El deseo de leer es el propio deseo de vivir
14/12/2023
Autor: Dr. David Sánchez Sánchez
Cargo: Director de la Facultad de Humanidades UPAEP

Hoy en TUHISTORIA UPAEP hablaremos cercanos a estos días de Navidad y de Año Nuevo poniendo el acento en un deseo que en estas fechas suele ponerse en la cima de icebergs de buenas intenciones con miras al nuevo ciclo como son el hacer más ejercicio, sonreír más, bajar los niveles de estrés, ir a ver a los abuelos con tranquilidad, iniciar un curso de pintura, reorganizar la habitación… leer un libro.

Quizás resulte duro y revelador el reflexionar sobre cuántas veces hemos ido a una Biblioteca en este año, cuántos libros hemos leído (no por obligación), cuántos hemos comprado, cuántos hemos regalado… Una de las fotografías que más admito y atesoro de mi propio abuelo es una donde está con un libro en sus manos. De los mayores regalos que mi abuelo me hizo cuando era niño fue comprarme 6 enciclopedias temáticas completas y 3 colecciones de clásicos de la literatura. No comprendí hasta muchos años después que ese legado valía más que el propio oro. Mi abuelo siempre leía antes de dormir, por lo que intuyo que su mente despierta volaba en sus sueños con sus lecturas.

Mi gran maestro Don Miguel de la Quadra-Salcedo y Gayarre, en nuestra querida Ruta Quetzal, nos legó frases magníficas como aquella en donde expresó que «Un ordenador no podrá nunca sustituir el olor de la tierra húmeda tras la lluvia» o aquella otra de que «El español es un idioma de conquista de amor». En los recuerdos que tengo a su lado pronto me di cuenta de que siempre tenía un libro de manera muy cercana del cual comentaba, compartía y hasta llegaba a regalar. Recuerdo con enorme cariño y respeto aquellos momentos ya fuera en su despacho de Madrid recitando fragmentos de La Araucana de Alonso de Ercilla, a los pies de una pirámide mesoamericana con un facsimilar del Códice Borgia, en Medina del Campo con una reproducción del Codicilo de la Reina Isabel I de Castilla la Católica, en Chile en la Casa de Isla Negra del poeta Pablo Neruda recitando poemas amor o en Segovia evocando fragmentos de Don Quijote de la Mancha… siempre tenía una obra que recomendarte leer. Aquellas obras tomaban un matiz especial al tener tras de sí los mejores escenarios posibles: un molino de viento, un castillo medieval, un yacimiento arqueológico, un monumento… pero especialmente, su propia biblioteca.

Arturo Pérez-Reverte expresó que «Una biblioteca no es un conjunto de libros leídos, sino una compañía, un refugio y un proyecto de vida». Una biblioteca, ya sea particular o pública, es vivir.

En estas navidades con tantas promesas por cumplir y tantos regalos por proponer permítanme que recorramos juntos algunas obras que pueden pasar a formar parte de su proyecto de vida presente, ¡sintámonos más vivos junto a ellas!

Poesías Completas de Konstantino Kavafis: poeta griego entre el s.XIX y el s.XX que nos acerca el olor al Mediterráneo, nos llena de nostalgia, nos hace meditar sobre el fracaso y la evocación del pasado con el reto de reflexionar sobre una decadencia de la cual deberíamos de intentar salir mientras propone aprender de ella.

El señor de los anillos (Trilogía), de J. R. R. Tolkien: hemos dejado atrás la moda de la saga de películas iniciada hace ya 22 años (sin olvidar la magnífica película animada de 1978 dirigida por Ralph Bakshi y que llenó de magia alguna de mis navidades infantiles), pero no debemos dejar atrás el ánimo de imaginar y crear nuevos mundos, seres, idiomas… donde se reflejen parámetros totalmente inmersos en nuestras civilizaciones pero que viéndolos desde la distancia en mundos creados ex novo se abren con mayor entendimiento para algunos de nosotros.

Moby Dick, de Herman Melville: para algunos, la naturaleza y el hombre parecen más distanciados que nunca donde la responsabilidad ante los océanos parece vital para la supervivencia de nuestra especie. La búsqueda de un gran ser que surca los mares retando vidas y donde nos llega incluso el olor a salitre y a sudor entre las páginas de esta obra cumbre de la literatura estadounidense no dejará de plantearnos preguntas sobre la acción del hombre en la lucha por lo que considera en inicio como lícito y necesario.

La dama del Nilo, de Pauline Gedge: recuerdo leer esta obra con 16 años dentro de una colección de novela histórica de 1994. Acompañé a Hatshepsut, reina con el cargo de Faraón de Egipto, comprendiendo que han existido numerosas mujeres gobernantes en diferentes civilizaciones que han sido hasta la fecha olvidadas, desprestigiadas o ignoradas. Debemos recuperar y valorar sus voces también desde novelas históricas como esta.

Robinson Crusoe, de Daniel Defoe: la última vez que había pensado detenidamente en esta obra fue en 2009 dialogando con mis alumnos en el propio archipiélago Juan Fernández en el Pacífico. La comparativa entre el náufrago Alejandro Selkirk y el propio Robinson fue más allá de la tinta y el papel para sentirnos como ellos al menos por breves minutos en la puesta y salida del sol. En aquel barco anclado en la orilla bajo la luna, hicimos realidad las palabras de Daniel Dafoe.

Mucho ruido y pocas nueces (Much Ado About Nothing), William Shakespeare: aconsejamos leer en inglés esta comedia romántica sobre la naturaleza humana. Si nos llaman la atención las canciones contemporáneas de Shakira más nos deberían de atraer los diálogos entre Benedicto y Beatriz que surcan de cielo a suelo y de suelo a cielo las páginas de esta obra.

Finalizamos con El infinito en un junco, de Irene Vallejo Moreu: aquí me pongo mi propia penitencia en estas navidades de leerlo pues a la fecha tan solo he pasado páginas a golpe de pulgar. Entre sus líneas me espera un viaje en el tiempo hasta el origen de los libros. Treinta siglos de lucha por la maravilla de los libros nos esperan en esta obra.

Les deseo lo mejor en esta Navidad y Año Nuevo en compañía de sus seres queridos y junto ,al menos, un libro. Sigamos la lucha por la cultura. ¿Dónde está el siguiente reto? En que usted escriba o continúe escribiendo, y un día, en una Navidad y/o Año Nuevo, alguien cite su obra para sentirse más vivo.