Vanessa González, Las experiencias que forjan carácter
29/01/2025
Autor: Emilio Rivera Marín
Foto: Misraim Álvarez

La nadadora de Águilas UPAEP narra cómo la disciplina inculcada por sus padres la llevó a donde está.

Nacida en el Estado de Puebla, Vanessa González Méndez, estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y deportista de primera fuerza del equipo universitario de natación nos comparte en una entrevista exclusiva sus experiencias más significativas que la llevaron a ser figura importante dentro del equipo representativo.

Ha sido nadadora desde los 7 años de edad, empezando en torneos infantiles pero participando en ellos con máxima exigencia debido a la disciplina inculcada por parte de sus padres.

La disciplina y exigencia desde pequeña
Vanessa y su hermano han sido deportistas destacados a nivel estatal, obteniendo grandes resultados en las competencias regionales y nacionales. No obstante, a pesar de tener tan buen rendimiento como deportista y estudiante, Vanessa nos enfatizó la importancia de cuidar la salud emocional. Ella nos compartió que, en algún punto, tuvo que platicar profundamente con su familia acerca de su futuro como profesionista, queriendo darle la misma importancia a sus estudios y actividades extracurriculares fuera del deporte.

“Mis papás siempre me han apoyado muchísimo. Llegué a una edad en donde le dije a mis papás que quería tomar las riendas de mi camino y ser como… más libre”. Comenta Vanessa; esto le dio pauta para empezar a llevar otro ritmo de vida, participando así en demasiadas actividades extracurriculares. En sus palabras, fue una época complicada debido a que, por heridas del pasado, la autoexigencia de resultados en una cantidad de tiempo limitada le afectó mentalmente.

Vanessa nos compartió que, como todos los deportistas, ha llegado a tener crisis y que es parte de su crecimiento emocional. Aprendió a base de errores a llevar una mejor organización con sus tiempos y a evitar sobre exigirse más de lo que podía dar tanto como estudiante, como nadadora.

“Estoy agradecida con mis papás porque gracias a ellos ahora me exijo más, pero siento que también cuando creces tienes que tener límites a qué sí puedes exigirte y a qué no, o a qué grado te puedes exigir para que no afectes tu salud física. Ahora a mis 21 años me exijo mucho, pero a veces no me sé medir. Tengo que nadar, ir a la escuela, ir al gym, mis tareas, mis clases. Es pesado… y a veces siento que no es suficiente por todas las exigencias que teníamos antes”. Compartió Vanessa mencionando también que, para sobrellevar estas situaciones de sentirse insuficiente, desde hace un año ha asistido con el psicólogo deportivo, haciéndola ver que ésta sobre exigencia deportiva, académica y extracurricular se debía a diversos factores que tenían que ver con su pasado.

Uno de los momentos cruciales de su carrera deportiva
Por otra parte, Vanessa se mostró pensativa al recordar su momento más complicado dentro del mundo de la natación. Cuando a los 13 años quería tomar la decisión de no continuar con su carrera como nadadora: “Hubo un tiempo donde yo me quería salir de nadar, fui con mis papás y les dije quiero ser cantante”. Comparte Vanessa riéndose del recuerdo, debido a que desde pequeña ama la música, además de saber tocar el piano. La nadadora águila habla acerca de que fue una época de rebeldía que generalmente le llega a todos los adolescentes.

UPAEP y su recuerdo más preciado en la natación
Vanessa comenzó su trayectoria como nadadora águila UPAEP desde los 14 años de edad, teniéndole un amor profundo a la institución y al trayecto que ha construido desde la secundaria. “Soy hija UPAEP desde los 14”. Compartió la nadadora, junto con su historia más inspiradora en la natación, al ganar su primera competencia nacional a los 16 años. “A los 16 años competí con nadadoras de primera fuerza, de edades de entre 19 y 23 años. Al salir, mis papás estaban muy orgullosos de mí, a pesar de que mi papá pensó que no podría ganar. Había ganado el 50 libre y el 100 en dorso, después de ese suceso empecé a ganar más competencias nacionales”.

Su futuro en la natación
Para Vanessa sus estudios son de lo más importante, además de que tiene en mente el factor del tema profesional e ingreso monetario. Para Vanessa, su futuro en la natación tiene lugar en la competencia internacional CCCAN, más conocida como la Confederación Centroamericana y del Caribe de Aficionados a la Natación.
“Como ya es mi último año de universidad, hablé con mi entrenador para decirle que quiero explotar mi máximo potencial, ya estoy en selectivo, lo siguiente es pasar los juegos CONADE y el próximo pasar a CCCAN”; mencionó Vanessa refiriéndose a la natación para posteriormente dedicarse completamente a su carrera, siguiendo el modelo ‘atleta estudiante’ teniendo en cuenta que sus ingresos serán a base de su carrera académica.

Un tip y reflexión final
Vanessa compartió cómo se siente al estar dentro de una alberca y las sensaciones que esto le brinda, junto con su forma de ver la vida y su fuente de motivación. “Yo me siento libre nadando. Jamás competí por mi beca, siempre lo hice por mí. Nadar es como… sentirse libre, siento que puedo ser yo misma. No tengo un ídolo en particular, soy mi propia fan”. Esto habla del amor que Vanessa se tiene como persona y abraza toda su trayectoria e invita a las personas a que se motiven con base a su propia historia, sin compararse con nadie más, así como tratar de superarse día con día para ser mejor persona.

“Siempre hay que resolver cosas del pasado para dar nuestro máximo potencial, hay que evitar desenfocarnos si se van personas, normalmente se pierden amistades porque uno no puede salir o estás enfocado en otras cosas y, realmente… Las personas van y vienen, entonces no hay que dejar de ser nosotros mismos. Las personas correctas que te quieren, realmente se van a quedar contigo”.

La nadadora águila Vanessa González compartió de forma honesta sus experiencias en el deporte, y sin lugar a dudas, es un claro ejemplo de la disciplina y la madurez. Del como de todas las experiencias se tiene que sacar lo mejor, aun cuando éstas no sean del todo gratas. Recalca la importancia de mantenerse enfocado y alimentar ese espíritu águila que te impulsa a mejorar día con día.