Seguramente has escuchado el refrán “el que persevera alcanza” aunque en realidad ¿qué quiere decir? La perseverancia implica saber que todo lo que vale merece un esfuerzo pero, desafortunadamente tanto el esfuerzo como la cultura del éxito se han vuelto irrelevantes, ahora las personas quieren trabajar menos y obtener una recompensa.

Perseverar se refiere a mantenerse constante en lo que se ha empezado, así como en una manera de ser y proceder. Por ello, la disciplina y la motivación tienen un papel importante para lograr las metas.

Una persona perseverante con su fuerza de voluntad convierte en realidad sus anhelos, además, termina lo que decidió iniciar, es optimista a pesar de las adversidades, domina sus miedos y temores para avanzar, actúa con determinación para atreverse a explorar lo desconocido, es paciente porque sabe ejecutar paso a paso sus tareas, no se conforma y hace su mejor esfuerzo para entregar resultados de calidad.

Es fundamental reconocer cuándo perseverar y hasta qué punto, ya que existen situaciones que solamente quitan energía, tiempo y no dan resultados productivos. Por lo tanto, debes evaluar si lo que estás por emprender será de utilidad o lo mejor es desistir.

Otro aspecto a considerar es la autoestima, todos los seres humanos tienen la capacidad de llevar a cabo las tareas que sean necesarias para alcanzar sus metas, lo único que requieren es confiar en sí mismos y no darse por vencidos a la primera si no se obtienen los resultados que esperan. Al final, todo esfuerzo tiene una recompensa.

Por último, es indispensable rescatar el valor de la perseverancia, que conlleva la enseñanza de la disciplina, voluntad, compromiso, paciencia, fortaleza, autonomía, confianza, entre otros. No se puede solamente querer obtener los resultados sin haber participado en el proceso.