¿Cómo han estado? Espero que hayan hecho su tarea de aceptar la situación cuando no salen como uno planea… a decir verdad a mí me costó un poco, pero cuando lo logré fue muy hermoso, encontré como esa paz. Pero bueno, esto no importa mucho. El tema de hoy del cual quería escribir desde hace una semana es el amor propio.

Muchos expertos en este tema hacen la analogía de que el amor propio es como un músculo que se debe estar ejercitando constantemente. Y esto se puede lograr haciendo cosas por nosotros mismos y no por alguien más -que ojo, el hacer algo por alguien más igual es amor y no está mal. Sin embargo, hablaré de eso otro día- . También podemos definir el tema de hoy como un agregado de valor hacia nuestra persona.

Pero seguro existe aún esta pregunta ¿de qué me sirve el amor propio? Y pues bueno, uno de los tantos beneficios que hay es el poder estar en un estado dónde solo estás tú y tus necesidades, es decir, que descubres que es lo que realmente necesitas, piensas y sientes, estos tres niveles van a permitir que encuentres el camino para tener paz y calma contigo mismo.

Otro beneficio (muy importante, al menos para mí) que se puede tener es el poder establecer límites. Con esto nos referimos a una palabra que nos cuesta mucho decir, es la palabra “NO”. El problema de esto está en no saber cuando decir no, sin embargo, es mucho más fácil de lo que uno cree.
Debes decir no cuando la acción que se te pida te afecte emocional o físicamente. Un ejemplo bastante fácil es cuando un amigo o amiga te pide un favor después de que se quejó o cuando terminó de halagarte mucho. Tienes que sopesar si ese favor lo puedes hacer o no, si es algo que no quieres hacer porque no sabes cómo hacerlo, di NO; si el favor que te pide es que hagas uno de sus deberes, pero tú no te sientes bien con ello, di que NO; si te pide que saques a pasear a su perro y tu adoras a su perro (y además tienes tiempo) entonces di que sí.

El punto al que se quiere llegar con el decir ‘NO’ es que no es ser grosero, al contrario, es una muestra de amor que lo haces para ti.

El último beneficio con el que quisiera que se quedaran es el…poder perdonar a ti mismo. Cuando cometemos un error, nos castigamos de una manera horrible, por ejemplo, yo repruebo un examen y me castigo diciéndome “los viernes no vas a salir y te vas a dedicar a estudiar más” y me pierdo de un viernes que pude salir a distraerme. Así que sí, tengo que estudiar más, pero tengo que dejar que las cosas fluyan y mejorar sin ser cruel conmigo porque soy humano y a veces se reprueba por razones de fuerza mayor.

Esta semana no voy a dejar tarea, solo que busquen más en internet porque es un tema bastante largo y los puede llevar a cosas más interesantes (esta bien, mentí, sí es una tarea, pero muy pequeña). Esto lo hago porque parece a veces insignificante, pero la verdad es que es la base de estar bien mentalmente.

Si quieren desahogarse o simplemente que alguien los lea pueden escribir a mi página de Facebook Roberto Cuautle. Y pues nada…nos hablamos en la próxima nota.