Transparencia: el lenguaje que construye equipos fuertes
04/12/2025
Autor: Dra. Eva María Pérez Castrejón
Cargo: Directora de Promoción UPAEP

Liderar equipos de trabajo nunca es sencillo. Implica comprender distintas culturas personales, marcadas principalmente por la educación, las experiencias y los valores de cada integrante. A esto se suma la necesidad de alinearse con las filosofías organizacionales, que también poseen sus propias culturas y deben mantenerse a la vanguardia de cambios constantes, sin perder de vista los objetivos y metas por cumplir.

Cada colaborador tiene necesidades particulares que no siempre pueden satisfacerse como desearía, ya sea por restricciones presupuestales, recursos limitados u otras circunstancias. Sin embargo, lo que sí está al alcance de un buen liderazgo es la transparencia: una herramienta estratégica que fortalece la credibilidad no solo del líder, sino también de las empresas e instituciones.

Ser transparente no es opcional; es una obligación. Aunque algunos lo perciban como un acto voluntario, está demostrado que la transparencia favorece equipos más integrados y sólidos. Más allá de que las decisiones puedan resultar incómodas o impopulares como la imposibilidad de otorgar incrementos, los cambios estructurales, los desempeños deficientes, decisiones difíciles u objetivos que deben replantearse siempre es preferible comunicar con claridad antes que ocultar información relevante.

Lo que se calla también comunica, y generalmente de peor manera: las interpretaciones erróneas generan ruido, incertidumbre y rumores que afectan el clima organizacional. La transparencia, en cambio, reduce la especulación y orienta la energía del equipo hacia la acción.

La transparencia debe ser parte de la cultura laboral, facilita un mejor encuentro entre líderes y colaboradores, quienes siempre necesitarán entender el porqué de los cambios, decisiones, ajustes, designaciones o limitaciones. Evitar narrativas falsas es fundamental, tarde o temprano, los equipos compuestos por adultos comprenderán la realidad y tomarán decisiones informadas para su desarrollo personal y profesional. La información clara les permite actuar con criterio.

Estamos llamados a comunicar con verdad, con claridad y con responsabilidad. También a tener bien definidos los objetivos que se deben alcanzar; la transparencia fortalece la identidad y el sentido de pertenencia, porque genera sintonía entre todos los miembros del equipo.

No obstante, la verdad sin empatía puede herir. Un liderazgo íntegro combina honestidad con respeto: explica sin humillar, informa sin aplastar, conversa en el momento adecuado y con el tono correcto. Decir la verdad puede exigir valentía, pero callarla siempre tiene un costo mayor.