Hoy en TUHISTORIA UPAEP viajamos al 4 de octubre de 1824 donde entró en vigor la primera Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. En este 2024 conmemoramos los doscientos años de una Constitución conformada por 7 títulos y 171 artículos. La importancia de la tradición, los documentos con mayor peso en su momento y las áreas de oportunidad, hicieron huella en dicha redacción. Sobre la mesa, en el diálogo, estaban la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776), la Constitución de los Estados Unidos de América (1787), la Constitución de Cádiz (1812), los Elementos Constitucionales de José Ignacio Antonio López-Rayón (1812), la Constitución de Apatzingán (1814), y hasta el Plan de Independencia de la América Septentrional (1821). El Congreso Constituyente tuvo por delante el dialogar y consensuar acuerdos con las diferentes tendencias políticas que parecían en ocasiones totalmente contrarias. No podemos argumentar que el principio federal que se abriría fuera copia fiel a ningún otro territorio, como tampoco podemos afirmar que los principios conservadores que permanecieron en parte fueron fruto de un lastre de un dominio impuesto. La propia naturaleza del territorio se abrió a una reflexión de un nuevo rumbo con la firme intención del progreso. En ello, dentro de un firme compromiso con el catolicismo, Dios seguía estando en el lugar principal:
[…]CONSTITUCIÓN FEDERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. En el nombre de Dios todopoderoso, autor y supremo legislador de la sociedad. El Congreso general constituyente de la nación mexicana, en desempeño de los deberes que le han impuesto sus comitentes, para fijar su independencia política, establecer y afirmar su libertad, y promover su prosperidad y gloria, decreta la siguiente […]
Dejando a un lado si el planteamiento fue deísta o católico, según el caso, el documento de 1776 cita […] (el deber) tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho […]; si para el documento de López-Rayón […] 1° La Religión Católica será la única sin tolerancia de otra […] -entendiendo que el concepto de tolerancia de cultos es un aspecto muy moderno e incluso que sigue estando cuestionado en numerosos países de la tierra-; si para la Constitución de Apatzingán, […]1. La religión católica, apostólica y la romana son las únicas que se debe profesar en el Estado; si para el documento de Agustín de Iturbide, […] 1 º. La Religión de la Nueva España es y será Católica Apostólica Romana, sin tolerancia de otra alguna […] … no es extraño el encontrarnos en ese 1824 con:
[…] TÍTULO I. SECCIÓN ÚNICA DE LA NACIÓN MEXICANA, SU TERRITORIO Y RELIGIÓN. Artículo 3.- La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra. […]
En el TÍTULO IV, DEL SUPREMO PODER EJECUTIVO DE LA FEDERACIÓN, SECCIÓN II, Artículo 101, se fija que el presidente y vicepresidente deben jurar ante las cámaras reunidas con el siguiente […] «Yo N. nombrado presidente (o vicepresidente) de los Estados Unidos Mexicanos, juro por Dios y los santos Evangelios, que ejerceré fielmente el encargo que los mismos Estados Unidos me han confiado, y que guardaré y haré guardar exactamente la constitución y leyes generales de la federación» […] Los miembros de la Corte Suprema de Justicia debían jurar el cargo con […] «¿Juráis a Dios nuestro señor haberos fiel y legalmente en el desempeño de las obligaciones que os confía la nación? Si así lo hiciereis, Dios os lo premie, y si no os lo demande» […] (Artículo 136).
La nueva República representativa popular federal nació con la herida de una división que continuaba desde tiempos anteriores, esta vez entre borbonistas/conservadores y republicanos/liberales como definió Agustín de Iturbide, y donde desde 1821 a 1871 se realizaron 52 cambios de presidencia. José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix (Guadalupe Victoria), pareció ganar el pulso a una propuesta de copiar una República centralista francesa frente a una República Federal de modelo de los Estados Unidos de América ¿o en la práctica ambas se fusionaron? Para autores como Juan Louvier Calderón, ambas propuestas, con una fuerte carga de la masonería yorkina y escocesa, ¨ renegaron de la identidad mexicana y de sus raíces indias, hispanas y cristianas¨.
Pese a ello, la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, mantuvo una firme defensa del catolicismo como base de su independencia política, reafirmación de su libertad, pilar de su prosperidad y de su gloria.
Seguimos la lucha. Para finalizar no debo sino usar en este caso una fórmula que había permanecido siglos y que seguía por entonces al pie del documento: Dios Guarde a V. muchos años.