La calidad es un tema que compete a organismos e instituciones de cualquier tipo. Por ello existen las normas ISO 9001 e IAFT 16949 para garantizar la calidad de los sistemas de gestión en el mundo empresarial y en la industria automotriz, respectivamente. Al cumplir con estas normas, las organizaciones demuestran su capacidad para proporcionar productos o servicios acorde a requisitos establecidos previamente por el cliente, relacionados con sus necesidades y expectativas. 

ISO 9001 es la norma de sistemas de gestión más conocida en el mundo. El sector industrial y el de manufactura es donde más se ha utilizado esta norma desde su nacimiento en 1987. En años recientes, la norma ISO 9001 ha cobrado especial protagonismo en los sectores de tecnología y servicios, incluyendo al sector público. Ésta se constituye por siete principios, los cuales son reglas básicas utilizadas para dirigir y operar una organización. También, se enfocan en la mejora continua del desempeño a largo plazo, con énfasis en los clientes y las necesidades de las partes interesadas. Respecto a ISO 9001 e IATF 16949, los principios son: enfoque al cliente, liderazgo, participación del personal, enfoque basado en procesos, mejora, toma de decisiones basada en la evidencia y gestión de las relaciones. 

Es importante mencionar que estos sistemas de gestión de calidad no sólo se enfocan al cliente, también a las partes interesadas. Particularmente, el apartado 4.2 de la norma ISO 9001 establece que la organización deberá determinar las partes interesadas, definidas como aquellas que pueden impactar en la capacidad de la organización para proporcionar productos y servicios; por ejemplo, clientes, socios y sindicatos.

La norma se basa en el riesgo, puntualizando que resulta de la incertidumbre en la consecución del objetivo planeado. Esto hace de la acción preventiva una parte importante en la planeación estratégica. La norma nos proporciona todos los elementos necesarios para diseñar un modelo de negocio capaz de asegurar tanto las utilidades planeadas como una máxima satisfacción a las necesidades y expectativas del cliente y las partes interesadas. Si también consideramos la norma ISO 9004:2018, ésta proporciona pautas necesarias para mejorar la capacidad de una organización y lograr un éxito sostenido.

Cabe mencionar que la alta dirección suele confundir la calidad en la gestión con la calidad de los productos que genera una organización debido a que desconoce las normas anteriores y no tiene claro el impacto económico de su implementación. En otras palabras, la alta dirección se enfoca a la gerencia de calidad y desconoce que las normas ISO 9000, 9001, 9004 y 19011 son una guía para gestionar las empresas hacia él éxito sostenido de su organización. Es decir, no implementarlas implica perder la oportunidad de transformar sus empresas y prepararlas para los cambios de los mercados existentes y emergentes.