Ana Karen Ortega Villegas es una de las águilas de la UPAEP que voló para conocer y vivir una experiencia de intercambio en Holanda con una beca del 100%. Actualmente cursa el 8vo semestre de Administración Financiera y Bursátil, pero su intercambio lo planeó desde el inicio de la universidad, contemplando el plan de estudios e investigando.

El proceso para realizar su intercambio empezó casi un año antes de irse, pues tuvo que tramitar su certificado de inglés, visas, elegir las materias que iba a cursar y pedir sus apoyos financieros. Una vez que todo estuvo en orden, pudo irse a la universidad de Fontys International Business School. Durante su estancia allí, cursó cinco materias, una de ellas en neerlandés, siendo esta la materia que más disfrutó.

Salir del país sola implicó un gran reto para Ana, por lo que al principio sintió un poco de miedo por el desconocimiento de una ciudad nueva, pero cuando inició clases allá, no sintió un cambio tan drástico ya que le dieron un curso de inducción en su universidad, el cual consistió en un paseo por bicicleta, con el cual pudo darle un primer vistazo a la ciudad.

“Cuando nos dieron la bici yo estaba muy emocionada, pero fue un recorrido de más de media hora. Lo que me impresionó de allá fue la educación vial que tienen, porque hay semáforos para bicis, para peatones y para carros”, contó Ana Karen.

El cambio escolar no le costó tanto trabajo a excepción de los trabajos en equipo y las pocas tareas, por lo que los exámenes durante el semestre, eran los más importantes. A pesar de esto, sintió mucho apoyo de los profesores que comprendieron la situación de una estudiante de intercambio; sin embargo, pese a la diferencia de sistema educativo, Ana se sintió bien preparada con todo lo que había aprendido antes en UPAEP.

Por el lado de la vida social, para la estudiante no fue complicado el socializar con sus compañeros de salón gracias a que le ayudaron con sus dudas en clase y la integraron no solo en el ámbito escolar, sino también fuera de él, donde también tuvo la oportunidad de conocer muchísimas culturas y aprender un poco de sus idiomas.

Ana se fue con poco conocimiento de Holanda, casi con los ojos a ciegas, por lo que se sorprendió al ver la calidad de vida en el país bajo, con pocas horas de trabajo al día, la seguridad, además de la importancia de la bicicleta como medio de transporte y su es casa gastronomía. Esto le mostró a Ana que las personas en ese país viven para disfrutar su vida haciéndolos alegres y amables con las personas que vienen de fuera.

La estancia de Ana en Holanda fue posible gracias a los apoyos financieros que recibió, uno de ellos, por parte de la SEP para pagar su manutención en los países bajos, y el pago de su boleto por una beca de UPAEP.

Estar de regreso en México está siendo difícil para Ana, ya que sí resintió el cambio de ritmo de vida entre Holanda y México, pues aquí se siente limitada por cuestiones como la inseguridad que se vive en el país. A pesar de todo esto, por las experiencias vividas y las personas que Ana conoció, no dudaría ni un segundo en volver a vivir un intercambio.

“Solo es cuestión de investigar un poco para encontrar la manera económica y encontrar una universidad que se adapte a las ideas que buscas. Solo es cuestión de decidirse”, concluyó Ana.