Las virtudes sociales clásicas, esenciales para reconstruir el tejido social
03/03/2025
Autor: Fernanda Bretón
Foto: Misraim Álvarez Bolaños

Rector UPAEP propone retomar las enseñanzas de Tomás de Aquino como base para superar la crisis social

El Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, participó en la "Semana de Rectores" del espacio informativo de Fernando Canales en Ultra 92.5, donde compartió una reflexión sobre las virtudes sociales clásicas como camino para reconstruir el tejido social en tiempos actuales.

Durante su intervención, el Rector abordó la importancia de remitirse a los clásicos para entender mejor las relaciones humanas y los arreglos sociales, tomando como referencia principal el tratado de las virtudes de Santo Tomás de Aquino, quien en su obra "La Suma Teológica" desarrolla un análisis profundo sobre la justicia y las virtudes que la complementan.

Baños Ardavín explicó las siete virtudes sociales fundamentales según Tomás de Aquino:

  • Piedad (patriotismo): Respeto y gratitud hacia los padres y la patria, un "sano patriotismo" que hoy se está perdiendo en la educación.
  • Observancia: Respetar y honrar a las autoridades, sin que esto implique ausencia de crítica.
  • Gratitud: Reconocer y agradecer los beneficios recibidos, base de la solidaridad entre ciudadanos.
  • Vindicación: La búsqueda de justicia, proteger a la sociedad y promover la reinserción de quien ha causado daño.
  • Veracidad: Decir la verdad y actuar con sinceridad, fomentando la confianza en las relaciones.
  • Afabilidad: Tratar a los demás con amabilidad y cortesía, promoviendo respeto y armonía.
  • Libertad: Usar los bienes materiales de manera generosa, compartiendo con quienes los necesitan.
  • Equidad: La interpretación y aplicación justa de la ley.
  • Religión: Como elemento ordenador en la sociedad, según Santo Tomás.

El Rector profundizó sobre la virtud de la religión, explicando que para Santo Tomás de Aquino, esta virtud ocupaba un lugar primordial en su concepción teocéntrica del mundo. Según el filósofo medieval, la práctica religiosa contribuye a un ordenamiento social al proporcionar a las personas un marco moral y existencial que orienta sus acciones.

Esta visión no implica la imposición de una religión específica, sino la valoración del fenómeno religioso como un elemento que, cuando se vive con autenticidad y respeto a la diversidad, puede contribuir positivamente a la cohesión social y a la búsqueda de sentido colectivo. El Rector enfatizó que en una sociedad plural, el respeto a las diferentes creencias y la libertad de culto son componentes esenciales para una convivencia armónica.

Esta reflexión sobre las virtudes clásicas se enmarca en la preocupación expresada por el Rector sobre la necesidad de encontrar caminos para superar la situación actual de "zozobra, frustración y coraje" ante los acontecimientos que afectan a México.