Quién no se ha cuestionado alguna vez el sistema educativo y su eficiencia: que si los exámenes no evalúan lo que sabemos realmente, que si las clases de más de una hora no son lo ideal para el aprendizaje, que nos enseñan a competir en lugar de crear un lazo con el otro, que todos tenemos distintas formas de aprendizaje, entonces el sistema no es adecuado para todos… Creo que por años distintas personas, maestros y estudiantes se han cuestionado estas prácticas y como muestra están dos documentales de los que les hablaré, en congruencia con el día del maestro.

La educación prohibida es un documental argentino que habla de las ineficiencias que existen en todo sistema tradicional de educación básica, y realiza una crítica sobre los contenidos que se enseñan en contraste con la importancia que se le da al estudiante como persona. En él se entrevista a profesores de escuelas que proponen una forma de enseñanza alternativa como la educación popular, la pedagogía libertaria, el homeschooling e instituciones como los colegios Montessori.

En el documental de Germán Doin se plantea cómo es que las prácticas escolares pueden limitar el desarrollo de los estudiantes en cuanto a su creatividad, su capacidad de decidir y la pérdida del interés por aprender que se da progresivamente. Aunque de repente pudieran parecer ideas un tanto radicales, lo cierto es que funciona para cuestionarse el papel de la educación para cambiar el entorno difícil en el que estamos y cómo existen proyectos que apuestan por una forma libre para educar.

El siguiente documental es un poco distinto, ya que mientras en el anterior vemos solamente a profesores compartiendo su punto de vista, en Entre maestros, se realizó un ejercicio en el que Carlos González, un profesor de matemáticas pone a prueba un método de enseñanza basado en el autoaprendizaje que realiza a través de un taller de doce días con once alumnos especialmente seleccionados para la experiencia, todo bajo el argumento de que “no somos educados para cambiar la sociedad sino para sobrevivir dentro de ella”.

Esta idea nació luego de que por 24 años Carlos González diera clases en secundaria sin compartir las ideas que plantea el sistema educativo tradicional, por lo que durante esos años se dedicó a imaginar cómo sería la clase ideal. El resultado fue un aula en la que pudiera hablarse de su área, las matemáticas, de una forma que impulsara el aprendizaje de una forma no convencional. Con este ejercicio también se hace una reflexión sobre el porcentaje de alumnos que debería haber por clase, el papel del maestro, la revisión de contenidos, la incorporación del autoconocimiento y cómo estos influyen en las dinámicas dentro de un salón.

A pesar de que el tema de la educación es complejo empezando porque en México no todos tienen acceso a ella y se hacen reformas sin replantearse realmente los contenidos o la forma en que se transmiten a los estudiantes, por lo menos saber que existen otros caminos puede ser un buen comienzo para reflexionar sobre lo que estamos haciendo por mejorar la calidad de vida, desde un plano tan importante como es la enseñanza.