En un equipo deportivo o un conjunto de atletas existen principalmente tres tipos de atletas; atletas de alto rendimiento, atletas sociales y atletas ocasionales. De la manera como abordan el entrenamiento y las competencias es que como entrenador nos damos cuenta a cuál conjunto pertenece cada uno de los integrantes. Como dice el dicho mexicano "En la forma de agarrar el taco se conoce al que es tragón". Dime como entrenas y te diré que resultados tienes.
Los atletas ocasionales; tal cual lo describe su nombre, son atletas que hacen actividad deportiva de manera intermitente sin una rutina o un entrenamiento estructurado. Son personas que hacen ejercicio más por una cuestión de mantenerse activos o disfrutar la actividad.
Su motivación depende de su estado de ánimo, el clima, algún evento social o dependiendo de dónde se realizará la actividad es como se animan a acudir. Sus sesiones de entrenamiento no las llevan a una intensidad que los incomode; realizan la actividad en un tono que no les cause esfuerzo sino que los mantenga en una zona de confort; que les sea placentero.
Estos atletas tienen un mayor riesgo de lesión ya que no han trabajado adecuadamente, tienen lapsos intermitentes de actividad y cuando regresan motivados suelen hacerlo pensando que la condición obtenida anteriormente no se ha modificado. Estos atletas no llegan a una excelencia técnica ya que para ello se necesita realizar el mismo movimiento durante años para llegar a lo más cercano de la perfección en la disciplina que se realice.
Son atletas que no tienen mucho interés en su rendimiento, lo hacen solo por el disfrute sin enfocarse en sus marcas personales, ni la competencia, su interés se dirige en la experiencia y la recreación.
Los atletas sociales; son atletas que se caracterizan por sus buenas relaciones personales e integración con diferentes contextos sociales, utilizando el deporte para conocer gente, interactuar y hacer lazos de amistad. La mayor motivación de estos atletas son los lazos que forman y su deseo de pertenencia más que su rendimiento deportivo.
En estos tiempos de redes sociales; son los atletas que están más atentos por el contenido que suben para sus seguidores o sus redes que en la mejora de su ejecución. Son los que no hacen la práctica sin tomarse fotos o videos; su atención está más enfocada en ser vistos o reconocidos socialmente que en la mejora de su rendimiento físico. Recordemos que hoy en día las redes sociales muestran una “realidad aparente”; no siempre el que tiene más likes es el atleta que tiene mayor rendimiento.
Para estos atletas el deporte es una herramienta para crear conexiones o lazos y como un desarrollo personal. Su rendimiento no es su meta principal, más bien es la convivencia, los viajes, la experiencia y la plática; su participación deportiva apunta más al cómo son percibidos socialmente o su atención está más enfocada a quien se van a encontrar en la competencia que enfocarse en su desempeño deportivo.
En resumen el atleta social se refiere a aquellos deportistas que priorizan la amistad y las relaciones sociales en su práctica deportiva, encontrando en su entorno una fuente de motivación y satisfacción a diferencia de aquellos enfocados exclusivamente en el rendimiento deportivo.
Los atletas de alto rendimiento; son los atletas que muestran mayor disciplina en la ejecución del entrenamiento, cumplen con el horario de las prácticas y otorgan prioridad a sus metas deportivas. La regularidad en su entrenamiento y su dedicación son esenciales; no importa que tan motivados o agotados se sientan, saben que el trabajo constante es lo que los llevará al éxito.
Su rendimiento no solo es desde el punto de vista deportivo; mentalmente son atletas muy tenaces, constan de una resiliencia ante las adversidades y con una habilidad para sobresalir ante dificultades y superar los fracasos. Estos atletas gozan de una serenidad y enfoque incluso en momentos de mucha tensión. Esta destreza los hace salir de momentos adversos, ya sea de una derrota o una lesión, saben que están expuestos a momentos difíciles, pero eso no cambiará su objetivo principal. Otra gran ventaja que tienen estos atletas es la visualización; tienen la capacidad de repasar mentalmente sus movimientos y ejecuciones, pueden imaginar lo que van a ejecutar y eso hace mucha diferencia en la práctica.
Estos deportistas están dispuestos a escuchar todo aquello que le implique mejorar, se ajustan a nuevas técnicas, tácticas y circunstancias; son grandes aprendices siempre buscando mejorar sus capacidades. Se adaptan a distintas circunstancias como; condiciones meteorológicas desfavorables o distintos estilos de juego.
Su compromiso con sus metas no se limita a las horas de entrenamiento; fuera de la pista optan por prácticas más saludables o favorables como mantener rutinas de sueño, alimentación y hábitos que los ponen en ventaja de sus rivales. Saben que un entrenamiento es integral y que todo es disciplina que se verá reflejado en su rendimiento.
Dicho esto; ¿con cual atleta te identificas?