Por: L.C.C Gisela S. Pérez Caselin

Recuerdo mi época de estudiante en la Licenciatura de ciencias de la Comunicación, en esos mismo salones donde hoy ustedes están aprendiendo no solo conocimientos y teorías, sino situaciones sobre la vida, los valores y la ética.

Como amante de la radio, recuerdo con mucha emoción las prácticas en las cabinas, el nervio que sentía y, de hecho, sigo sintiendo cada vez que el micrófono se abre, porque en mi mente siempre tengo la misma idea: “Ser responsable y respetuosa con mis palabras”.

Estar frente a una cámara, un micrófono, un grupo de estudiantes o lo que sea que hagas, hazlo fomentando siempre el respeto por los demás.

Actualmente estamos llenos de nuevas profesiones tales como los influencers o YouToubers, personas que toman en sus manos el control de las redes sociales para ganar seguidores, convertirse en ejemplos y ganar dinero.

¿Pero realmente cuántos de esos contenidos valen la pena?, ¿cuántos de ellos se responsabilizan de sus comentarios?, ¿cuántos ofrecen contenidos de calidad? En mi navegar por estos canales y cuentas de gente con millones de seguidores, he visto desde tutoriales de maquillaje, viajeros frecuentes hasta un grupo de jóvenes poniendo excremento de ratón en el cereal de una persona y lanzarlo como reto para sus seguidores.

En algunos casos he podido ver sus actividades diarias, desde su desayuno hasta las fotos después de bañarse y me pregunto ¿cómo es que esto tiene relevancia?, ¿cuál es el sentido de observar la vida ajena? o bien, ¿cuál es el sentido de mostrar a miles de extraños tu vida? Y me puse a pensar ¿será que el verdadero negocio en este tipo de canales es el morbo? son personajes que llegan a generar muchos más ingresos que un profesionista con maestría y doctorado. El éxito de sus profesiones es debido a que estamos viviendo en una época donde lo importante no es hacer las cosas sino que te vean hacerlas.

Y no digo que todo el contenido sea así, hay muchos de gran calidad, con investigaciones previas, buenas entrevistas, temas relevantes, producción, gente responsable y preparada, muestran cosas de las que a veces no tenemos idea.

Sin duda las redes y la tecnología nos han abierto sin fin de oportunidades de mostrar nuestros talentos y crear nuevas oportunidades de empleo, porque no siempre encuentras el trabajo ideal y tienes que crearlo.

En este sentido hay contenido que me ha dejado realmente maravilla, desde programas de gastronomía, cuentas de fotógrafos, psicólogos que buscan fomentar la importancia de la salud mental, algunos sobre arte, literatura, música, cine, incluso te ayudan en el aprendizaje de otra lengua, o bien te llevan por el camino de una vida más saludable.

Lo importante es no solo ser responsables con el contenido que generamos, también con el que consumimos.