^{La estudiante y becaria del Programa Una Apuesta de Futuro fue nominada por su entrega en causas de beneficio social y es uno de los rostros de ReconoSer. ¡Conoce su historia!}

Natalia Flores Garrido, estudiante de la licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa, es un águila que viajó a UPAEP desde Cuamaxalco, comunidad perteneciente al municipio de Jopala en la Sierra norte de Puebla, motivada por su interés de convertirse en una agente de cambio a través del programa Una Apuesta de Futuro. 

El camino no fue fácil, ya que tuvo un primer intento fallido, sin embargo, su decisión por continuar sus estudios y por seguir impulsado proyectos en beneficio de su comunidad, le llevaron a aplicar por segunda ocasión; esta vez asegurándose de tener evidencia de todo el trabajo con que contribuyó como miembro de distintas organizaciones. 

A los 15 años tuvo que salir de su comunidad para estudiar la preparatoria pues en Cuamaxalco no podía continuar sus estudios, se sumó a actividades de impacto social que diversas fundaciones promovían en el albergue del DIF, su hogar durante sus estudios preparatorios. 

“Yo vivía en el albergue del DIF y únicamente iba a mi casa los fines de semana pues me tomaba tres horas caminando regresar a Cuamaxalco. Así fue cómo aprendí a vivir en comunidad, como me involucré con la Casa de la Mujer Indígena, como nació mi interés por los proyectos sociales, como descubrí mi verdadera vocación: la Pedagogía y como llegué a UPAEP”. 

Y es que dijo, la Casa de la Mujer Indígena fue para ella una especie de red de contactos donde además tenía la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo en su comunidad.

Conectando con la sociedad

Gracias a estas relaciones, fue que Natalia se enteró de la existencia del programa Una Apuesta de Futuro. Un día, fue invitada a participar en un torneo de básquetbol en otra comunidad y ella, como buena amante del deporte, asistió. 

“Allí conocí a una profesora que estaba dando su servicio y estudiaba su Maestría en UPAEP, por eso conocí el programa de Una Apuesta de Futuro. Me dijo que debía ser miembro de una Organización, que debía haber trabajado en proyectos de impacto social y en todo lo que me decía yo encajaba; el problema era que no tenía evidencias porque no tenía celular, nunca tomé fotos de nada, así que mi primer intento para ingresar, falló”, relató. 

Sin embargo, eso no detuvo a Natalia, al contrario, le dio impulso para desarrollar más proyectos en su comunidad con la experiencia que adquirió en la Casa de la Mujer Indígena, donde aprendió a trabajar dinámicas de grupo con mujeres amas de casa.

“La Asociación brindaba talleres con temas de violencia de género, aprendí mucho y trabajaba con amas de casa con dinámicas de grupo; con esta experiencia desarrollé proyectos a favor de mi comunidad, de comunidades aledañas e incluso de otros municipios a través del Grupo Misionero de mi Iglesia y de gente de las poblaciones”.

Recordó haber sentido esto como un gran reto dado que no contaba con los recursos suficientes, no obstante, en su camino se encontró con muchas personas que le apoyaron e hicieron posible la materialización de campañas del cuidado del medio ambiente, de acompañamiento escolar y la fundación de un grupo de jóvenes que se llamaba Chicos Humanizando Coamaxalco con compromiso, optimismo y Solidaridad (CHICS).  

“Confieso que en un principio sí se me hacía difícil, porque decía, en casa no contamos con el recurso suficiente, nadie más había estudiado de mi familia, era como enfrentarme al mundo sola”, confesó. 

Entre los retos que tuvo que enfrentar durante la realización de sus proyectos fue en enfrentar paradigmas sociales por ser una comunidad pequeña. Aún así, impulsó, a través de CHICS campañas de recolección de basura; creó la campaña Yo Acompaño a tu Hijo, donde involucró a los padres de familia para realizar guardias en las escuelas; convivios para fomentar la convivencia entre los miembros de la comunidad, entre muchas actividades más. 

Dichos proyectos, le dieron a Natalia la oportunidad de obtener una beca del programa Una Apuesta de Futuro, iniciativa de la UPAEP para apoyar la profesionalización de líderes comunitarios y que les brinda la oportunidad de estudiar su licenciatura con colegiatura y gastos de manutención pagados y a cambio desarrollar proyectos de impacto social para apoyar a comunidades vulnerables. 

