Antes del desarrollo moderno de drogas y tratamientos que son usados hoy, la medicina de la mayoría de las culturas dependía principalmente de los remedios herbales. Cuando alguien descubrió que al comer una planta se sintió más relajado, esa planta se convirtió en su medicamento para aliviar el estrés. Hoy en día el uso de plantas medicinales ha sido reemplazado casi por completo por la industria farmacéutica, pero creo que mirar hacia el pasado podría proporcionar soluciones cruciales para la medicina moderna.
México específicamente tiene una rica historia documentada de medicina herbal. Mucho antes de que los Europeos llegaran, miles de plantas fueron usadas medicinalmente por varias culturas. La geografía extremadamente diversa de México permite el crecimiento de una abundancia de especies de plantas únicas. Las fuertes creencias religiosas telúricas de culturas mexicanas contribuyeron a la importancia y prevalencia de la medicina herbal. De hecho, se han descubierto códices aztecas que detallan cómo se usaron diferentes plantas en los pacientes. Desafortunadamente, muchos de estos códices fueron perdidos cuando misioneros españoles quemaron los textos, un acto representativo de la influencia occidental en la medicina urbana tradicional.
Con el surgimiento del colonialismo, gran parte de la medicina tradicional fue reemplazada por prácticas occidentales. En el siglo XIX, con el descubrimiento y desarrollo de fármacos antivirales avanzados y técnicas quirúrgicas, el uso de la medicina herbal fue casi olvidado. Lamentablemente, los métodos de curación tradicionales, como el uso de plantas medicinales, son menospreciados por algunos médicos y científicos educados.
Lo anterior, ha provocado el crecimiento de los tratamientos sintéticos sin inconvenientes. Hoy, los antibióticos son fácilmente accesibles en la mayor parte del mundo y aunque esto es bueno para combatir enfermedades, también significa que la resistencia a los antibióticos está en aumento. Una de las razones problemas es que la prescripción de antibióticos por parte de los proveedores médicos es rentable, sin embargo, es un beneficio a costa de la salud global futura.
Es verdad que la medicina moderna ha aumentado significativamente la expectativa de vida, no obstante, también ha abierto la puerta a una variedad de problemas de salud relacionados con la nueva era. Por eso, aunque la medicina alopática ha hecho grandes cosas por la humanidad, ésta no es suficiente para cuidar de manera sostenible a los humanos por sí sola. Necesitamos más.
La medicina basada en plantas es una de las formas de tratamiento documentadas más antiguas y tiene el potencial de ser lo que salva el futuro.
En mi semestre en el extranjero aquí en la UPAEP he tenido la oportunidad de investigar en el laboratorio de biotecnología de la doctora Zaida Nelly Juárez, quien intenta descubrir nuevas formas de utilizar las plantas en un contexto medicinal y dado que en los Estados Unidos solo he estado expuesto a la medicina alopática, su trabajo me ha resultado fascinante ya que ha abierto mis ojos al mundo de la medicina herbal.
Platicando con ella sobre su motivación para investigar el uso medicinal de las plantas, la Dra. Juárez confesó que siempre tuvo el interés por estudiarlas, pues donde nació, la gente las usaba mucho. Además, su papá que es médico le compartió su conocimientos sobre el uso de muchas plantas como tratamiento para algunas enfermedades.”
Sería una tontería ignorar los inmensos beneficios que la medicina herbal tiene que ofrecer. Médicos como el papá de la Dra. Zaida tiene la idea correcta respecto a no reemplazar completamente la medicina alopática, sino incorporar la medicina herbal en combinación con la medicina alopática para abordar algunos de los problemas que la medicina alopática ha traído.
Como bien dice la Dra. Zaida, los médicos podrían usar más a las plantas en combinación con tratamientos alópatas o sintéticos, para lo cual propone difundir el uso, aplicaciones y beneficios de las plantas.
Para ser claro, no estoy escribiendo este artículo para rechazar la medicina moderna. Como estudiante de Medicina soy un gran partidario de ella así como de los logros que de ésta han emanado y me han inspirado a convertirme en médico algún día. El punto es que debemos seguir buscando nuevas soluciones. Sin duda, habrá más avances tecnológicos que curarán continuarán curando enfermedades de maneras inimaginables, pero no debemos pasar por alto el primer medicamento verdadero de la medicina, que podría abordar algunos de los principales desafíos que enfrenta la medicina hoy en día: las plantas.