México necesita ciudadanos informados para defender su democracia
25/02/2025
Autor: Bianca Yamil Benítez
Programa Académico: Estudiante de la Licenciatura en Administración

En el marco del Día de la Bandera, celebrado en la Explanada Central de la UPAEP, Bianca Yamil Benítez, estudiante de la Licenciatura en Administración, Gobierno y Políticas Públicas, compartió un emotivo y reflexivo mensaje que va más allá de la conmemoración tradicional. Su discurso no solo honra a nuestro lábaro patrio, sino que hace un llamado a la acción y la responsabilidad ciudadana en un momento crucial para la democracia mexicana. A continuación, compartimos sus palabras:

El día de hoy estamos reunidos para rendir homenaje a uno de nuestros símbolos patrios más significativos, la bandera de México. Nuestra bandera, es el reflejo vivo de nuestra historia, de nuestras luchas y de los valores que nos definen como nación. Al admirar los colores que conforman este símbolo patrio, debemos tener presente que el verde, representa la esperanza que nos impulsa a construir un futuro mejor, el blanco nos recuerda la unidad que nos fortalece en la adversidad, y el rojo simboliza la sangre de los héroes que con coraje nos dieron la patria y libertad que gozamos hoy en día. El águila y la serpiente representan la fuerza de una sociedad que ha sabido levantarse ante cada desafío y la grandeza de una nación forjada con valor y determinación. Este símbolo no solo nos recuerda quienes somos, sino también nos muestra hacia dónde debemos dirigirnos.

Cada vez que miremos nuestra bandera, recordemos que somos herederos de un legado de lucha y dignidad, y que está en nuestras manos seguir honrándolo con unidad, esfuerzo y el firme compromiso de forjar un país más justo y próspero.

Estando hoy frente a nuestra bandera, no sólo celebramos un símbolo patrio, sino que reafirmamos nuestra identidad como mexicanos. En ella se reflejan nuestra historia, nuestra cultura y la grandeza de una sociedad que ha sabido forjar su propio destino.

Es un día para sentir orgullo por nuestras raíces, nuestras tradiciones y por la inmensa belleza de nuestra tierra, pero también es un momento de reflexión sobre los retos que enfrentamos como mexicanos. En unos meses presenciaremos las primeras elecciones en la historia de México que definirá a los actores que marcan la pauta en nuestro país. Ante una reforma electoral que dicta la elección de jueces por sorteo, un mecanismo que pretende democratizar la justicia, pero que también pone en riesgo su imparcialidad y profesionalismo. Esta reforma también ordena la desaparición de organismos autónomos que han sido clave para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la evaluación de políticas. La autonomía de estas instituciones ha permitido que exista un control independiente sobre el actuar del gobierno. Sin estas entidades, se debilita el sistema de pesos y contrapesos que es esencial en una democracia.

La independencia del Poder Judicial es fundamental para el equilibrio de nuestra nación, porque sin jueces autónomos, imparciales y preparados, no existe justicia verdadera. Un juez no debe rendir cuentas a un partido o a una campaña electoral, sino únicamente a la ley y a la justicia. Por ello, ahora más que nunca, los ciudadanos debemos asumir la responsabilidad de vigilar a nuestras autoridades electas, informándonos y exigiendo que ejerzan su mandato con honestidad, integridad y, sobre todo, en beneficio del bien común.

Nuestra bandera nos recuerda que México ha sido construido sobre principios de libertad, legalidad y justicia. No podemos permanecer indiferentes cuando estos principios están en juego.

Cada uno de nosotros tiene en sus manos la herramienta más poderosa, la información. Un ciudadano informado es un ciudadano que no se deja engañar. Un ciudadano informado cuestiona, exige, participa y transforma su realidad.

Es momento de informarnos para tomar decisiones, de exigir transparencia y rendición de cuentas, de defender la justicia, la democracia y nuestros derechos. Los invito a que seamos una sociedad consciente que propone y trabaja todos los días para construir un México justo.

Nuestra bandera no solo debe inspirarnos orgullo, sino responsabilidad y acción. Cada vez que la veamos ondear, recordemos que el futuro de México está en nuestras manos, no lo decide un gobierno, ni un partido, lo decidimos nosotros. Porque México no solo es su historia, es su gente, su lucha y su esperanza. Y hoy, más que nunca, México nos necesita a todos.

Muchas gracias.