La importancia de las Ciencias Sociales
03/05/2023
Autor: Dr. Herminio S. de la Barquera y A.
Cargo: Decano de Ciencias Sociales

El día de ayer, jueves 27 de Abril, celebramos en nuestra universidad un “Seminario de Ciencias Sociales”, en el marco del quincuagésimo aniversario de la UPAEP. Esta actividad académica fue organizada por las escuelas y facultades del Decanato de Ciencias Sociales, con el objetivo de proporcionar a todos nuestros profesores, estudiantes e invitados una amplia visión de los campos de estudio que abarcan las disciplinas sociales. También fue una excelente oportunidad para la convivencia de los estudiantes de nuestras distintas escuelas y facultades, encontrando muchos temas, puntos e intereses en común. Así, por ejemplo, se trató el tema de la pertinencia de contemplar a la cinematografía desde su perspectiva social, por lo que las reflexiones en torno a este tema despertaron los deseos de los participantes de repensar y valorar el fenómeno de la multifuncionalidad de las artes como artes representativas, con una fuerte presencia en el mundo no sólo de la sociedad, sino también de la política y de la economía.

Pensemos, por ejemplo, en el palacio de Versalles: ¿se trata solamente de una monumental obra arquitectónica? Evidentemente no, pues en su interior no solamente encontramos valiosísimas obras de otras artes plásticas (esculturas, fuentes, pinturas, gobelinos, muebles), sino que para el uso de la corte se compusieron obras de música, de ballet y de teatro. Todo esto no solamente se desarrolló para “causar placer estético”, sino también como una forma de mostrar al mundo el poderío, el buen gusto, la creatividad, el liderazgo y la capacidad económica de la corte francesa entre Luis XIII y Luis XVI. Sólo hay que imaginarnos la llegada de algún embajador o emisario al palacio, para presentarse ante Luis XIV: ¡Cómo se asombraría al marchar por el salón de los espejos! ¡Cómo se arrobaría al escuchar la música en la Capilla Real! ¡Cómo se embelesaría al contemplar la tapicería y la riqueza de alfombras y gobelinos! ¡Cómo se maravillaría en los amplísimos jardines! La vida en ese palacio estaba rodeada de arte y su discurrir era marcado por la música, para la que había tres grupos diferentes: para la capilla, para la cámara y para los exteriores.

Volviendo a nuestro seminario, podemos preguntarnos, a todo esto, ¿por qué es importante estudiar ciencias sociales? El término colectivo “Ciencias Sociales” se emplea para denominar a todas las disciplinas científicas que se relacionan directamente con la vida en sociedad, como, por ejemplo, la psicología social, la sociología, la economía y los negocios, las ciencias de la política y del gobierno, o también de manera indirecta, como la psicología y la antropología, que se ocupan del comportamiento social.

Como sucede normalmente en el medio científico, la denominación “Ciencias Sociales” no está libre de polémica. A veces, podemos entender dicho término, como “ciencia social”, en singular y siguiendo modelos del siglo XIX, desde una perspectiva sintetizadora que pretende explicar a la sociedad desde la complejidad de su contexto. También podemos denominar con el término en plural a la dimensión sociológica de las ciencias especializadas, que hoy en día se diferencian cada vez más en disciplinas parciales o disciplinas “puente”, como, por ejemplo, la medicina social o la sociología médica, la investigación de hechos jurídicos o la sociología jurídica.

La creación de cátedras, departamentos y decanatos de ciencias sociales en las universidades e instituciones de educación superior solidifica un entendimiento institucional que incluye sociología, ciencia política (así, en singular) y, en algunos lugares, también la economía. Todo esto, por supuesto, depende del enfoque con el contemplemos la arquitectura institucional. Así, si el enfoque de nuestra carrera de economía privilegia su entendimiento desde lo humano y social, entonces dicha disciplina estará alojada en Ciencias Sociales; si se privilegia, por el contrario, una visión desde los negocios, el mercado o las finanzas, tendrá que estar alojada en otro departamento o decanato

La denominación “Ciencias Sociales” se utiliza también como correlación de las ciencias naturales y las humanidades y, como término genérico, incluye todas las disciplinas que se ocupan de la forma y el desarrollo de la convivencia humana, además de las mencionadas, p. e. también jurisprudencia e historia, demografía, estadística, etnología, filosofía social y psicología social.

La variabilidad y la imprecisión del alcance del término no sólo resultan de la necesidad de un perfil disciplinario, sino que también sirven para promover la comprensión: el concepto “Ciencias Sociales” generalmente se entiende en un contexto de comunicación que va más allá de las disciplinas individuales y es más denso que el de todo el sistema científico; el término se utiliza para abordar los puntos en común y las similitudes entre diferentes disciplinas. Su actualidad apunta a la necesidad de reconciliar las perspectivas reduccionistas de varias ciencias individuales con un sentido que busca apuntalar un enfoque multi o interdisciplinario.

La importancia de las ciencias sociales, a veces difíciles de separar de las humanidades, se deja ver si recordamos que el Hombre es un ser social por naturaleza. Ya decían los griegos que es prácticamente imposible que podamos vivir fuera de la sociedad, de la “polis”; esto sólo lo lograría un dios o una bestia. La complejidad que ha alcanzado nuestra vida en sociedad justifica que las universidades mantengan departamentos o decanatos de ciencias sociales, pues esa compleja vida social ofrece una amplísima variedad de temas cruciales que hay que estudiar e interpretar. 

Desafortunadamente, el interés por el estudio de las humanidades y de las disciplinas que estudian a la sociedad está retrocediendo en el ánimo de las personas. Cada vez son menos los aspirantes a estudiar una carrera universitaria que se interesen por estudiar filosofía, ciencia política, humanidades o antropología. Eso tiene una fuerte repercusión en la vida social y en el quehacer científico. Así, la célebre filóloga española Irene Vallejo ve una correlación entre el deterioro de las humanidades y el deterioro de las democracias en nuestros días.

Podemos concluir, en este mismo sentido, que una universidad humanista, como lo es la UPAEP, hace bien en mantener en su currículo académico carreras como historia, economía, filosofía, Ciencia Política o humanidades, pues no solamente es en estas disciplinas en donde se generan las corrientes de pensamiento más características de una institución de inspiración católica, sino porque el estudio de ellas y la difusión que se haga de sus resultados deben tener una repercusión social y un impacto en diversas áreas del conocimiento sobre lo social y sobre la conducta y valores de las personas. 

Nuestra obligación como universitarios humanistas es, por lo tanto, no contemplar a estas disciplinas desde la angosta visión de la matrícula y del costo económico, sino desde la perspectiva de la obligación que tenemos como humanistas católicos de colaborar para mejorar las condiciones sociales y humanas de las personas. La urgente necesidad de elaborar estrategias específicas de promoción de estas carreras va, por lo tanto, más allá de los números, los ingresos y la matrícula: tiene que ver con la supervivencia de nuestra esencia humanista y con nuestra obligación de generar corrientes de pensamiento que promuevan una transformación positiva de nuestro entorno social.