Cambio climático, ¿qué tanto puede ayudar la Arquitectura?
07/07/2021
Autor: Mtro. Adán Hernández Gómez
Cargo: Director Académico Facultad de Arquitectura

El cambio climático es uno de los responsables en México del incremento de incendios, sequías, deslaves, lluvia excesiva, inundaciones, nieve y bajas temperaturas, todo esto es producto de una inestabilidad que a nivel global afecta a todos. Tan solo en la República Mexicana las temperaturas han aumentado de 1 a 1.5 grados, en los últimos 15 años, pareciera que no es mucho, pero gracias a esto la lluvia en el sureste ha disminuido, la flora y fauna se ha visto afectada teniendo más de 2 mil especies en peligro de extinción por la degradación de sus ecosistemas, los bosques se han fragmentado y los manglares se han deforestado. Muchos de los estados del país se encuentran con un alto nivel de vulnerabilidad ante el cambio climático.

Además del cambio climático como afectación mundial, nos encontramos con los daños locales en materia ambiental que causan principalmente el transporte y la concentración de vivienda, industria y comercio, así como el gran consumo de energía que como país tenemos. Según el balance nacional de energía en comparativa del 2012, 2016 y 2018 generado por la Secretaría de Energía (SENER) podemos ver cómo se genera la energía en México y en que se gasta, revisando las gráficas más del 50% de la energía que se consume en la República Mexicana es en dos rubros, 42.9% en el transporte y 18% el sector residencial, comercial y público; es decir una gran parte del consumo de energía que el país tiene es resultado de cómo y donde vivimos, trabajamos, estudiamos, nos divertimos y como nos movemos.

Es importante mencionar que el 18% del consumo total de energía a nivel nacional es por el uso de los edificios y no por la construcción de estos, aquí es importante hacer un cambio para poder realizar proyectos de manera sustentable y sostenible pero no solo en la construcción, principalmente en el funcionamiento y para esto es necesario crear un vínculo entre empresarios, industria, usuarios y gobierno.

En la actualidad existen muchas certificaciones enfocadas a la construcción sustentable p ej. LEED, EDGE, BREEAM, Net Zero y que además de evaluar la construcción, dentro de las acreditaciones se evalúa la operación o funcionamiento, desafortunadamente se enfocan principalmente a los grandes desarrolladores y constructores.

Edificios, centros comerciales y hoteles que buscan estas certificaciones como un valor agregado a sus proyectos ya sea como tema comercial, como un plus de venta o como constructores o empresas comprometidos con el medio ambiente. En México sabemos que la construcción de casas de interés social, interés medio o autoconstrucción forma parte de un gran porcentaje de la ocupación y desarrollo en la vivienda y el comercio menor; si pudiéramos interesar a los constructores de despachos pequeños o a la autoconstrucción para que utilicen tecnologías, sistemas y procesos mucho más amigables con el medio ambiente, sin que tenga que ser caro o deban cumplir con los requisitos de una certificadora, entonces podríamos subir el número de viviendas sostenibles, que además serán mucho más económicas en la operación para los propietarios y podrán incentivar apoyos en la compra de los sistemas, equipos o tener algún beneficio en el costo de los servicios.

Si como país tenemos un gran consumo energético y que de acuerdo con el Prontuario estadístico del sector energético (Julio 2015 Julio 2017 SENER) el 90% de la energía que se produce en México es a través de la quema de combustibles fósiles en las termoeléctricas, las carboeléctricas y las duales, disminuir el porcentaje de consumo de energéticos en los edificios, viviendas y comercios entre otros definitivamente ayudará a disminuir la generación de gases de efecto invernadero en la producción de energía.

¿Entonces que debemos hacer? Sabemos que los edificios emiten demasiado dióxido de carbono tanto en la construcción como en la operación, en la búsqueda de reducir dichas emisiones debemos construir de manera mucho más eficiente, buscando construir con materiales que en su extracción o producción el daño al medio ambiente sea menor a los tradicionales. Por otra parte, debemos diseñar buscando el confort interior con las orientaciones adecuadas y evitar que el proyecto responda a la rentabilidad o comercialización en la venta. Finalmente debemos diseñar proyectos con instalaciones de energía renovable que además permitan el bajo consumo de agua, electricidad, así como la captación y reutilización.

Es importante mencionar que la arquitectura debe ser abordada como diseño sostenible desde el inicio, saber que no un plus del edificio es una parte esencial y no debe ser opcional, las autoridades y gobierno deberán generar planes de desarrollo integrales sustentables y con exigencias que deberán cumplir los desarrolladores. Como arquitectos la solución a las necesidades del cliente deberán ser éticas e informando sobre los impactos ambientales que el proyecto va a generar para que los clientes puedan comprender las necesidades de sistemas, orientaciones, dimensiones y la inversión que deben realizar para tener un producto que en su operación beneficiará al medio ambiente y los gastos futuros.