El miedo a vivir
03/03/2022
Autor: Mar Bonilla

Vivir. ¿Acaso es algo que te enseñan en la escuela? ¿O simplemente tratas de aprenderlo poco a poco?. El miedo a vivir se presenta día con día, desde el momento en el que abrimos los ojos después de una larga noche soñando con lo que nos podría pasar si no cumplimos las expectativas de la sociedad, hasta el momento en el que volvemos a caer en ese profundo lapso en donde el cuerpo descansa pero la mente, no.

El simple hecho de ser una persona nos lleva a esperar grandes cosas de nosotros mismos, pero el miedo aparece cuando, sin darte cuenta, ya estás enredado en pensamientos del futuro y lo aterrador que sería si nada de nuestras esperanzas se cumplieran. El miedo a vivir llega como la primavera, es algo que sabes que sucederá y cuándo, pero nunca qué pasará mientras esperamos. A ese miedo yo le llamo necesidad. Si no tuviéramos esa sensación de incertidumbre en la que cada músculo del cuerpo se tensa y en la que la mente trabaja como si no hubiera un mañana, no tendríamos esa pasión por vivir el día a día.

El notorio problema está cuando la preocupación por el mañana, se convierte en algo inevitable y, por si fuera poco, invade cada uno de tus pensamientos causando un choque de emociones que nos llevan a sobrepensar cada cosa que hacemos y el por qué. El miedo a vivir es constante y aprender a vivir con ello no es lo interesante, la meta consiste en aprender a superarlo y hacer que ese miedo se convierta en el sentido de existir.