Con los oscares cerca, Bong Joon Ho quizá sea un nombre del cual no has escuchado mucho, pero esperemos pronto lo hagas, pues en su trayectoria como director; sus discursos transgresores apuntan a relatos sociales incapaces de dejarte con la conciencia tranquila.
 
Hoy toca hablar de esta cinta, de la cual, seguramente has escuchado hablar: la película surcoreana ganadora de la palma de oro que, EN SERIO debes ver si aún no la has visto.
Parásitos se trata de una cinta que, sofisticada y exquisita, establece una dura sátira sobre las clases sociales y su lucha diaria, todo bajo el característico ojo de este gran director.
 
Quizá ahora mismo pienses que es un tema “de hueva” pero en verdad no hay nada que valga la pena perderse de ésta película, no solo porque su historia aborda una realidad que aunque plasmada en la sociedad coreana, está presente en todas y cada una de nuestras culturas.
 
La cinta narra la historia de una familia de los estratos sociales más bajos, que literalmente por azares del destino, encuentra una forma de infiltrarse poco a poco en las esferas más altas, trabajando para una familia acaudalada.
No solo su forma narrativa es increíble, sino que su técnica maestra te sumerge poco a poco en temas delicados y fuertes, llevándote de la mano en un camino que transita entre múltiples géneros cinematográficos en una de las formas más bellas jamás vistas, pasando de la comedia ligera, al suspenso y al melodrama.

A su vez no hay un detalle ni sonoro ni fotográfico que pase desapercibido, pues incluso en sus aspectos más sutiles, cuenta con metáforas de la vida y las aspiraciones de sus personajes que terminarán por revolver tu parte humana más profunda, y es que ese es justamente su mayor acierto, pues su intención (contraria a las películas de superhéroes) no es la de distraerte, es acercarte a tu realidad y vivirla, pero sobre todo enfrentarla y enfrentarte, vistiendo, durante poco más de dos horas, la piel de estos personajes con múltiples aristas y caras que te harán relacionarte con ellos.
 
Esta película deja un gran sabor de boca y una gran interrogante, como su mismo director lo dijo "Una vez que superen la barrera de los subtítulos, se encontrarán con muchas más películas increíbles". Es una de las primeras veces que una cinta del otro lado del mundo llega a nuestras salas, mayormente acaparadas por producciones estadounidenses; y es por ello que, descubrirla, es descubrir un mundo donde las posibilidades son infinitas, y donde la realidad no conoce límites como el idioma, la raza o los colores.
Entonces sin más por el momento, pregúntate, ¿qué tanto del mundo me estoy perdiendo sin ver esta cinta? Y ¿cuánto más hay por descubrir? Y dicho esto, corre a verla a tu sala de cine más cercana.
 
Se ha dicho que esta película tendrá una adaptación a serie hecha por HBO (nuevamente estadounidense) pero espero que tras verla, compartas la misma opinión que yo: que su magia radica en ser lo que es ahora. ¿Qué piensas? Siempre digo que hay que apoyar al cine nacional, pero creo que para complementar, sería necesario decir que apoyemos al cine de lugares remotos, que nos ayuden a expandirnos, porque finalmente, el cine es una herramienta más para descubrirnos y conectar los unos con los otros.