La Conferencia de Seguridad de Múnich
21/02/2023
Autor: Dr. Herminio S. de la Barquera y A.
Cargo: Decano de Ciencias Sociales

Hace unos días, en Alemania, comenzó la ya famosa “Conferencia de Seguridad de Múnich”, quizá el foro sobre políticas internacionales de seguridad más importante del mundo. El canciller Olaf Scholz aprovechó la ocasión para defender el envío de armas desde países occidentales a Ucrania, con el fin de fortalecer la defensa del territorio de este país ante la invasión rusa. Scholz, generalmente más taciturno, defendió con energía la postura de apoyar a Ucrania, frente a las acusaciones de los escépticos en el sentido de que apoyar a Ucrania significa prolongar la guerra. Ocurre justo lo contrario, según el canciller alemán, puesto que se trata de que Putin se dé cuenta lo antes posible de que no podrá lograr sus ambiciones imperialistas.

Scholz obviamente criticó también las discrepancias evidentes entre los vagos anuncios y los firmes compromisos de las últimas semanas en algunos países de la alianza atlántica, la OTAN. Como recordarán mis cuatro fieles y amables lectores, hace unas semanas, los aliados determinaron, empujados por Polonia y el Reino Unido, que enviarían tanques de combate pesados a Ucrania. Pero como bien dice el refrán, “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. Alemania, por ejemplo, no había logrado reunir ni siquiera un batallón completo de Leopard 2A6 aportados por las naciones aliadas, es decir, se ha logrado reunir un número que no llega a las 31 unidades. Las dos naciones europeas que más armas aportan a Ucrania son Inglaterra, con mucho, y después, Alemania. 

El canciller prometió lograr un equilibrio entre brindar a Ucrania el mejor apoyo posible y evitar una escalada no deseada, lo cual es sumamente difícil. Sin embargo, el rumbo de los partidarios de Ucrania discurre por "territorio desconocido", ya que por primera vez en la historia una potencia nuclear libra directamente (es decir, no por medio de terceros) una guerra de agresión imperialista en suelo europeo. Nadie se imaginaba que algo así pudiese ocurrir.

En el mismo contexto de la invasión rusa, el presidente francés Emmanuel Macron pidió que se refuerce nuevamente el componente nuclear en la OTAN. El ataque ruso debe fracasar, según Macron, por lo que hay que intensificar el apoyo a Ucrania. Las fuerzas armadas ucranianas, por lo tanto, no solamente deben estar en condiciones de detener y rechazar al ejército ruso, sino que deben ser capaces de lanzar una contraofensiva. Para ello, las próximas semanas son cruciales. El presidente francés ha descartado negociaciones con Rusia en este momento. No ha llegado todavía la hora del diálogo, pues Ucrania debe estar en una posición de más fuerza. Independientemente de esto, uno debe prepararse para la paz y para entablar conversaciones con fuerzas que piensan de manera diferente a los Estados que apoyan a Ucrania.

Scholz y Macron respondieron con sus discursos al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyj, quien habló al comienzo de la conferencia de seguridad por medio de una videoconferencia. Había hecho un llamamiento a los participantes para que aceleraran y ampliaran su ayuda militar, humanitaria y de otro tipo. En un mensaje de video transmitido hoy por la tarde (tiempo del centro de Europa), Zelenskyy se refirió al lema de un panel llamado "David en el Dniéper" y dijo que su país tuvo el valor suficiente para derrotar a Goliat con una honda. Para esto, sin embargo, la honda debe volverse más fuerte y más rápida. Ucrania ha demostrado que puede defenderse, que puede proteger a su pueblo e incluso recuperar el territorio invadido por Rusia.

El año pasado, Zelenaky viajó personalmente a Múnich justo antes del estallido de la guerra. Desafortunadamente, dijo el dirigente ucraniano hace unas horas, hablando en retrospectiva, el apoyo de su país sólo comenzó después de que comenzaron a caer los primeros misiles del invasor. Scholz, generalmente no muy emotivo, pronunció su discurso con emoción, lamentando la ausencia de Zelenskyj. "Querido Volodymyr, nos hubiera encantado tenerte hoy entre nosotros", le dijo. “Porque Ucrania debe estar aquí. Por una Europa libre y unida”. Al mismo tiempo, aseguró a Ucrania que continuaría apoyándola en su lucha durante el tiempo que fuera necesario. El “revisionismo” del gobernante ruso Vladimir Putin no triunfará, concluyó el canciller alemán, anfitrión de la reunión.

