La activista Paulina Amozurrutia advirtió que la ciudadanía no debe darse por sentada, sino ejercerse con responsabilidad.
La Cátedra INE titulada "¿Se puede educar en ciudadanía en tiempos de crisis?" reunió en el Centro de Vinculación UPAEP a estudiantes, académicos y autoridades este 30 de enero para reflexionar sobre el papel de la participación ciudadana en la sociedad actual. Paulina Amozurrutia, especialista en mujer y género, expuso cómo la ciudadanía va más allá del voto y requiere acción constante y compromiso social.
"Nos hemos confundido entendiendo que ser ciudadano es solo ir a votar, cuando en realidad significa exigir cuentas, involucrarnos y actuar con valores", enfatizó Amozurrutia. Señaló la falta de cultura cívica en el país. "Tenemos un país donde ser 'chingón' es ser 'gandalla', donde se premia la trampa y la indiferencia", dijo con contundencia.
Durante su intervención, destacó problemáticas urgentes, como el bajo nivel educativo en México, el abuso sexual infantil y la desaparición de organismos autónomos. "Hoy, siete de cada diez jóvenes son analfabetas funcionales, leen pero no entienden. Si no se puede interpretar la realidad, ¿cómo se va a transformar?", cuestionó.
Amozurrutia también abordó la preocupante cultura de la dependencia gubernamental, argumentando que "el problema de muchos programas sociales es que generan dependencia en lugar de fomentar el esfuerzo y la autonomía". Explicó que muchas becas y subsidios no están ligados a un esfuerzo académico o laboral, lo que provoca una desmotivación generalizada en la población joven. "El gobierno no está para mantenernos, sino para generar condiciones de desarrollo", afirmó.
Otro de los temas clave de su conferencia fue la violencia y la inseguridad que afectan a la infancia en México. "Tenemos el tercer lugar mundial en violencia sexual infantil. Esto no puede seguir siendo un secreto a voces. Necesitamos acción inmediata para proteger a los niños", alertó. En ese sentido, destacó el trabajo de su organización en litigios estratégicos para la protección de menores y la exigencia de políticas efectivas.
En el ámbito internacional, Amozurrutia comparó la situación de México con países como Japón, donde la disciplina social y el respeto por la comunidad son fundamentales para el desarrollo. "En Japón, no hay necesidad de un policía en cada esquina porque la misma sociedad regula su comportamiento. Necesitamos aprender de estos modelos y fomentarlos aquí", destacó.
Para cerrar, la activista hizo un llamado a la acción concreta y a la participación activa de la ciudadanía. "Si queremos un país diferente, necesitamos actuar con honestidad, justicia y solidaridad todos los días. No se trata solo de grandes iniciativas, sino de pequeñas acciones cotidianas que transformen nuestra realidad", concluyó.
El evento finalizó con una sesión de preguntas y respuestas, donde los asistentes expresaron su preocupación por la situación actual y solicitaron información sobre cómo participar en iniciativas ciudadanas. La respuesta de Amozurrutia fue clara: "No se trata de esperar a que el gobierno haga algo, sino de que cada uno de nosotros tome la iniciativa y contribuya desde su trinchera".