Creo que todos hemos notado cómo las redes sociales nos han brindado un espacio en el que podemos manifestar una opinión de una forma distinta a cómo haríamos de estar frente a frente con la persona con quién hablamos. Y con distinta me refiero a agresiva.

En Facebook sabemos que no importa lo que escribamos en los comentarios, difícilmente llegará a algo más que una notificación en el celular. Así que nos sentimos con la confianza de escribir lo que sea a un completo desconocido que está en desacuerdo con nosotros.

Además, el negocio de las Fake News está creciendo y cada vez es más fácil encontrar "noticias" y opiniones que vayan de acuerdo a lo que nosotros pensamos sin necesidad de que sea cierto, pero aun así no dudamos en compartirlo. Por ello, el ambiente en la zona de comentarios tiende a ser hostil, y eso representa un atractivo para algunas personas.

Hace unos meses hubo una noticia que hizo mucho ruido en la prensa nacional pero también en las redes. La explosión de un ducto en Hidalgo, que hasta el momento ha dejado un saldo de 109 fallecidos. Cuando me enteré de la noticia pensé que era un hecho muy lamentable, muchísima gente herida, asustada o llorando a los muertos. Sin embargo, mucha gente tanto en Twitter como Facebook, parecían celebrar, con mucho o poco entusiasmo, el "merecido" resultado de robar hidrocarburos.

No pretendo defender el crimen, ni argumentar que la gente roba por necesidad, eso es una decisión personal independiente de la condición económica. Pero sí me llamó la atención la total falta de empatía manifestada por varios, sino es que la mayoría, de los usuarios. Compartiendo videos de gente corriendo, gente en llamas, gritos y lamentos. Insultando a los fallecidos porque se lo buscaron, etc.

¿Qué necesidad tenemos de compatir publicaciones tan llenas de odio y agresividad? Cuando supe que los familiares de las víctimas estaban pidiendo una indemnización, pensé que no tenía sentido. Sin embargo en ningún momento creí correcto ridiculizarlos ni agredirlos a través de una opinión propia o ajena. Incluso me llegué a topar con la imagen de un perro calcinado a quien llamaban "la única víctima de verdad".

Es improbable que las opiniones manifestadas lleguen directamente a quien están dirigidas, ¿Entonces por qué lo hacemos? ¿Qué ganamos con ello? La psicología humana es demasiado compleja, y no siempre el saber que algo está mal significa que no lo haremos, es un hecho que va más allá de los crímenes serios. Todos sentimos dolor, miedo, alegría y enojo, pero no podemos esperar que todos reaccionemos de la misma manera y menos de la "manera correcta" porque cada quien tiene una opinión distinta sobre lo que es correcto.

Creo que no estaría demás intentar ser un poco más empáticos en un mundo sumido en tantos problemas.