El día de las madres es una gran celebración en México. Escuelas de todos los niveles organizan festivales para ellas y en algunos casos dan el día libre a los niños, los restaurantes se llenan de familias de todos los tamaños para celebrarlas. Algunos lo ven como otro día que la mercadotecnia aprovecha al máximo para hacer que las personas gasten en flores y demás regalos, otros como una obligación que cumplir y otros como una oportunidad para compensar a mamá por lo que hace todos los días.

Sin embargo, la realidad para muchas familias es distinta. Sólo en México hay más de 40 mil hijos e hijas desaparecidos, cuyas madres los siguen esperando y buscando. Cansados por la inacción de los gobiernos y esperando que su causa obtenga mayor visibilidad, más de 60 colectivos en 22 estados de la República y 3 países de Centroamérica decidieron unirse para realizar marchas simultáneas el 10 de Mayo y mostrar solidaridad con las madres que sigue esperando cualquier información que puedan sobre el paradero de sus hijos.

Independientemente de quiénes están en el poder, la verdad es que se ha hecho muy poco en el país para contrarrestar y solucionar los problemas de violencia que cada día parecen empeorar. Es importante que como sociedad dejemos atrás diferencias y nos unamos para remediar un problema que lleva años lastimando a los mexicanos y que directa o indirectamente nos afecta a todos.

Muchos tenemos la fortuna de poder pasar el 10 de Mayo con nuestras madres y es algo por lo que estar agradecidos, pero tenemos que hacer lo que podamos para ayudar a aquellos que no tienen esa suerte. El gobierno está para representarnos y hacer lo mejor para la sociedad. Pero basados en la experiencia es ingenuo pensar que un gobierno actuará de manera sin que nadie se lo exija.

En vez de buscar cosas que nos dividan, tenemos que encontrar los puntos en común para mantenernos unidos por causas que nos benefician sin importar las diferencias.