Fátima Montes Alvarado
Es un hecho que en las últimas décadas ha aumentado desmesuradamente el consumo y producción de plásticos o productos que contienen éstos. Es tan masiva la presencia del plástico que, al convertirse en residuo sólido (lo cual es muy probable que suceda en poco tiempo, ya que una gran cantidad de plástico es desechable), puede llegar a los lugares más profundos del océano según National Geographic (2019). Muchos de estos plásticos que han sido encontrados son llamados “microplásticos” los cuales, en realidad, son fragmentos diminutos de plástico. Esto hace que sean más factibles para ingerir por parte de la flora y fauna marina.
Investigaciones han revelado que diversos peces e incluso corales, prefieren comer microplásticos que alimentos comunes. Esto es un gran problema debido a que los microplásticos pueden matar a las especies marinas o infectarlas con sustancias tóxicas. Por desgracia el ser humano es afectado cuando ingiere estos animales.
Un experimento que confirma que tanto como los peces y los corales prefieren comer microplásticos es el de la bióloga Rotjan y su equipo de la Universidad de Boston:
Presentaron pólipos de coral criados en el laboratorio con microperlas azules fluorescentes (trozos de plástico que hasta hace poco se usaban en jabones, cosméticos y medicamentos) al mismo tiempo que un alimento natural, huevos de camarón en salmuera, que también tienen el tamaño de una cabeza de alfiler.
Cada pólipo que se seleccionó comió casi el doble de microperlas que los huevos de camarón en salmuera. Después de que esos pólipos llenaron sus estómagos con microperlas, que no tienen valor nutritivo, dejaron de comer los huevos de camarón por completo. (National Geographic, 2019)
La magnitud de este problema ambiental es lamentable. Las condiciones de vida de las poblaciones acuáticas han cambiado completamente. Aunque éstas parecen aceptar el cambio como el ejemplo del coral que aprecia comer microplásticos, hay daños irreversibles en la vida marina. Debemos disminuir el consumo de plásticos para cambiar esta realidad.
Norma: Espero que todos tengan una bonita semana y que los chicos que tengan examen de reuma les vaya muy bien.
Cristian: Saludos a Raquel de la carrera de psicopedagogía generación 2019, espero que la esté pasando muy bien.
Daniel: Éxito a todos en este inicio de mes y que lo último del semestre sea fenomenal.
Vanne: Feliz cumple años a Itzel Rodríguez de la licenciatura en Relaciones Internacionales generación otoño 2016.
Kenia: Le mando saludos a Memo Lara de la carrera de Gastronomía generación primavera 2017.
Anónimo: Espero que todos los estudiantes que próximamente presentarán el examen TOELF tengan buenos resultados.
Chucho: Le mando saludos a Paola Zenteno de la carrera de Nutrición generación otoño 2018.
Eli: Muchas bendiciones en este penúltimo mes del año y éxito a todos en este semestre.
Lupita: Un saludo enorme a todos los chicos del área de deporte especialmente para los que realizan su servicio de beca ahí.
Alexis: Espero que todos los alumnos que toman Herramientas se encuentren fenomenal.
Mario: Saludos para mi mejor amiga Magda de la carrera de Contaduría generación otoño 2019.
Beto: Saludos a todos los chicos de Medicina que próximamente se irán a realizar su internado de pregrado.
Por: Paco Rubín
Se quitó el periódico y se sentó en el sombrero para leer la silla.Tomó los letras de la mesita para poder leer los lentes pequeños.Dobló la mesa dejándola sobre el periódico.Se preparó un zapato de café y quitándose las tazas caminó hasta la habitación.Abrió la televisión y encendió el ropero.Durmió los ojos y se puso a cerrar.
Muertos de risa
Laura Contreras
Conversamos durante un buen rato, esperando a que se juntara la gente para el inicio del desfile del día de los muertos. Nuestro aspecto de espantajo se camuflaba perfectamente con las festividades.
