¿Imaginas un lugar donde los roles sociales de hombres y  mujeres fueran al revés? ¿Donde los niños heredarán el apellido de sus madres y las mujeres fueran la cabeza de la familia?

Para ser sincera yo no creía que existiera, hasta que leí por primera vez sobre la cultura Khasi, sin embargo, descubrí que es más complejo de lo que parece, ya que su forma de vida nos abre una nueva perspectiva.

En la otra punta del mundo, al noreste de la India se encuentra Meghalaya donde reside una pequeña comunidad que parece salida de otro mundo, se trata de los Khasi. Los lingüistas aseguran que el nombre proviene de una combinación de dos palabras: kha (nacer) y si (madre antigua), es decir, se consideran la cultura nacida de la madre antigua.

Hay muchas teorías sobre el origen de esta comunidad, entre ellas Hamlet Bareh declara que fueron uno de los primeros grupos que migraron al noreste de India, además la evidencia lingüística muestra que el habla Khasi tiene similitudes con los dialectos Mon-khmer, por lo que sus raíces se podrían remontar a una antigua raza austríaca en el sudeste asiático que descendía del grupo Mon-khmer de las selvas birmanas.

La historiadora Amena Nora Passah, que enseña en la Universidad North-Eastern Hill en Shillong, afirma que los Khasis son personas de tradición oral y según esta la cultura tiene raíces patriarcales. Pero esto cambió cuando muchos hombres murieron a causa de guerras con otros grupos por el territorio y otros optaron por hacer una nueva vida en las llanuras.

Por esta razón, las mujeres Khasi buscaron a nuevas parejas, pero resultaba difícil determinar la paternidad de un niño porque dichas parejas podían tener múltiples familias y como resultado los hijos de las mujeres Khasi tenían la posibilidad de ser vistos como “ilegítimos”, como consecuencia se decidió que los niños deberían heredar el apellido de la madre, tradición que continúa hasta nuestros días. Esto también las orilló a que ellas se encargaran de todo lo que compete a la vida cotidiana, mientras que los hombres se desprendieron de muchas responsabilidades, de hecho, no era mal visto que los hombres visitaran a sus esposas sólo por la noche para después regresar a casa de su madre para trabajar en la cosecha, ya que su actividad principal es la agricultura.

En el caso del matrimonio, las hijas son libres de decidir con quién casarse, con la excepción de casarse con alguien del mismo clan, pues hay múltiples clanes. De la misma manera se pueden mudar, sólo la más pequeña de las hermanas es la encargada de quedarse en la propiedad de sus padres, su esposo se muda con ella y se siguen las instrucciones de la madre, cuando muere ella muere, la pequeña se vuelve la cabeza de la familia y asegura la continuidad del clan. Con la llegada de Inglaterra y los misioneros gran parte de la comunidad Khasi se volvió cristiana, dejando por un lado las costumbres matrilineales, aunque también atrajo ventajas como la escritura.

Los problemas que enfrenta la comunidad actualmente son complejos, hay que comenzar aclarando que matrilineal no significa lo mismo que matriarcal, ya que las mujeres no siempre tienen la última palabra, tomemos como ejemplo el gobierno que la mayoría de los ministros principales son hombres, en el caso de las propiedades las mujeres son las herederas, sin embargo, no pueden hacer nada sin el consentimiento de sus hermanos y tíos o la misoginia que no se compara con el resto de la India, pero que sigue existiendo. Al mismo tiempo, no todos los hombres tienen la oportunidad de ocupar puestos importantes, por lo que, una parte siente que su función en la sociedad es inútil y puede terminar de dos maneras; con adicciones o con múltiples parejas. Esto causa que las mujeres ahora prefieren casarse con extranjeros, de quienes unos cuantos lo hacen por sacar provecho de las ventajas de pertenecer a la cultura, que al ser una minoría goza de más bajos impuestos en comparación con otras partes de la India, la tierra se reserva para su uso en zonas tribales y funciona un sistema de cuotas para la educación superior, según algunos antropólogos, las tradiciones podrían desaparecer con las nuevas generaciones.

Quiero aclarar que no se debería considerar a ninguna cultura “superior” o “inferior”, ya que es un tema sensible y no podemos opinar sobre algo que no comprendemos en su totalidad. Sin embargo, me parece interesante explorar este tipo de temas porque nos pone en perspectiva. Todo lo que pensamos proviene de una construcción de nuestra propia cultura y las experiencias que hemos vivido. En mi caso, lo que puedo rescatar es que me intriga como en una comunidad donde las mujeres son responsables, el hombre parece tener un trato digno e incluso es tomado en cuenta, probablemente y no tanto como quisieran, pero objetivamente siguen siendo tomados en cuenta y en las sociedades gobernadas por hombres, las mujeres rara vez recibieron ese mismo trato. Realmente lo que busco es mostrar una realidad diferente al sistema patriarcal que conocemos, porque para la mayoría de las personas en México es difícil entender la equidad de género al no poder experimentar lo mismo que las personas que luchan por este principio y si estuvieran dispuestos a plantearse una realidad con este “cambio de roles”, estoy segura que no opinarían lo mismo.