Bebés productivos
07/12/2022
Autor: Cynthia María Montaudon Tomas
Cargo: Directora del Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo de la UPAEP

Los bebés pueden empezar a trabajar desde que nacen. Son modelos publicitarios, y actores de cine y de televisión y no hay forma de que un niño o un adulto pueda sustituir su papel. También han comenzado a formar parte de los lugares de trabajo de sus padres. Muchas empresas han empezado a incorporar entre sus prestaciones el que los padres puedan llevar a sus bebés al trabajo hasta el primer año de vida.

La presencia de los bebés en el entorno laboral tiene muchos beneficios. Para las propias criaturas, se trata de la posibilidad de mantener el contacto con los padres, lo cual es necesario para su desarrollo socioemocional. Para los padres, facilita la transición de regreso al trabajo evitando la “culpa de la madre” por dejar a sus hijos en una estancia o guardería, y permite la lactancia on site. Y qué decir de los ahorros en gastos por cuidados, sobre todo cuando los sistemas de seguridad social públicos no pueden cubrir las necesidades de las familias.

Estrategias como ésta permiten a las empresas atraer y retener talento valioso, especialmente de mujeres, al tiempo que genera un ambiente de apreciación, agradecimiento, satisfacción y lealtad. Otro punto positivo que recientemente se ha analizado, son los beneficios que aporta al propio centro de trabajo. Resulta que tener bebés en la oficina eleva la moral, reduce el estrés, genera felicidad y hace más ligero y amable el ambiente laboral.

Además, permite observar de primera mano una faceta más privada de los empleados: la del miembro de una familia extendida, con gran disposición a hacerse presente y a ayudar. Los colaboradores se acercan al bebé con mimos, y a la madre o al padre con consejos o apoyo para cargarlo o entretenerlo. Estos cambios en el comportamiento cotidiano se traducen en relaciones entre empleados que son más cercanas y profundas, lo que impacta de manera positiva los resultados de las empresas. No cabe duda de que a cualquier edad uno puede ser productivo.