Mujeres en la sustentabilidad, protagonistas del cambio
04/06/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

UPAEP destaca el rol fundamental de las mujeres en la defensa ambiental y la educación para la sustentabilidad, con enfoque en la problemática del plástico y su impacto en la salud humana.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que este año se celebra el 5 de junio bajo el lema “Sin contaminación por plásticos”, académicas y una estudiante de posgrado de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de UPAEP compartieron sus reflexiones sobre el papel que juegan las mujeres en la sostenibilidad y en el combate a la contaminación plástica, especialmente los microplásticos y nanoplásticos que ya amenazan la salud humana y la de los ecosistemas.

Ligia Catalina Muñoz Arenas, profesora investigadora de la facultad, subrayó la creciente preocupación mundial por los microplásticos y nanoplásticos, debido a su presencia no solo en el medio ambiente, sino también en el cuerpo humano. "Ya se han detectado microplásticos en la leche materna, lo cual implica una transmisión directa a las nuevas generaciones", advirtió.

La doctora enfatizó también que el rol de la mujer, tanto en el hogar como en la ciencia y la educación, es clave para cambiar el rumbo ambiental. “Las mujeres estamos en una posición central para educar sobre sostenibilidad. Nuestro papel como madres, docentes e investigadoras nos coloca como agentes de cambio en la formación de una cultura ambiental que cuestione el uso excesivo de plásticos de un solo uso”, añadió.

Por su parte, Elizabeth Argüelles Hernández profundizó en el vínculo entre la contaminación por plásticos y la salud pública, destacando que la presencia de estos contaminantes en el agua, el suelo y el aire incrementa la complejidad del medio ambiente y genera nuevas enfermedades que demandan más recursos para ser atendidas. “Desde la academia debemos impulsar tecnologías para identificar y cuantificar estos contaminantes, promover el reciclaje y adoptar modelos de economía circular”, señaló.

Elizabeth Argüelles destacó la importancia de cambiar la visión sobre los residuos plásticos, para verlos como materia prima y no como desechos inútiles. “Debemos dejar atrás el modelo de producción de la ‘cuna a la tumba’ y adoptar uno de ‘cuna a la cuna’, donde los materiales tengan una segunda vida útil”, propuso.

En su intervención, Shaila Denisse Santiago Aguilar ofreció un análisis histórico y estructural sobre las desigualdades que persisten en torno al medio ambiente, especialmente en América Latina. Explicó que mientras en los países industrializados el deterioro ambiental ha sido consecuencia del derroche, en América Latina ha sido resultado de profundas desigualdades sociales, educativas, económicas y de género.

“Las mujeres han sido históricamente responsables del cuidado del agua, la alimentación y el entorno doméstico. Son las que muchas veces caminan kilómetros para conseguir agua limpia para sus familias, o se quedan a cargo del campo cuando los hombres migran. Esto las convierte en pilares fundamentales para lograr un desarrollo verdaderamente sostenible”, remarcó Santiago Aguilar.

En ese orden de ideas, Samira Domínguez Villanueva, estudiante de la Maestría en Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP, compartió cómo desde su experiencia académica y profesional ha visto cada vez mayor presencia femenina en el ámbito ambiental. “En la facultad somos mayoría mujeres, y eso dice mucho del compromiso de nuestra generación con la sostenibilidad. Las nuevas ingenieras ambientales no solo están preparadas científicamente, sino también profundamente comprometidas con el cambio social y ambiental”, concluyó.

Este encuentro sirvió como una plataforma para visibilizar el liderazgo femenino en temas ambientales y llamar a la acción colectiva frente a la crisis del plástico. Las especialistas de la UPAEP coincidieron en que, para enfrentar los retos ambientales actuales, se necesita una transformación profunda que comience desde la educación, se expanda a las políticas públicas y se traduzca en acciones cotidianas.

Argüelles Hernández advirtió sobre los riesgos y cuidados necesarios en torno al desecho de medicamentos. “No deben arrojarse a los residuos sólidos urbanos. Muchos envases tienen restos de sustancias que podrían contaminar el ambiente o ser mal utilizados. Existen centros especializados para recolectarlos de forma segura. Es importante que la población esté informada y separe este tipo de residuos de forma adecuada”.

Muñoz Arenas enfatizó que las consecuencias del cambio climático como lluvias torrenciales, escasez de agua potable o suelos infértiles no son señales del fin del mundo, sino del fin de la comodidad humana como la conocemos. “La tecnología no lo resolverá todo, porque también contamina. El verdadero cambio está en nuestra conciencia, en cómo nos organizamos y en nuestras decisiones cotidianas”, señaló.

Por su parte, Elizabeth Argüelles invitó a reflexionar sobre el consumo responsable: “Antes de adquirir algo nuevo, debemos preguntarnos qué haremos con lo que ya tenemos. Ese ya es un compromiso ambiental. Nuestra vida se ha facilitado tanto que perdemos la conexión con el destino de nuestros residuos. Pensamos que al tirarlos desaparecen, pero en realidad están afectando a comunidades enteras y eventualmente, a nosotros mismos”.

Santiago Aguilar apuntó hacia el núcleo familiar como agente de transformación, “Es esencial reflexionar sobre nuestro estilo de vida, los impactos que generamos, y comenzar a involucrar a los niños en estas decisiones. Ellos no pueden estar aislados de la crisis ambiental. Desde pequeños deben comprender que dependemos de nuestros ecosistemas”.

Desde su experiencia como estudiante de posgrado, Samira Domínguez también aportó su visión, destacando que “la colaboración entre empresas, gobierno y sociedad es indispensable. La industria debe gestionar adecuadamente sus residuos, el gobierno debe crear leyes más estrictas, y nosotros, como ciudadanos, debemos reducir nuestro consumo. Entre más consumimos, más residuos generamos. No se trata solo de reciclar; se trata de reducir desde el origen”.

Domínguez Villanueva destacó que en Puebla existen centros de acopio para materiales como el tetrapak, uno de los más difíciles de manejar, pero, aun así, el reto es mayúsculo: “Debemos diversificar nuestras soluciones. La energía solar es útil, pero hay muchas otras fuentes limpias que debemos explorar. Tomar a la naturaleza como ejemplo puede guiarnos hacia soluciones más sustentables”.

En suma, las participantes coincidieron en que la educación ambiental, el compromiso personal y colectivo, y la acción multidisciplinaria son las claves para enfrentar la emergencia climática. En palabras de Elizabeth Argüelles: “Mientras la delincuencia está organizada, nosotros como sociedad no lo estamos. Si unimos nuestros esfuerzos desde distintas disciplinas, niveles y sectores, sí podemos lograr un cambio real”.

En el Día Mundial del Medio Ambiente, el mensaje desde UPAEP es claro: sin las mujeres, no hay sostenibilidad.