XXXIII Procesión de Viernes Santo en Puebla: Una Tradición de Fe y Devoción
19/03/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Alejandro de la Vega

La Procesión de Viernes Santo en Puebla conjuga fe, historia y tradición, manteniendo vivas las raíces religiosas y culturales de la ciudad. Con la participación de miles de personas, este acto de devoción se consolida como una de las manifestaciones más significativas de la Pasión de Cristo en México. La procesión se llevará a cabo el 18 de abril a las 12:00 horas en el atrio de la Catedral.

La ciudad de Puebla se prepara para la XXXIII Procesión de Viernes Santo, una celebración que se ha convertido en patrimonio religioso y cultural de la región. La participación de autoridades eclesiásticas, civiles y miles de fieles reafirma su importancia en la Semana Santa poblana.

El presidente del Comité Organizador, Carlos Martínez Cruz, anunció que el evento se realizará el 18 de abril, comenzando a las 12:00 horas en la Catedral de Puebla. El recorrido tradicional abarcará la calle 16 de Septiembre, Juan de Palafox, la 2 Sur y la 4 Oriente-Poniente, finalizando en la 11 Norte-Sur, esquina con Guadalupe. La procesión concluirá en la Catedral a las 15:30 horas con una reflexión final.

El padre Sergio Valdivia Bermúdez, representante de la Arquidiócesis de Puebla, agradeció a los medios de comunicación y autoridades municipales y estatales por su apoyo continuo en la difusión y organización del evento. "Esta procesión ya es parte de la identidad poblana y un momento de reflexión para los fieles", afirmó.

El coordinador de logística, Carlos Castro Mendoza, indicó que se prevé una asistencia de al menos 160,000 personas, similar al año anterior. Destacó el operativo de seguridad que incluirá la participación de la Policía Municipal, Protección Civil y servicios médicos para garantizar un evento ordenado y seguro.

El arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, representante de la Imagen del "Señor de las Maravillas" del Templo de Santa Mónica, resaltó la devoción popular hacia las imágenes religiosas que participan en la procesión. "Cada año, la fe de los fieles se hace presente en este acto de entrega y oración", señaló.

Franco Rodríguez Álvarez, Secretario de Gobernación del Municipio de Puebla, y Carlos Huerta Ramírez, director de Turismo del Ayuntamiento, confirmaron el respaldo de las autoridades municipales para asegurar el éxito del evento. "Es una celebración que promueve el turismo religioso y enriquece nuestra tradición cultural", expresó Huerta Ramírez.

La directora del IMACP, doctora Anel Nochebuena, anunció que el Instituto participará en la organización de la XXXIII procesión en colaboración con el "Festival Ars Sacra Puebla", del 9 al 20 de abril. El festival incluirá más de 25 actividades, entre ellas 14 conciertos, que ofrecerán diversas experiencias culturales en el marco de la procesión. La colaboración con varios templos busca preservar los símbolos y prácticas tradicionales de la ciudad relacionados con la Pasión de Jesucristo.

La XXXIII Procesión de Viernes Santo en Puebla se ha consolidado como una de las manifestaciones religiosas más importantes de México y América Latina. Atrae a más de 160,000 fieles que recorren las calles del Centro Histórico en testimonio de su devoción. Desde su inicio en 1992, el evento ha crecido significativamente, convirtiéndose en un referente de la fe católica y un importante atractivo turístico.

El Pbro. Sergio Valdivia Bermúdez, representante de la Arquidiócesis de Puebla y miembro del Comité Organizador, resaltó que la procesión lleva por lema "Siguiendo a Cristo en torno a nuestro Pastor", en referencia al Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, quien encabezará el recorrido.

El Pbro. Miguel Arcángel de Simone Maimone, párroco del Templo de Nuestra Señora de la Soledad, explicó la importancia de las imágenes en la fe católica como medio para conectar con la divinidad. "Las imágenes me ayudan a pensar en nuestro Señor Jesucristo, a platicar con él. Es una manera de canalizar los sentidos", afirmó.

Asimismo, invitó a los asistentes a vivir la procesión como una experiencia de reflexión y fe, acompañando a Jesús y a su Madre Santísima en su camino al Calvario.

La XXXIII Procesión de Viernes Santo en Puebla es una celebración que une fe, historia y tradición, preservando las raíces religiosas y culturales de la ciudad. Con la participación masiva y la integración de nuevas actividades, este acto devocional se confirma como una de las manifestaciones más significativas de la Pasión de Cristo en México.

Los organizadores extienden una invitación a ciudadanos y visitantes para unirse a esta expresión de fe, en un recorrido que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, reafirmando la identidad y tradición poblana.

Las imágenes que recorrerán la Procesión son las siguientes:

La Virgen Dolorosa del Carmen. Esta obra del siglo XVIII, atribuida a José Villegas Cora, demuestra la maestría de los imagineros poblanos de la época en sus facciones y expresiones. Se encuentra en la capilla de Santa Teresa del Templo del Carmen.

Nuestra Señora de la Soledad. De factura sevillana de finales del siglo XVII, desde su llegada ha inspirado tal devoción que dio origen a su magnífico templo y al convento anexo de religiosas Carmelitas Descalzas.

Jesús de las Tres Caídas. Venerada en el Templo de Analco, la tradición cuenta que durante su talla, el escultor solo permitía la presencia de un ciego. Al concluir la obra, el ciego pidió tocar el rostro de la imagen y recuperó la vista instantáneamente. Este milagro le otorgó gran popularidad y devoción.

Jesús Nazareno de San José. Esta imagen de finales del siglo XVI, obra de Lorenzo Rodríguez, quien fue aprehendido por la Inquisición, llegó primero al Templo de San Pedro, donde comenzó su veneración. Posteriormente, fue trasladada a la parroquia de San José, donde originó la Cofradía de Nazarenos, la más antigua de la ciudad. La devoción inspiró la construcción de una suntuosa capilla y un culto que perdura hasta hoy.

Señor de las Maravillas. Actualmente es quizá la imagen más venerada de la ciudad. Las religiosas Agustinas de Santa Mónica la obtuvieron en una rifa. Una novicia descubrió que durante la noche, la imagen era azotada por dos soldados romanos que formaban parte del "paso". Este acontecimiento generó conmoción y dio origen a su gran veneración. Su nombre proviene de los milagros atribuidos a su devoción.

Santo Niño Doctor de Tepeaca

Desde su llegada en 1942, los tepeaquenses y peregrinos de todo el mundo le rinden tributo a su imagen.

Este año celebramos el sexagésimo aniversario del Día del Niño, que desde 1961 festejan los tepeaquenses en honor al Niño Doctor, el tepeaquense más reconocido mundialmente.

Señor Jesús de la Misericordia

El 22 de febrero de 1931, al anochecer, santa Faustina tuvo una visión de Jesús vestido con una túnica blanca: "Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. Jesús me dijo: 'Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada... en el mundo entero... Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria... y, sobre todo, a la hora de la muerte... A través de esta imagen concederé muchas gracias'".

La imagen de la Divina Misericordia con la inscripción "Jesús, en Ti confío" simboliza el amor misericordioso del Padre manifestado en Jesucristo. Al mostrar las heridas de los clavos en sus pies y manos como prueba de su amor infinito e incondicional, nos invita a confiar en Él.

El Señor de la Misericordia nos recuerda que el amor es más poderoso que el pecado, el mal y la muerte. De su corazón emanan como dones del Espíritu Santo dos rayos: el pálido, que simboliza el Agua que justifica las almas, y el rojo, que representa la Sangre que es la vida de las almas, según explicó a santa Faustina.