Café; líquido vital para el ser humano obtenido a partir de la infusión de granos tostados y molidos del cafeto (planta de café).
La vida universitaria: gracias a ella experimentamos un centenar de emociones como si estuviéramos en una montaña rusa; a veces estamos en la cima y otras ocasiones estamos en lo más bajo.
Pese a todo lo que nos toca vivir, tratamos de sonreírle a la vida. Con ello, a pesar de las adversidades, solemos darnos ánimos a nosotros mismos para hacer las cosas con claridad y calma frente a las adversidades por medio de comprarnos algo que nos alegre el día; pueden ser unas papitas, un refresco, un desayuno o… Un café.
Habrá quienes decidan empezar su jornada estudiantil al lado de un café para despertar de una buena vez, dejar el cansancio y sueño al lado por madrugar, pues, previamente, uno se ha desvelado por hacer tareas, proyectos o estudiar para un examen. Es frecuente encontrar a alumnos dentro de nuestra comunidad universitaria que lleven consigo café (ya sea frío o caliente) en alguna de sus manos.
Teniendo esto como contexto, el café que en repetidas ocasiones se suele comprar es el americano. Así pues, hoy conoceremos la leyenda sobre esta bebida.
La leyenda sobre el origen del café americano se remonta durante la Segunda Guerra Mundial; dentro de ese ambiente lleno de muerte, caos, destrucción e incertidumbre, los soldados debían de racionar sus porciones de bebidas y comida para sobrevivir a toda costa.
Esta era la historia de la mayoría de los militares que se encontraban peleando en los frentes, sin embargo, la suerte les sonrío a los oficiales de los aliados establecidos en Italia, pues, los italianos tenían mucho café.
No obstante, a pesar de la gran noticia, coexistieron diferencias en la preparación de este líquido, lo cual no fue del agrado de los estadounidenses. El asunto residía en que el café que servían los italianos era el espresso (expreso), un brebaje exorbitantemente concentrado, robusto y fuerte para el paladar; los estadounidenses estaban acostumbrados a preparar su café a través del método de goteo en un vaso de 16 onzas, en adición a ello, frecuentemente iba acompañado de leche: no era de esperarse su desagrado hacia el espresso.
Ante tal acontecimiento, las cafeterías italianas se las ingeniaron para no perder sus negocios por medio de una brillante solución: comenzaron a servir los espressos en vasos más altos, acompañándolos con un vaso de agua caliente para que los soldados lo echaran al café; como resultado, los estadounidenses podían tomar algo más agradable y parecido a lo que acostumbraban ingerir.
Gracias a este acontecimiento, la gente comenzó a correr la voz y se empezó a llamar a esta presentación como “café americano”. A pesar del éxito brindado a las cafeterías italianas, se rumorea que los italianos encontraban esta forma de beber café como un sacrilegio y entre ellos se referían al café americano como “agua sucia”.
Y dime… ¿Ya sabías esto? Recuerda tomar café.
Bibliografía:
Heres, J. (2023, 28 enero). «EL AMERICANO», UNA HISTORIA DE GUERRA CON OLOR A CAFÉ! [Video]. YouTube Shorts. Recuperado 18 de febrero de 2023, de https://www.youtube.com/shorts/W1A-5T-wUNs