Agente de cambio en proceso de formación 

“Gané mucha experiencia realizando proyectos en las comunidades, y una cosa que creo que aprendí de todo eso fue a tener cercanía con las personas, a ser empática. Iba a las casas, conocía a las familias, platicaba con ellas, sabía de sus necesidades y me di cuenta que hacen falta muchas manos en las comunidades”. 

Esta empatía, hizo que al entrar al programa Una Apuesta de Futuro y dio sus primeros pasos para el desarrollo de su proyecto social, hizo que se le dificultara elegir la problemática a resolver, pues quería abarcar todas las necesidades. 

“Yo dije, es que me duele todo, me preocupan todas las causas, ¿qué hago? Fue muy difícil, hasta que me di cuenta que a mi siempre me ha preocupado el tema de las adicciones pues casa tenemos una situación así. Incluso me ayudó a hablar del tema, pues antes para mí era muy complejo poder hacerlo, aceptarlo y entender cómo solucionarlo”, destacó. 

Así nació SERES, proyecto que, como el primero, tenía matices humanistas y cuyo objetivo fue promover la prevención de adicciones entre jóvenes de comunidades rurales. 

“El objetivo es brindarles herramientas que jóvenes de entre 12 y 21 años puedan usar para la toma de decisiones, para que diseñen un proyecto de vida. SERES se llevó a la práctica de octubre de 2020 a marzo de 2021 a través de un Plan de Formación al que se sumaron 12 chicos y lograron terminarlo 10”, compartió. 

Cuamaxalco, el motor de Natalia

Pese a estar viviendo su sueño en UPAEP, Natalia siempre llevaba a Cuamaxalco en su corazón y aunque solo iba en periodo vacacional pues el trayecto en transporte público es de aproximadamente 7 horas, cuando va, sigue en contacto con la gente a través de la venta de pan, que es otra de las actividades que  también realizaba previamente a entrar a la Universidad. 

“En esas vacaciones fui a repartir pan y me encontré con unos niños que estaban recolectando las hojas limpias de sus cuadernos usados para hacer uno nuevo para prepararse para el próximo ciclo escolar. Les pregunté cuál era su mochila y me dijeron que no tenían, que llevarían una bolsa del mercado. Eso me hizo recordar mi niñez, pues yo también no tenía mochila, iba a la escuela con un lápiz, una goma y un cuaderno”, relató. 

Al regresar a Puebla para reincorporarse a la Universidad, después de un periodo de vacaciones, Natalia aún seguía con esa imagen en su mente y recordó lo feliz que le hacía que llegara gente a regalarles juguetes o lo que fuera, así que ese Otoño organizó junto con estudiantes de la Mesa Directiva de su Facultad, la recolección de útiles escolares, para llevarles a los pequeños de Cuamaxalco en su próxima visita. 

La campaña “Dona un Lápiz, ayuda a escribir una historia”, tuvo tal aceptación entre la comunidad universitaria que con los donativos lograron armar 180 kits personalizados, es decir, de acuerdo a las necesidades de las familias.  

La misma dinámica la replicó un año después, pero para apoyar a poblaciones de los municipios más alejados de la Sierra Norte que resultaron afectados por el paso del Huracán Grace donde muchas familias perdieron sus cosechas e incluso los techos de sus casas, incluida su familia. 

A través de la campaña de donación “La Sierra Norte nos Necesita” Natalia, con el apoyo de otras dos estudiantes de Una Apuesta de Futuro y de Mesas Directivas, Grupos Estudiantiles y Beca Liderazgo,logró impactar a 945 personas que conforman 270 familias originarias de Cocolongo, Tlacocujtla, San Miguel Tilapa, Cuamaxalco y Arroyo Hondo. 

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“Fue la experiencia más significativa que he tenido en UPAEP (...) Nunca voy a poder regresar todo lo que me dan yo creo que ni dándoles las gracias, ni con todo lo que haga. Es muchísimo, en términos económicos y de donación humana. Esta nominación, es como un acto de reciprocidad, me empuja a querer hacer muchos más proyectos” finalizó.