Generalmente, como todos los años, en esta conferencia se trata una amplia gama de temas que se discuten tanto en la sede central de la conferencia como en otros lugares del centro de Múnich; sin embargo, obviamente, en esta ocasión la conferencia está dominada por la guerra de Ucrania, que Rusia inició hace casi un año. Ahora siguen reunidos en Múnich representantes de casi 100 países, incluidos 40 jefes de Estado y de gobierno y casi 100 ministros, generalmente de defensa. Estados Unidos ha llegado con la delegación más grande que jamás haya viajado a Múnich, encabezada nada menos que por la vicepresidente Kamala Harris; la acompañan 60 senadores y miembros de la Cámara de Representantes. También están presentes más representantes del gobierno, el parlamento y la sociedad de Ucrania que nunca antes.

Además de EE. UU., Alemania y Francia, también están presentes otros importantes partidarios de Ucrania con sus jefes de Estado y de gobierno, incluido el primer ministro británico Rishi Sunak y el presidente polaco Andrzej Duda, quienes han apoyado decididamente al país invadido, y el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki. China viaja con su principal representante en política exterior, Wang Yi, quien se dirigirá a la conferencia el sábado, al igual que Harris y Sunak. El mensaje de Wang Yi es esperado con interés, porque China es uno de los pocos países que no le ha vuelto la espalda a Putin, junto con otros países gobernados de manera autoritaria.

Por primera vez desde la década de 1990, ningún funcionario del gobierno ruso no fue invitado, por razones obvias. El presidente de la conferencia de seguridad, Christoph Heusgen, justificó su decisión antes del inicio de la conferencia al no querer ofrecer al Kremlin un “escenario para su propaganda”. En cambio, en el hotel sede de la conferencia se montó una exposición sobre los crímenes de guerra rusos. Heusgen afirmó que espera que los participantes utilicen la conferencia de seguridad para organizar ayuda para los ucranianos en su lucha por la libertad. Destacados políticos de Europa y Estados Unidos han pedido consecuencias penales para el presidente Vladimir Putin por la guerra de agresión de Rusia en Ucrania. Putin debe rendir cuentas por el crimen de agresión, "de lo contrario, la historia seguirá repitiéndose", exigió el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, según la traducción oficial en la Conferencia de Seguridad. El senador republicano estadounidense Lindsey Graham enfatizó: "Si Putin se sale con la suya, entonces volverá a suceder lo mismo en el futuro".

Mientras esto ocurre en Múnich, el presidente ruso Vladimir Putin y el jefe de Estado bielorruso, Alexander Lukashenko, hablaron en Moscú sobre la cooperación entre los dos países en cuestiones económicas y de seguridad. Según informes de la agencia de noticias rusa, Lukashenko subrayó la cooperación tecnológica entre los dos Estados vecinos, aliados y por lo mismo aislados internacionalmente. Recordemos que Bielorrusia es el único país gobernado por un dictador en Europa. Lukashenko firmó que ambas naciones aliadas están burlando exitosamente las sanciones impuestas por el ataque ruso a Ucrania.

Sin embargo, se sabe que la suspensión de las entregas impuestas a chips y otros insumos para la rama informática afecta severamente a la industria rusa, especialmente a la producción y al desarrollo de armas. La aviación civil rusa también está en problemas, pues carece de repuestos para sus flotas de aviones de pasajeros Airbus y Boeing, por lo que muchos deben quedarse en tierra para ser “canibalizados” y mantener en el aire a unos cuantos aparatos. En los ataques contra el ejército ucraniano, Rusia también perdió muchos de sus bombarderos de ataque a tierra Sukhoi Su-24, lo que pone en problemas a las fuerzas aéreas del país invasor. Putin, en el intercambio de galanterías con Lukashenko, dijo a su vez que su cómplice bielorruso preservó el legado industrial de la Unión Soviética en su país. Sobre esto se puede construir una nueva cooperación, lo que se ha visto militarmente desde hace más de un año, pues Lukashenko puso a su país a disposición de Putin como zona de despliegue para la guerra de agresión rusa contra Ucrania. No cabe duda: Dios los crió y ellos se juntan.