Diciembre es uno de los meses más esperados en el año debido a las festividades. Se ha convertido en un espacio de reflexión y de encuentro no solo de las familias, sino de los diferentes grupos que integran las empresas e instituciones. Es un momento y espacio que los líderes de las organizaciones pueden ocupar para fortalecer los vínculos con los colaboradores, y aprovechar los festejos para reconocer los logros alcanzados y que son plausibles. También se pueden promover los acercamientos y robustecer las relaciones interpersonales como un gesto de agradecimiento.
Diciembre es festivo y de gran valor para que los entornos laborales se vinculen y los colaboradores puedan compartir experiencias más allá de lo laboral. En estas fiestas se puede dar la unión, la cohesión, reconocerse como parte de la organización, y buscar la forma más efectiva de alcanzar los objetivos en un ambiente positivo, colaborativo, motivador y cercano.
Impulsar desde las organizaciones un espíritu navideño, además de mejorar el ambiente laboral, mejora el espíritu de las personas y por lo tanto las relaciones familiares que siempre serán reconocidas y agradecidas por los colaboradores. Si ellos están bien en lo familiar, seguramente estarán bien en lo laboral.
Estas festividades mantienen a los integrantes en las organizaciones satisfechos, positivos, unidos, con mejores relaciones interpersonales. Entre los muchos beneficios que se aprecian, se fortalece el sentido de identidad y pertenencia, aumenta la motivación, disminuye el estrés y, por qué no, también puede aumentar el rendimiento y la productividad.
Líderes de las empresas e instituciones, inviertan en los espacios festivos de diciembre, son espacios de encuentro entre quienes hacen vivas a las organizaciones. Los colaboradores lo merecen, es un reconocimiento al arduo trabajo de todo el año.