Un poema de José Emilio Pacheco dice:(…) soy y no soy aquel que te ha esperado en el parque desierto una mañana junto al río irrepetible adonde entraba (y no lo hará jamás, nunca, dos veces) la luz de octubre rota en la espesura.
Algo que admiro de los escritores es su capacidad de adentrarse a la filosofía desde una perspectiva más libre. Quizá, el hecho de expresar con palabras no técnicas los grandes enigmas de la vida o, los complejos y delicados sistemas filosóficos los vuelven más cercanos a la visión beatífica de la verdad. No se rigen por una prosa sólita y espaciada. Vuelan sus idas y regreses a través de renglones ilimitadamente finitos plasmando en ellos un cosmos de sabiduría.
En este aspecto quiero destacar el trabajo de Pacheco en la mayoría de su obra, retomando la tesis de Heráclito sobre el suspiro que representa el mundo. A lo cual, quisiera evocar algunas ideas. Más tarde elogiaré a Sor Juana Inés sobre un poema excelso en dónde explica, de forma magistral algunas ideas aristotélicas.
Quizá, Heráclito ha sido de los más grandes pensadores presocráticos. En su búsqueda por buscar la verdad del mundo halló la mayor de las sentencias: el irremediable cambio, la ida sin regreso.
Pareciera algo muy común, si voleamos en retrospectiva nos daremos cuenta que, por mucho que queramos, los años de secundaria, prepa e inclusive los de hace unos días son meras confusiones de la memoria. El cambio pareciera que es lo más evidente, al menos así lo veía Aristóteles cuando lo explica en su libro Física. Pero hay que saber, de cambios a cambios.
Heráclito apostaba por la idea de un cambio totalmente radical. Nadie entre dos veces al mismo río. Es decir, nadie es dos veces el mismo. Las personas cambian, es muy claro. Desde su apariencia física hasta la mental. Parece que llamamos madures a eso que notamos cambiante, decimos que alguien es maduro cuando no se comporta como niño, decimos que es maduro cuando toma decisiones “correctas”, alguien es madura cuando escoge café por leche con chocolate. Los signos externos nos indican un verdadero cambio dentro de la persona.
Es difícil de entender cómo es que a veces las personas pueden o no cambiar tan radicalmente. Es muy común, sobre todo en la universidad, cuando nos encontramos a un amigo de la preparatoria. A veces pareciera que nunca lo conocimos del todo, que ahora su personalidad es distinta, sus amistades son todo lo contrario a las personas con las que se llevaba en preparatoria o secundaria; desde la forma de vestir y pensar descubrimos a una persona totalmente diferente. También ocurre todo lo contrario con algunas personas.
Tenemos esta expresión tan chistosa de las personas mayores que reza “como se conserva el canijo, está igualito”. Mientras unos apenas son la sombre de lo que fueron otros, son una viva imagen de ese pasado que no volverá.
En una realidad más cercana a nosotros, si nos ponemos a reflexionar sobre nuestro pasado, nuestra historia, nos asombraremos al descubrir que somos unos perfectos extraños. Hemos desarrollado gustos y disgustos muy variados durante todo este tiempo. Somos tan ajenos a nosotros que parece imposible que seamos la misma persona que ahora está leyendo esto.
Soy y no soy. ¿Quién soy en realidad?
Por: Paco rubín
La RES RESpiraba el aire.
Se alimentaba del pasto RESeco de la granja donde RESidía –o donde la RESguardaban-
Cabe RESaltar que un día RESbaló con la RESina que había en el establo, y como RESultado tuvo una lesión, aunque afortunadamente pudo RESolver su estado de salud.
Sin embargo, un día se RESfrió y debió RESguardarse nuevamente. No le quedaba más que la RESiganación.RESumiendo, pasó el tiempo, la RES maduró.
Y a REServa de lo que piensen ustedes lectores, debo contar el RESto de esta historia:
Cuand la RES estaba en su máximo RESplandor, el ganadero, sin RESpeto alguno, acudió a ella para su trágico final.
La RES REZaba para que fuera RESpetada, pero por más que se RESistió, nadie acudió a su REScate. Terminó en el REStaurante donde quien la comía acompañaba su RESaca con tremendo crte de carne.
La RES no terminó ahí su vida, puesto que RESucitó en los RESiduos… (no seguiré amable lector, por RESpeto)
(Todos los derechos REServados)
Publicación a cargo de la Lic. Yolanda Jaimes Vidal, Coordinadora de Comunicación InternaGrecia Juárez Ojeda, DirectoraCristhian Adal García Hernández, Subdirector, Jefe de InformaciónJesús Del Pozo Sotomayor, Jefe de FotografíaEric Contreras Santos, Jefe de Fotografía DeportivaArlette Sánchez Santos, Editora
ReporterosDafne Ixchel Agüero Medina, Jefa de Sección/CulturaGibsy Sagrario Gonzalez Garcia, Reportera de Proyectos de Impacto Social
OpiniónGrecia Juárez Ojeda, ColaboradoraCarolina Méndez, ColaboradorItzel Reyes Camargo, ColaboradoraRoberto Carlos Pérez Hernández, ColaboradorCristhian Adal García Hernández, ColaboradorJesús Del Pozo Sotomayor, ColaboradorRocio García González, ColaboradoraDiego Efrén Torres Fernández, Colaborador
Diseño y Edición GráficaMa. Fernanda Bretón Vega, CoordinadoraMayra Renne Beltrán Garay, Jefa de DiseñoAmanda Jimenez Cardenas, Jefa de DiseñoMaria Teresa de Jesus Guendulain, Jefa de DiseñoAzalea Hernandez Morales, DiseñadorAzalea Hernandez Morales, Maria Jose Guitierrez Arcega, Miguel Lopez Rosete, Aldo Arturo Gonzalez Ávalos, Rose Mary Susana Figaredo Ilustradores
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