Respeto, el valor de Ser UPAEP
15/01/2024
Autor: José Carlos Ortiz Muggenburg
Cargo: Director CEFAS UPAEP

Hoy me invitaron a escribir sobre el valor del Respeto. Creo que es una reflexión interesante, para seguir profundizando hoy y durante toda la vida. El Respeto es un estilo de vida y condición para una cultura de Paz: con nosotros mismos, nuestra familia, nuestro entorno y con nuestra comunidad1. Sin él, se vería lesionado, o reducido, un auténtico encuentro humano donde todos nos honramos mutuamente.

En la actualidad merma a la persona mucha falta de respeto en sus relaciones. Vemos guerra, creciente polarización y ruptura en lo fundamental. Vínculos cada vez más frágiles, líquidos, desechables y pasajeros. Simples conexiones y desconexiones. Todo ello, en gran parte, porque damos preferencia a opiniones, gustos e ideas individuales; por encima de las razones, acuerdos y realidades que iluminen la maravilla del encuentro humano. Preferimos concebir al otro como medio para mis fines, en lugar de reconocer-nos en una relación que trasciende el solo bien-estar y no el bien-ser. La diferencia y el desacuerdo nos separan cada vez más, en lugar de apostar por un diálogo que nos enriquezca y armonice.

Bien, el Respeto es importante, ¿y qué es? Demos cuenta a continuación de un par de experiencias que nos aproximen a su definición; y especialmente a su vivencia. Para ello, viene a mi mente primero la presentación del libro Conoce lo que sientes2 que tuvimos en UPAEP. En dicho lanzamiento, el profesor nos invitó a replantear, pensar e integrar, los términos clásicos relacionados con las emociones y la educación, que nos permitan acoger toda la riqueza de la persona y no simplemente ir apagando fuego y resolviendo el problema cuando ya se ha derramado el agua del vaso. En otras palabras, es una invitación a repensar en “clave de encuentro” (en éste caso el respeto a la persona), de mano con un Vocabulario Emocional, aquellos valores que sabemos que son importantes conocer y más aún reconocer en nuestra experiencia cotidiana.

Para ahondar en esto anterior, me apoyo de una segunda experiencia, que he titulado en mi memoria personal como “Los abuelitos y la Gelatina”, fruto del aprendizaje con mis alumnos de bachillerato. Emocionados llegaron a mi oficina 2 o 3 alumnos pidiendo el apoyo para un transporte institucional; pues habían logrado reservar un espacio en el asilo para Adultos Mayores (todavía recuerdo, lo tenían reservado para el jueves a las 9:00 am). Un servidor, un tanto novato y empático con la emoción de mis alumnos, accedí a la petición y acompañarles. Llegamos el día y hora acordados al asilo. Desde el inicio notamos un ambiente un poco tenso y extraño. En nuestra mente pensamos “Ahora que empecemos el juego del BINGO seguro que se anima la cosa”. Repartimos tarjetas, empezamos el juego y para nuestra sorpresa: nula emoción por parte de los abuelitos. En fin, terminó la actividad, despedimos a los abuelitos y con esa sensación de un mal sabor de boca, nos acercamos con la responsable del lugar y le preguntamos si algo había pasado en éstos días o si siempre era así la situación. La responsable nos comentó que precisamente los jueves a las 9:00 am es de los momentos más esperados por los abuelitos en toda la semana. Es el día en que reciben una gelatina que les encanta, y como nosotros habíamos dicho que íbamos ese día y a esa hora (porque a nosotros nos venía rebien en la agenda) no recibieron su tan anhelada gelatina. Nos asombró la respuesta y nos quedaron grandes aprendizajes sobre el respeto del tiempo, de los momentos y sobretodo de la persona del otro. Hacemos muchas cosas, y con las mejores intenciones, pero el respeto nos invita todavía a ir un paso antes. Tú persona y mi persona (yo-tú), nuestra relación (nosotros), previo a todo lo demás.

El respeto es poner a la Persona al centro. Es escuchar, preguntar y conocer, antes de querer dar soluciones inmediatas. Es involucrarse personalmente y esperar que lo demás sea fruto en el encuentro. El respeto no es algo etéreo o utópico. El Respeto es con alguien. Pues el respeto lo vivimos cada día y todos los días, con cada persona que nos encontramos, empezando por los más próximos, nuestros familiares y amigos, alumnos y colegas de trabajo.

Finalmente, más preguntas que respuestas en una invitación para reflexionar: ¿cómo vivimos en la universidad éste valor?, ¿qué retos tenemos para una vivencia más plena del respeto en nuestra vida universitaria?, ¿qué acciones concretas podemos impulsar para reconocernos, respetarnos y amarnos cada día un poco mejor?

 

1 Así lo enmarca nuestro Ideario UPAEP (Edición 2016): EL RESPETO, a la propia persona, a los demás, al entorno y a la trascendencia. P. 34.
2 Una obra de la Fundación UpToYou©, expertos en Educación Emocional. Véase mayor detalle sobre el libro y la fundación aquí: https://uptoyoueducacion.com/editorial/