A 500 años de la caída de la Triple Alianza, de la transformación de Europa y del mundo
La mayoría de los textos que en estos días salen en la prensa, los programas de radio y televisión, los debates en foros y análisis de expertos, documentales, series y especiales a todo color centran sus contenidos en los 500 años de ¨La Conquista de México¨, la ¨Caída de la Triple Alianza¨, la victoria de Hernán Cortés y sus aliados indios… Este tema nos llevaría ríos de tinta aunque sea virtual para su análisis completo, por eso hoy en TUHISTORIA volvemos a analizar los procesos históricos desde nuevas perspectivas que presenten retos novedosos en los planteamientos.
El poeta mexicano Jaime Torres Bodet citó: “El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés. No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy”. Estas palabras están grabadas en el tiempo, y de manera física en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en Ciudad de México, no debiendo ser indiferentes todos nosotros ante ellas.
¿Pero algo cayó igualmente en Europa y en el mundo desde ese 13 de agosto del s.XVI? Rotundamente, sí.
Mesoamérica, según la terminología de Paul Kirchhoff, no caerá dominada y conquistada, sometida y oprimida, vencida y olvidada… el territorio mesoamericano, y ¨más allᨠque diría Buzz Lightyear para los más jóvenes y ¨Plus Ultra¨ para los más metódicos, pasará a ser los cimientos de una nueva articulación mundial que tendrá como eje precisamente el territorio que hoy conforma los Estados Unidos Mexicanos incluso, por entonces, con mayores dimensiones. Esta tierra, y permítanme que exprese MÉXICO con mayúsculas, comenzará desde ese momento a ser la generadora y el auténtico pulmón de una nueva historia mundial, sí mundial, como lo oyen. No habían logrado previamente dicho logro ni castellanos, ni mexicas, ni mayas… ni otra realidad cultural por separado. En un proceso de inculturación intercontinental, sin leyendas negras ni blancas, con grises, pero con un fuerte compromiso de una cultura occidental cristiana abierta a las culturas diversas con dos máximas maravillosas como siguen siendo que todos somos hijos de Dios y donde no existe la predestinación, se fue conformando este territorio desde entonces como la llave del propio mundo.
¡Nada en Europa siguió igual! ¡Cayó la propia y vieja Europa para formarse en una Nueva! La Nueva España se articulará como centro del mundo, Asia-América-Europa. El proceso de Conquista, india y castellana contra otras alianzas indias, no finalizará un 13 de agosto de 1521 pero sí comenzó la caída del mundo tal y como se conocía por entonces.
El Imperio Español supo integrar estas realidades hasta conformar al Virreinato de la Nueva España como su gran territorio, como su tierra más amada, como el corazón de su realidad. Y como dicen que “para muestra un botón” les comparto estas líneas referidas a la Nueva España encontradas entre cientos de documentos históricos analizados hace unas semanas en el Archivo General de Indias de Sevilla donde podemos notar todo ese sentimiento en este testimonio escrito pasados casi trescientos años desde aquel agosto y enviadas al rey de España a inicios del s.XIX: ¨solo aquellas provincias rinden a la corona las dos terceras partes de los universales de ambas Américas… la nación más rica, hermosa y privilegiada de las dotes de la naturaleza de cuantos comprende el Real Patrimonio… en honor de la Nación y bien de la Humanidad…¨.
El mundo entero le debe al actual MÉXICO, un agradecimiento más que unas disculpas, por haber conformado desde al menos, aquel 13 de agosto de 1521, no la caída sino el nacimiento de una nueva y preciada realidad, el Virreinato de la Nueva España, que se convirtió en el eje de la auténtica primera globalización; un nuevo camino del que tan solo las sombras puntuales seguirán apartando, en nuestro presente y pasado histórico reciente, toda la potencia y esperanza que tiene esta tierra para volver a convertirse en el centro del mundo en algún momento de este s.XXI. México fue, es y será ¨Luz¨. Brillemos por tanto, a 500 años de aquella fecha, por el honor de la Nación y el bien de la Humanidad.