La noche del domingo 1º. de julio del 2018 para amanecer el lunes 2 de julio fue la noche oscura para aquellos mexicanos no convencidos en absoluto de MORENA y el amanecer para aquellos mexicanos que no sólo confiaban en Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sino en el partido de MORENA como un partido político que sería muy distinto en su forma de gobernar. Los partidos tradicionales como PAN, PRI y PRD quedaban expuestos de estar al margen de la realidad política del Estado mexicano como mínimos acompañantes en razón de un pasado evaluado como oscuro según el mismo AMLO.

La democracia mexicana expresada en su sistema electoral arrojó un triunfo contundente no sólo para la presidencia a favor de AMLO, sino también un triunfo en los demás niveles de gobierno para MORENA. Al parecer, la cuarta transformación en México habría dado inicio por vía de la democracia.

La gran pregunta quedaba planteada: ¿qué sucedería en México con MORENA ocupando la casi totalidad del gobierno en sus distintos niveles?

AMLO en sus primeros discursos como virtual presidente electo realizó enfáticas declaraciones que mantuvo en su campaña haciendo distintas promesas que fueron aplaudidas por sus simpatizantes como si fueran ya un hecho real. Sin embargo, el auténtico hecho real es que MORENA había ganado de forma abrumadora y esto no garantizaba de modo alguno la realización de aquellas promesas.

Si se repasa la historia de la política mexicana, se puede decir que “a grandes promesas políticas mayor exigencia de su cumplimiento”.  Este lema ha sido el viacrucis de los mexicanos desde la “administración de la abundancia” de José López Portillo, pasando por la “Renovación Moral” de Miguel de la Madrid Hurtado y de muchos otros hasta llegar con Enrique Peña Nieto diciendo que la Reforma Energética beneficiaría al país con el no aumento de la gasolina y el gas doméstico. Resultado de lo anterior fue el fastidio y la desesperación de la sociedad mexicana que bien capitalizó en su favor AMLO.

Desde diciembre de 2018 hasta la fecha, la famosa cuarta transformación (4T) ha sido promocionada y defendida en los discursos de las Mañaneras del Presidente AMLO con especiales críticas y por qué no decirlo, con ataques y descalificaciones, no solamente en contra de la “mafia del poder” de los antiguos partidos políticos descalificados con el membrete del “PRIAN”, sino de todo crítico de la 4T quien es descalificado como “fifí” o “conservador” al servicio de la mafia del poder. En este último rubro han sido despachados por el discurso presidencial muchos periodistas, intelectuales y medios de comunicación exhibidos por el mismo presidente de los Estados Unidos Mexicanos casi como delincuentes cuyo delito ha sido no estar de acuerdo con la 4T y su forma de gobernar a México.

Pero más allá del discurso presidencial existe una REALIDAD mexicana, así con mayúsculas, con sus problemas que la 4T ha tenido y tiene el compromiso de ir resolviendo. Problemas relativos a la economía familiar, a la seguridad pública, a la salud pública que se complicó con la pandemia del Covid-19. Estos y otros problemas son lo que preocupan a los mexicanos votantes y de acuerdo a esto van aprobando o desaprobando al gobierno en turno que en este caso es MORENA.

Una de las ventajas de la democracia es que se presenta como un sistema de gobierno que permite la evaluación de los gobernantes y de sus respectivos partidos políticos cada vez que se abre el periodo electoral. En este sentido la democracia relativa a los votantes mexicanos del 2018 habló otorgando un gran triunfo electoral para MORENA. Ahora en las elecciones intermedias en este 2021 MORENA ha perdido algunos espacios políticos que se vuelven lagunas en el intento de coaptación del poder por parte de la cuarta transformación.

Aquellas lagunas para la cuarta transformación, lógicamente, han sido ocupadas tanto por el denostando PRIAN, siguiendo la terminología descalificadora de la Mañaneras presidenciales, como también por el Movimiento ciudadano (MC) o Movimiento Naranja.  Pero aquí es muy importante resaltar que tal fenómeno ha sido causado por un sistema democrático apoyado por el INE (otra institución contaminada por la mafia del poder según el presidente de México) en una votación que el electorado ha llevado a cabo y manifestado que la 4T no ha cumplido con las grandes promesas del 2018.

En conclusión, el discurso presidencial mañanero, altamente propagandístico a favor de la 4T y descalificador, desdeñoso e injurioso para los opositores, no ha logrado tapar o acallar lo que la democracia ha hablado en este 2021 por parte del pueblo que el mismo AMLO, en muchas ocasiones, ha calificado como sabio.