Cartas filosóficas parte 1
14/05/2025
Autor: Dr. Roberto Casales García
Cargo: Profesor de Formación Humanista

La presente nota recupera algunos de los trabajos presentados por mis estudiantes de Cultura Occidental y Humanismo Cristiano, primera asignatura de Formación Humanista. El trabajo consistió en lo siguiente: los alumnos debían leer el libro Pensar la vida desde una perspectiva filosófica, escrito por Adolfo Mancera Sandoval y un servidor, y posteriormente escribir una carta a un ser querido, donde compartieran sus reflexiones personales.

Considero, en lo personal, que esta actividad cumplió por completo su cometido, generando reflexiones muy interesantes y pertinentes. Debo decir que estoy profundamente orgulloso de mis estudiantes, razón por la que me gustaría compartir algunas de sus cartas. Dado que me llegaron más de 50, decidí compartir, con permiso de sus autores, sólo una muestra representativa de estos trabajos, a fin de invitar a toda la comunidad a reflexionar con nosotros.

Carta 1

Querido lector:

Quiero contarte sobre un libro que acabo de leer. El libro se llama: Pensar la vida desde una perspectiva filosófica. Reflexiones intempestivas, y fue escrito por Roberto Casales García y Adolfo Mancera Sandoval. Esta obra es una compilación de cartas que nos invitan a un viaje filosófico profundo y diverso, abordando temas que van desde la naturaleza de la filosofía y su relación con la academia, hasta cuestiones existenciales como el amor, la individualidad y el sentido de la vida en el mundo contemporáneo.

Los autores nos llevan de la mano a través de una serie de cartas en donde cuestionan el papel de la filosofía en la sociedad actual. En mi opinión, el libro logra destacar la importancia de la reflexión filosófica en la vida cotidiana, normalizando la idea de que la filosofía es una disciplina abstracta y alejada de las preocupaciones reales de las personas. Los autores demuestran que la filosofía puede y debe ser una herramienta para comprender nuestra existencia, para analizar críticamente el mundo que nos rodea y para buscar respuestas a las preguntas fundamentales que nos planteamos como seres humanos.

A medida en que se va desarrollando la plática entre los autores se abordan con profundidad temas como el individualismo, el amor y el sentido de la vida. Reflexionan sobre la creciente tendencia al individualismo en las sociedades contemporáneas y sus consecuencias negativas, como lo es la indiferencia, la exclusión y la pérdida de la comunidad. También proponen el amor como un valor fundamental para construir relaciones significativas y encontrar un sentido trascendente a la existencia.

En varias partes del libro los autores discuten cómo nuestra sociedad parece estar volviéndose cada vez más individualista. Esto significa que las personas se enfocan más en sí mismas, en sus propias necesidades y deseos, y menos en los demás o en el bien común. Como alguien que está tratando de entender todo esto, me da un poco de miedo pensar en el individualismo. Siento que ya veo mucho de eso a mi alrededor. La gente está muy metida en sus teléfonos, a veces parece que a nadie le importa lo que le pasa al vecino, y hay mucha competencia en lugar de colaboración.

Me preocupa que, si seguimos por este camino, perdamos algo muy importante: la comunidad. Para mí, la comunidad es ese sentimiento de pertenecer a algo más grande que uno mismo, de tener personas con las que puedes contar y de trabajar juntos por un objetivo común.

Mi postura es que necesitamos encontrar un mejor equilibrio entre el individualismo y la comunidad. Creo que es importante que cada persona tenga libertad y pueda perseguir sus propios sueños, pero no a expensas de los demás.

  1. Los seres humanos somos seres sociales. Necesitamos conexión y apoyo para ser felices y desarrollarnos plenamente.
  2. Una sociedad individualista puede llevar a la soledad, la desigualdad y la falta de solidaridad.
  3. Fortalecer la comunidad nos beneficia a todos. Cuando trabajamos juntos, podemos lograr cosas que serían imposibles de forma individual.

