El valor de la persona
25/08/2023
Autor: Por Orlando Yosef Cruz Arroyo
Cargo: Estudiante de Medicina

Para poder hablar del ser humano, es válido el entenderlo primeramente como concepto, así que podemos definir, a lo que es nuestra especie, como el llamado homo sapiens sapiens que proviene del latín “hombre sabio”.

A lo largo del tiempo los científicos y la gente en general, han debatido sobre lo que nos hace seres únicos en este hermoso planeta azul. Existe quien dice que lo que nos diferencia de los demás seres vivos, puede ser nuestra habilidad para adquirir conocimientos, combinar estos conocimientos y razonarlos para poder darles incluso un objetivo. Ese objetivo a conseguir, puede ser la misma transmisión del conocimiento y así llegar a crear algo. Hay también quien dice que, lo que nos hace diferentes, es nuestra capacidad de caminar en bipedestación con la columna erguida, o que nuestras manos son únicas, o nuestra evidente falta de pelo en comparación con los demás animales es un rasgo característico, y así podríamos seguir describiendo e incluso debatir que es aquello que nos hace únicos.

Tal vez jamás llegaremos a estar de acuerdo todos, ya que incluso, el mismo concepto de ser humano, ya es muy difícil de especificar. Sin embargo, algo en lo que sí podemos estar de acuerdo todos, es en el gran valor que tenemos, por el solo hecho de ser seres humanos.

El papa Francisco afirma y subraya Cada vida humana, es única e irrepetible, es un valor inestimable en sí misma”. Y esta aseveración, es válida en todos los enfoques que se puedan considerar, desde el punto de vista biológico, psicológico, social, cultural, filosófico, ético, legal, etc.

Es muy importante mencionar, que cada una de las personas que existimos en este planeta, poseemos una virtud innata llamada dignidad; y este es el valor inherente que todo ser humano tiene, desde el momento de su concepción, y solamente por el hecho mismo de existir.

La dignidad hace referencia al derecho que tenemos todos los seres humanos, para ser valorados y respetados por los demás y por nosotros mismos; lo que nos permite ser reconocidos como seres individuales y sociales, con todas las características mismas que nos definen como una persona.

 Cada una de las personas, tenemos como un medio de protección, en cada municipio, estado, país o continente, establecido incluso por leyes internacionales, los llamados Derechos Humanos, de los cuales el más importante, es el Derecho a la vida.

Como estudiante de la Carrera de Medicina, puedo decir que mi mayor propósito, es defender e intentar prolongar lo más posible, la vida de cada una de los pacientes que atiendo. Pero además, dar a cada uno de ellos, la mejor atención posible, con todo el respeto, calidad y calidez humana que se merecen, tan solo por ser seres humanos.

Por esta razón, me parece muy importante, recordar, que existen muchísimas acciones, que podemos realizar para ayudar a otros.

Algunas acciones pueden parecer muy sencillas e insignificantes, como sonreír de corazón a una persona, (alguna vez escuché que nadie es tan pobre que no pueda obsequiar una sonrisa, ni tan rico, que no la necesite), prestar atención a alguien que quiere ser escuchado, obsequiar unos minutos de nuestro tiempo a quien se siente solo, acompañar en tiempos difíciles o decir palabras de apoyo; lo que tiene un valor incalculable cuando a alguien lo necesita..

Hay  otras acciones que tal vez requieren un poco más de nuestro esfuerzo, por ejemplo, donar sangre o pertenecer a un grupo de apoyo como “Hermanos de sangre”, “Voluntarios de la Cruz Roja”, “Misiones católicas”, grupo de Cáritas o beneficencia social.

Hay una frase que dice: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”

Personalmente creo, que jamás en la vida, un ser humano debe sentirse superior o inferior a otro, pues todos somos iguales y tenemos la misma dignidad.

Es verdad que en el mundo existen personas a las que parece no importarles el valor de los demás, en muchas ocasiones por cosas banales como lo es la “raza”, el color de piel, la situación económica, la “clase social”, los gustos personales, o los errores cometidos por esa persona.

Sin embargo, considero que el juzgar a los demás, no es la solución para evitar esas situaciones. Es verdad que las cosas malas en el mundo en muchas ocasiones nos impiden ver la hermosura de este, e incluso nos impiden amarlo, pero la verdadera respuesta para iniciar un cambio en esta sociedad, es iniciar cada uno de nosotros por nuestra propia cuenta, a hacer lo que sabemos dentro de nuestros corazones, que es lo correcto.

El humano realmente es bueno por naturaleza y por mas perdidos que estemos siempre hay algo dentro de nosotros queriendo hacer algo bueno.

Para hacer el bien, debemos tomar en cuenta todos los valores y virtudes que existen de nuestra sociedad, seguirlos lo más rectamente posible y aunque en muchas ocasiones puede llegar a ser bastante difícil, éste es el camino que más vale la pena y que más felicidad sensación de plenitud nos traerá en la vida.

Creo firmemente que la felicidad y plenitud no se alcanzan en el futuro, sino que debemos sentirnos felices y plenos, todos los días de nuestra vida, haciendo lo que sabemos que es correcto y mejor para nosotros, esto nos ayudará a alcanzar una vida en paz, la cual es lo más valioso que podemos llegar a tener.

Yo te invito a ti lector, a empezar a hacer un cambio positivo en tu vida, hazlo para ti, empieza a amar al mundo como debe de ser, haz amistades siendo un ejemplo del bien, sé un ser en quien los demás pueden confiar, ten respeto hacia los demás y sus derechos, apoya la libertad pero no el libertinaje, transmite el sentido de responsabilidad con tus acciones y comentarios, evita los placeres que no hacen más que dar felicidad momentánea pero destruye tu felicidad perpetua, se bondadoso y solidario, ayuda a los demás, te prometo que este camino es el más difícil pero es el que más vale la pena y el que te traerá la felicidad perpetua, la plenitud todos los días de tu vida iniciando por hoy.