A través del tiempo y la espontaneidad de la vida he aprendido que el turismo y la naturaleza de las cosas son uno mismo. Buscamos siempre nuestra felicidad como seres humanos mediante experiencias y cosas que nos ayuden a llenar ese vacío de necesidad de satisfacción. Bueno, la realidad es que la hospitalidad y el turismo hablan el mismo idioma debido a que se puede encontrar la felicidad y satisfacción mediante nuevas experiencias que se molden a nuestro tipo de vida, educación, valores, relaciones e ideas.

El turismo nos enseña que el camino a tomar debe ser coherente, pacífico y a su vez estar lleno de momentos que nos hagan recordar lo bella que es la vida en los instantes más difíciles. Esto es debido a que, personalmente yo utilizo esta sensación para escaparme a otra realidad que me haga volver a sentir ese estímulo, esa emoción por salir de mi zona de confort y aventurarme hacia nuevos amigos, lugares y aprendizajes. Dichas experiencias pueden estar llenas de malos y buenos momentos, pero nos dejan siempre algo nuevo. El sentido de pertenencia que siempre buscamos se encuentra en la nobleza de los viajes.

Por otro lado, la sustentabilidad hace frente a nuevos retos dentro del turismo y la hospitalidad, adaptándose a la naturaleza de las cosas mediante el cuidado, mantenimiento y bienestar de nuestro entorno terrestre. Innovando con nuevas tecnologías, energías y formas de consumismo que poco a poco se van convirtiendo en prácticas de nuestra vida diaria. El sentido de responsabilidad y compromiso crece aún más fuerte cuando los viajes y nuestro sistema se encuentra.

Dentro de la vida turística la sostenibilidad se convierte en el núcleo de nuestras experiencias, cada rama se vuelve más gruesa estableciendo una base para los futuros proyectos y generaciones. Así pues, los cruceros y su trabajo en la sostenibilidad es más detallado y notorio alrededor del mundo, su material de construcción es tan delgado que ni el agua lo siente, así como el cielo no diferencia entre las aves y los botes.

Personalmente, me gustaría hacer frente a esas nuevas experiencias marítimas, a pesar de ser ciudades flotantes, están llenas de naturaleza e historia, así como momentos que apuesto serán inolvidables.

La naturaleza de las cosas es todo lo que nos rodea y nos transmite esa sensación de vida, felicidad y pertenencia, se encuentra en todos lados, pero a la vez en ninguno, llevándonos de la mano, pero a la vez dejándonos libres para tomar nuestro camino que nos guíe ciegamente a un mejor futuro, siempre acompañados de la buena energía y la sostenibilidad para hacer de nuestro mundo un lugar mejor. Esta es la definición de turismo para mí, es simplemente único.

¿Quién podrá hacernos saber lo fría que es la tierra o lo cálida que es si no existiera el turismo? el turismo y la hospitalidad son cada vez más grandes, dejando lo que fueron en un punto de la historia para crecer y salir a la luz aún más fuertes como nunca antes, es vida, naturaleza, sostenibilidad, coherencia, nobleza, vida, felicidad, pertenencia y, sobre todo, el futuro de la humanidad.