Todavía no sé cómo lograr este equilibrio perfecto, pero creo que es una pregunta muy importante que debemos hacernos.

En conclusión, Pensar la vida desde una perspectiva filosófica. Reflexiones intempestivas es un libro que invita a la reflexión profunda y al diálogo. Su lectura nos anima a cuestionar nuestras propias creencias, a analizar críticamente el mundo que nos rodea y a buscar un sentido más pleno a nuestra existencia. Recomiendo mucho este libro a todos aquellos que deseen explorar las grandes preguntas de la vida desde una perspectiva filosófica y a quienes buscan una filosofía que sea relevante y transformadora.

Espero que esta carta les haya dado una idea del rico contenido de Pensar la vida desde una perspectiva filosófica. Los invito a leerlo y a formar sus propias opiniones.

Atentamente:

Vannia Iran Morales Cuervo

Carta 2

Querido Andrés:

Te escribo de manera distinta de cómo lo hago habitualmente, y seguro te preguntarás por qué he elegido escribirte una carta. Esto tiene una respuesta sencilla. En una de mis clases de la universidad, el doctor que imparte la materia nos ha compartido su libro titulado “Pensar la vida desde una perspectiva filosófica”. Este libro es diferente a muchos de los que hemos leído, pues es una conversación mediante cartas: una conversación honesta, humana y cercana entre los autores sobre temas que todos vivimos, pero muy pocas veces nos detenemos a pensar realmente.

Mientras lo leía no podía parar de pensar e imaginar cómo serían nuestras conversaciones si los dos compartiéramos estas ideas. Me encantaría que lo leyeras -no te sientas obligado a hacerlo-, pues sé que te puede gustar porque eres alguien que siente con profundidad y tienes curiosidad por la vida, ya que siempre te haces preguntas que a veces no tienen respuesta.

En una parte del libro los autores describen el amor no como posesión, sino como reconocimiento del otro en su libertad. Esto me hizo pensar en nosotros, en cómo hemos aprendido mucho durante la relación, respetando nuestras individualidades. En otra de las cartas, los autores hablan sobre la muerte, no con miedo, sino como una oportunidad para valorar el presente, para preguntarnos qué huella queremos dejar en el mundo que nos rodea y con quién queremos compartir nuestro tiempo más valioso. Leyendo esto, mi mente solo podía pensar en ti.

Una de las cosas que más me gusto del libro es que no da respuestas cerradas, sino que te empuja a reflexionar sobre ti, a pensar más allá de lo inmediato. Considero que, si lo lees podemos compartir una conversación igual de profunda que nos conduzca a conocer nuestros pensamientos: sería como abrir una puerta más a nuestra relación, no solo para hablar de nuestro día a día o hacer planes, sino para compartir pensamientos sobre la vida que tenemos y la que esperamos.

Esto sería una experiencia nueva para nosotros: intercambiar lo que hemos reflexionado durante la lectura y hablar de temas que no decimos por costumbre, por prisa o por miedo. Sé que una perspectiva filosófica puede ser abstracta, pero también puede ser amorosa cuando lo aplicamos a la vida cotidiana, donde buscamos comprender, crecer y amar con más conciencia.

Este es el motivo de mi carta, pues aunque quizá nunca terminemos de comprender del todo lo que significa la vida, el amor, la felicidad o la muerte, lo valioso aquí es está en atrevernos a pensarlo, a sentirlo o hablarlo con quienes amamos. Si algo he aprendido con este libro es que la vida no se trata solo de pasar por ella, sino de detenernos a mirarla de frente, con preguntas, con dudas, con pasión. Si juntos nos damos el tiempo de pensar y repensar lo que sentimos, lo que vivimos y lo que queremos, entonces estoy segura de que vamos por un camino que vale la pena.

Con amor, siempre,

Emired Suárez Flores