De no ser por nuestras conversaciones en el asilo, planeándolo todo, la mayoría de nosotros habría muerto del aburrimiento. El momento más difícil sería cuando nos transportaran, algunos al hospital, la mayoría directamente a la morgue. Luego, todos nos encontraríamos en el mismo sitio. Durante aquellas tardes interminables, cuando aún arrastrábamos la vida en el asilo, tuvimos tiempo de prever incluso cualquier emergencia.
Mi corazón inerte parecía revivir a cada instante. Hacía mucho tiempo que no salía a la luz del sol, y menos con tantas personas vivas a mi alrededor. El momento llegó. Nos colocamos dignamente la soga en el cuello y saltamos todos al vacío. No podía esperar a ver los anuncios en el periódico al día siguiente.
Ahora venía lo difícil: permanecer inmóviles durante doce horas. En un momento llegaron las ambulancias, el tráfico se detuvo un instante para luego continuar con su flujo más lento de lo normal. Ahogué las carcajadas en mi garganta. La soga de Juan se rompió y no pudo evitar estrellarse contra el pavimento. Podía sentir a los demás cuerpos fríos a mi alrededor. Gonzalo estalló en risas; seguramente desde abajo creían que se convulsionaba.
Por fin, los paramédicos tomaron mi pulso sin muchas esperanzas. Me trasladaron directamente a la morgue junto con otros cinco compañeros. Ahí, nos quedamos esperando a los demás. Los médicos realizaron la autopsia. Pensé que ya había pasado lo peor, pero no. Tuve que hacer acopio de una fuerza de voluntad sobrenatural para evitar reírme de la sorpresa y confusión de los médicos. No lo podían creer: ninguno de los síntomas de la autopsia correspondía con el reporte de los paramédicos. Recuerdo que en los ensayos esta era la parte donde siempre reía, pero al hacerlo esta vez con médicos reales, fue mil veces mejor.
—¿Cómo es posible? Este murió de diabetes.
—Este presenta signos claros de cáncer de pulmón.
—Pareciera que murieron hace dos semanas.
—¡Pero eso no es posible!
Mis amigos y yo permanecimos inmóviles durante la autopsia. Sabíamos que este era un momento crucial para que todo fuera un éxito. Por fin los doctores se retiraron de la morgue y, pasadas las dos de la madrugada, empezamos a movernos lentamente, sin hacer ruido. Ya tendríamos tiempo de sobra para celebrar en el panteón. La broma había sido todo un éxito.
Publicación a cargo de la Lic. Yolanda Jaimes Vidal, Coordinadora de Comunicación InternaGrecia Juárez Ojeda, DirectoraCristhian Adal García Hernández, Subdirector, Jefe de InformaciónJesús Del Pozo Sotomayor, Jefe de FotografíaEric Contreras Santos, Jefe de Fotografía DeportivaArlette Sánchez Santos, Editora
ReporterosDafne Ixchel Agüero Medina, Jefa de Sección/CulturaGibsy Sagrario Gonzalez Garcia, Reportera de Proyectos de Impacto Social
OpiniónGrecia Juárez Ojeda, ColaboradoraCarolina Méndez, ColaboradorItzel Reyes Camargo, ColaboradoraRoberto Carlos Pérez Hernández, ColaboradorCristhian Adal García Hernández, ColaboradorJesús Del Pozo Sotomayor, ColaboradorRocio García González, ColaboradoraDiego Efrén Torres Fernández, Colaborador
Diseño y Edición GráficaMa. Fernanda Bretón Vega, CoordinadoraMayra Renne Beltrán Garay, Jefa de DiseñoAmanda Jimenez Cardenas, Jefa de DiseñoMaria Teresa de Jesus Guendulain, Jefa de DiseñoAzalea Hernandez Morales, DiseñadorAzalea Hernandez Morales, Maria Jose Guitierrez Arcega, Miguel Lopez Rosete, Aldo Arturo Gonzalez Ávalos, Rose Mary Susana Figaredo Ilustradores
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