, que obviamente no pudieron ser empleados contra los drones enemigos, pero fueron los que sellaron la suerte del barco, al estallar violentamente debido a la explosión desatada por uno de los drones, justo debajo de la lanzadera de babor; el buque se hundió en segundos. Si bien este combate tiene ya su lugar en la historia de la guerra naval, no podemos pensar que sea de importancia decisiva en la guerra de Ucrania. Para Rusia es un desastre psicológico más, una vergüenza más para su muy lastimada y desprestigiada Flota del Mar Negro.

Para terminar, digamos que la noticia de esta semana fue sin duda que el presidente Wolodymyr Selenzkyj, después de muchos rumores, relevó del mando supremo de las fuerzas armadas ucranias al general Walerij Saluschny, un personaje muy popular y querido no sólo entre la tropa, sino también en la población. Difícil tarea la de su sucesor, el general Oleksandr Syrsky, pues debe preparar la ofensiva de este año, que ojalá sea más efectiva que la del año pasado. Nos acercamos ya al segundo aniversario de la invasión rusa.