UPAEP apuesta por la transformación de Cuamaxalco
17/02/2022
Autor: Eduardo Tolentino Villalobos

 

María Inés Torres Cruz fue seleccionada por el programa Una Apuesta de Futuro para cumplir uno de sus principales propósitos: estudiar la Licenciatura en Fisioterapia y brindar apoyo a la gente de su comunidad.

María Inés Torres Cruz, proveniente de Cuamaxalco, una comunidad ubicada en el municipio de Jopala, nos comparte su dicha y alegría de haber sido aceptada en el Programa Una Apuesta de Futuro y cómo sus expectativas cambiaron totalmente al contar con la oportunidad de estudiar Fisioterapia para convertirse en un agente de cambio en su comunidad.

““En mi comunidad muchas personas padecen enfermedades o tienen malestares relacionados con dolores musculares y los servicios de salud no son suficientes. Es común que recurran a remedios caseros para evitar dichos dolores, pero he notado que el cansancio es más en el cuerpo por el mismo trabajo que en mi comunidad se realiza porque son actividades de campo, son pesadas”, expresó María Inés, al confesar que fue la razón por la que decidió estudiar Fisioterapia en UPAEP y de este modo brindar tratamientos a las personas que lo necesitan.

“Uno mismo se exige y trata de cambiar aquellas cosas que le duelen dentro de su comunidad”, expresó.  

Sin embargo, María está convencida en que las contribuciones que pueda realizar dentro de su comunidad no solo se relacionarán con la fisioterapia, ya que, también desea buscar otras áreas en las que pueda preparase para atender necesidades de otras índoles. Por lo cual, esta nueva etapa que experimenta como becaria de Una Apuesta de Futuro, la visualiza como un trayecto donde tendrá la oportunidad de experimentar y descubrir cosas nuevas, de conocerse más y de llevar su potencial al máximo para lograr más allá de lo planeado.

Y es que María siempre se ha preocupado por llevar a cabo trabajo comunitario en beneficio de los niños y jóvenes, en Cuaxamalco participó en la organización de diversos festivales o reuniones con el fin de no dejar pasar fechas especiales, como lo es el Día del Niño, el Día de las Madres, Navidad y Año Nuevo, para que cada habitante pudiera convivir y crear vínculos con el resto de los miembros de la comunidad.

Actualmente, como becaria del programa Una Apuesta de Futuro, continúa con el mismo entusiasmo, y es que una de las condiciones de este apoyo que recibe por parte de UPAEP para continuar con sus estudios, es precisamente poner sus talentos al servicio de la comunidad, lo que la llevó a diseñar con la ayuda de sus compañeros, un programa de rescate de valores, pues ha notado que las nuevas generaciones han perdido el respeto a sus padres, la confianza, la honestidad la empatía, la humildad y la solidaridad que aún se mantenían en las comunidades pequeñas.

Sin duda alguna, María manifiesta que estar dentro de este programa va más allá de una satisfacción.

“Es algo muy bonito, cambiaron mucho mis expectativas y estoy muy agradecida con todos aquellos que sin conocernos nos ayudan con sus donativos a cumplir nuestras metas. Gracias a ellos podemos cumplir esos suellos que como estudiantes, ciudadanos e individuos perseguimos para nuestra comunidad. No solo nos beneficiamos nosotros, sino que también aquellas a las que les brindamos nuestro apoyo sin recibir nada a cambio y que nos nace del corazón”, acotó.